Dr. Arturo Pertosa: “Se clausuró por el ejercicio ilegal de una actividad comercial”
El Dr. Arturo Pertosa, Secretario de Seguridad de la Municipalidad de Chivilcoy, brindó detalles del procedimiento en el que se intervino en una fiesta clandestina que se estaba desarrollando en una finca privada, en inmediaciones del campo Hípico La Candela, donde se constató la presencia de más de 300 personas y la comercialización de entradas a través de la venta de pulseras y de bebidas alcohólicas.
En diálogo con Radio del Centro, el funcionario expresó: “Cuando se realiza un evento masivo debe hacerse en un lugar habilitado cuando se encuentra orientado con un fin lucrativo.
Las personas que se dedican a realizar esta clase de eventos tienen que llevarlo a cabo en un lugar habilitado para poder comercializar la entrada y bebidas alcohólicas donde se requiere el permiso de la provincia de Buenos Aires que es el REBA. Una situación que en esta fiesta clandestina no se dio claramente”.
Acerca del procedimiento, mencionó: “Tras recibir una denuncia anónima, el personal de Nocturnidad del municipio toma conocimiento en la madrugada del sábado que aproximadamente a las 4 se estaba desarrollando una fiesta clandestina en la parte posterior del campo hípico ‘La Candela’.
De esta manera, el personal de Guardia Urbana, Nocturnidad se constituyen en el lugar constatando la veracidad de la denuncia. Con muy buen criterio el personal identifica al organizador de la fiesta, al propietario de la finca y al DJ para labrar las actuaciones administrativas donde se aplicarán severas multas, que todavía están vigentes hasta por un monto de $ 4 millones y ahora será el Juez de Faltas quien determine el monto a aplicar.
Lo importante que se comprobó es que para la fiesta clandestina se habían comercializado entradas por un valor de $ 200 y se entregaban pulseras.
Los organizadores de esta clase de eventos, a través de la redes sociales, de Whats App, grupos cerrados de Instagram comercializan la entrada tipo pulsera con un valor insignificante en comparación al de un boliche bailable para que resulte tentador a quien desee adquirirla.
Algunas personas que concurren se llevan bebidas alcohólicas, mientras que, otros la adquieren en la misma fiesta clandestina. De hecho, hay comerciantes de bebidas alcohólicas que las entregan en consignación y una vez comercializadas, se hace la rendición de cuentas. Existe toda una logística armada en este negocio ilícito que conlleva un riesgo”.
Seguidamente, Pertosa explicó: “Si bien, hay cuestiones relativas a la evasión de impuestos y demás, el contralor corresponde al municipio porque se pone en riesgo la integridad física y la salud de nuestros jóvenes teniendo en cuenta que en esta clase de fiestas generalmente no hay un baño químico, tampoco personal de seguridad en caso de surgir alguna contingencia o de surgir algún incendio, nadie que contenga situación alguna. Por lo tanto, desalentamos la participación en esta clase de eventos sin perjuicio de la pandemia.
Claramente un cumpleaños de 15, un casamiento están permitidos pero esta clase de fiestas es una actividad ilegal sin perjuicio de la cuestión sanitaria”.
Además, Pertosa expuso: “Hay vecinos que tributan las tasas, pagan impuestos, la habilitación, el REBA y tienen todas las medidas de seguridad, es una actividad lucrativa dentro del marco legal.
En este caso, la fiesta clandestina fue clausurada por la ilegalidad de la misma sin perjuicio de la situación sanitaria.
Se clausuró no por la situación sanitaria sino por el ejercicio ilegal de una actividad comercial que está prohibida por ley y se actuó en consecuencia, cayéndole con todo el peso de la ley al DJ que pone un equipo muy costoso a disposición de la fiesta, también el organizador que está lucrando y quien tiene la finca porque se trata claramente de una asociación ilícita donde dimos intervención al personal policial para que luego la Fiscalía tome las medidas correspondientes.
La actuación fue orientada hacia la ilegalidad en la inteligencia de prevenir algún mal mayor. Entendemos que toda esta clase de situaciones debemos prevenirlas y si se detecta continuaremos siendo severos con los organizadores que son los vivos que lucran con la necesidad de algunos jóvenes que pretenden salir”.
Pertosa aclaró que, “Es muy distinta la situación que puede darse en una quinta donde 20 o 30 jóvenes con un parlante escuchan música y toman algo porque no está prohibido pero no están lucrando aunque con las precauciones del caso en cuanto al volumen, el horario, respetar la convivencia con los vecinos porque en la época estival la afluencia en las quintas es muy importante principalmente en avenida De Tomaso y alrededores”.
El Secretario de Seguridad, consideró: “Tal vez aprovechando que no hay eventos masivos en principio hasta el 31 de enero pueden haber aprovechado para organizar la fiesta. No se puede lucrar con esta clase de actividades porque ya pasa a ejercerse una industria ilícita y es donde el estado debe estar presente”.
“Claramente la pandemia puso en auge las fiestas clandestinas, aunque cualquier vecino que desea salir de noche tiene muchas propuestas gastronómicas, cervecerías, espacios públicos donde se permite la permanencia”, puntualizó, y sostuvo: “Sí debemos evitar que se realice una actividad ilegal y cuando se produzcan esta clase de situaciones hay que actuar siendo muy severos con quienes ejerzan una industria ilícita en perjuicio de la vida e integridad física de nuestros adolescentes quienes concurren mayormente a este tipo de eventos”.
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