“Contar con semillas lo suficientemente jóvenes da vida reciente para iniciar proceso de siembra"

La producción de semillas y su importancia, tema expuesto por la ingeniera agrónoma, Mónica Filippi, en uno de los programas de ‘INTA en la Radio’.

Filippi manifestó que, “El hecho de cosechar nuestras semillas nos permite hacer la tarea del mejorador: cuidar, seleccionar las variedades que más se adaptaron al rinconcito sombrío, a la preparación con el tipo de suelo que tenemos. De esta manera, si una planta produjo mucho es su señal o característica de adaptarse a las condiciones de nuestro manejo”.

Además, agregó la técnica, “produciendo semillas como los ciclos de cultivo son más largos necesitaremos un poco más de ayuda por parte de nuestra familia y actualmente la integración familiar a través de una tarea enriquece los lazos y vínculos”.

“El trabajo nos permitirá obtener una semilla y nos independizará del momento que decidamos iniciar con la huerta”, señaló, y avisó: “Si guardamos las semillas de pimiento que tiene una característica muy importante consistente en que cuenta con una alta concentración de radicales libres y éstos, como en cualquier ser vivo, aumenta los procesos oxidativos que van en detrimento del funcionamiento del ser vivo”.

“En el caso de la semilla empiezan a perder poder germinativo. Dos especies que siempre cultivamos en la huerta como la cebolla y el pimiento tienen altos niveles de radicales libres en su constitución, provocando que muchas veces una semilla de pimiento prevista por el Programa ProHuerta no sea lo suficientemente viable y no germine”, esgrimió, y añadió: “Si bien, la germinación de pimientos requiere de altas temperaturas más elevadas que el tomate y la berenjena, muchas veces no es por la temperatura sino porque en ocasiones la semilla estuvo envejecida”.

“El hecho de poder cosecharla nos garantizará la producción durante este año una semilla”, puntualizó.

Acto seguido, consignó: “La semilla tiene su tiempo de duración y depende mucho de su contenido de humedad, en la naturaleza todo producto orgánico ya sea semilla, planta, cuando tiene demasiada agua activa el proceso de descomposición”.

Por lo tanto, la ingeniera subrayó: “es muy importante conservarlas bien secas para alargar los períodos de conservación. Igualmente existen bancos de semillas en la estación experimental INTA Pergamino donde se conservan las temperaturas por debajo de 18º donde el estado de metabolismo es 0 pero hay especies que se mantuvieron durante años pero con esas condiciones”.

“No podemos tener en nuestras casas un lugar para conservar las semillas a 18º pero sí producirlas anualmente y contar con semillas lo suficientemente jóvenes, de vida reciente para iniciar el proceso de siembra”, enfatizó.

A continuación, mencionó: “Para iniciar con el proceso de autoproducción de semillas, el primer paso es revisar si la especie tiene un solo ciclo o cumple todo su desarrollo durante el otoño – invierno o si precisa de dos ciclos de cultivo para completar con el proceso con el ciclo reproductivo de la planta”.

“En caso de la acelga y el perejil son especies bianuales que si seleccionamos aquellas plantas que florecieron el primer ciclo de cultivo, tuvieron un ciclo vegetativo muy corto y se indujo a una floración prematura estamos eligiendo acelgas que tengan ese defecto. Cuando la acelga florece prematuramente cambia la forma de sus hojas, se achican y toda la energía de la planta formará el fruto y la semilla”, explicó.

En tal sentido, espetó: “Ante todo debe conocerse si la especie es anual o bienal. Asimismo saber si utiliza un sistema de polinización cruzada, por el viento o por insecto, o si se autopoliniza porque si queremos garantizar una pureza varietal tendremos que verificar un sistema de aislamiento para que no se cruce con sus plantas vecinas o con sus vecinas”.

“La acelga es prima hermana de la remolacha, pertenecen a la misma familia y es muy seguro que, si bien el agente de polinización es el viento, si tenemos una planta con menos de 50 metros de distancia entre una remolacha y una acelga empezaremos a seleccionar las remolachas cuyas raíces se ponen blancas o acelgas que se ponen rojas en sus nervaduras por el efecto del entrecruzamiento entre sus semillas”, expuso, y afirmó: “El aislamiento permitirá que dos especies de polinización cruzada no se crucen y será distinta si ésta es por el viento o por los insectos”.

“En caso de ser polinización por insecto las distancias son más grandes porque una abeja puede volar la distancia de 2 kilómetros y deberíamos asegurarnos la siembra de las especies de polinización cruzada por insectos con una distancia importante o escalonar la producción”, culminó.