Basta de desencuentros.
- dlcchivilcoy
- 4 mar 2024
- 2 Min. de lectura
Nos enseña el filósofo Kierkegaard, que “la vida sólo puede ser entendida hacia
atrás, pero tiene que ser vivida hacia adelante”. Así, comprendemos que el
pasado -histórico político- nos brinda la posibilidad de construir políticamente
hacia adelante.
Los radicales revolucionarios del Parque en 1890 tenían hacia atrás, Mayo de
1810, Julio de 1816 y la Constitución de 1853. Para el futuro, hacia adelante,
tenían la motivación de la consolidación de la democracia dentro de una
república que hasta ese momento era imperfecta, dado que se debía consagrar
aún, el sufragio popular. Las luchas radicales de ese entonces, lograron en
1912 con la Ley Sáenz Peña, el sufragio universal y que derivó en que llegara
Don Hipólito Yrigoyen a la presidencia a través del voto popular en 1916.
Hoy lamentablemente apreciamos, que tenemos inflación alta, tenemos
altísimos guarismos de pobreza e indigencia y dentro de ese flagelo, la pobreza
infantil. Bajos salarios. Deficiente servicio de educación, de salud y de
seguridad. Este esquema político deplorable, necesita de hombres que
conozcan el pasado histórico y diseñen un camino institucional a recorrer hacia
adelante, para lograr salir de este estancamiento.
La pobreza -así lo entendemos- es una construcción social y las
desaveniencias entre argentinos apartándose de la legalidad de la
Constitución, nos ha traído hasta este lugar.
Tenemos un preámbulo constitucional que entre su expresión de deseos,
refiere: “consolidar la paz interior” implicando un comportamiento individual y
social basado en el entendimiento pacífico entre los miembros de la sociedad.
El presidente Milei está cometiendo un error que de persistir, de ningún modo,
contribuye a mantener una convivencia pacífica. Va de suyo que este tipo de
actitudes dividiendo la sociedad entre buenos y malos o traidores -según
adhieran o no, a su postura-, no contribuyen al mejoramiento del
funcionamiento de la República Democrática que en todo momento, debe
propender al diálogo y al entendimiento.
Como libertario Milei demoniza al Estado y por lo cual además, concibe a la
libertad como es la verdad moral absoluta y que esta se encuentra degradada
por el propio Estado y sus representantes. Para el que no lo entienda Milei
sostiene que está en el error o del lado del maligno. Piensa que es un infiel al
que se deberá convertirlo o combatirdo.
Milei es -según sus dichos- libertario anarcocapitalista que concibe al Estado
“un ente innecesario” políticamente. Demás está decir que esa ideología no se
condice con nuestra Constitución ni nuestra concepción histórica de los fines
de Estado.
Para terminar pienso que el gobierno está cometiendo un error que es confiar
indefinidamente en el electorado que lo votó y no advertir que todo tiene un
límite.
El peronismo que se dice republicano, ya comenzó con su actividad
destituyente bloqueando todo lo que esté a su alcance en el Congreso y
utilizando a los sindicatos y su único modo de actuar: con paros y huelgas.
El radicalismo que es parte de la oposición, porque existe hace 133 años como
fuerza política y porque demuestra una y otra vez ser una oposición respetuosa
y responsable de las Instituciones y sus representantes. No traicionó a nadie ni
tampoco a su ideario y menos a su electorado. No pueden decir lo mismo
algunos dirigentes del PRO que debieran tener más apego a la
Institucionalidad.
Por Luis María Mariano

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