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Ramón Pierini “Es una situación que se repite en la mayoría de los veranos el tener que buscar a alg

Apenas 21 días transcurrieron del primer mes del año y ya son dos las víctimas fatales en el Río Salado. En Roque Pérez este fin de semana falleció ahogado un joven de 16 años identificado como Jesús Britos, oriundo de Ezeiza.

Tras un arduo trabajo de la división canina de búsqueda y rescate de diferentes cuerpos de Bomberos Voluntarios de la provincia, buzos y diferentes dotaciones de Bomberos de Roque Pérez, Carlos Beguerie y Del Carril, fue encontrado el cuerpo flotando en cercanías al conocido punto de pesca El Pico.

El joven había caído al agua en la tarde de ayer junto a otro amigo, cuando iban arriba de un gomón sobre las aguas del rio Salado, a metros del conocido puente roto de Roque Pérez. Entre el incidente y al momento de ser hallado el cuerpo había sido arrastrado unos 2500 metros, aproximadamente, aguas abajo.

Para conocer más detalle de lo ocurrido, La Campaña se comunicó con Ramón Pierini, Jefe del Cuerpo Activo de los Bomberos Voluntarios de Roque Pérez, quien en principio manifestó: “Si lamentablemente es una situación que se repite en la mayoría de los veranos tener que ingresar a buscar a alguna persona que cayó en las aguas del Río Salado, es impresionante pero es real”.

“Encontramos el cuerpo el domingo alrededor de las 18, en el lugar donde hallamos al joven había tres metros de profundidad porque el cuerpo fue caminando despacio y alcanzamos a observarle la cabeza”, dijo Pierini, y explicó: “El remo tiene 2,10 metros y no llegamos, tuvimos que estirar el brazo porque había 3 metros de profundidad, no obstante, hay lugares de 7 u 8 metros de profundidad, pero la gente no tiene conciencia, no piensa un instante antes de ingresar al río”.

Consultado si los jóvenes ingresaron en un gomón al Río Salado, Pierini respondió: “Los jóvenes ingresaron con un colchón inflable a jugar, de esos que habitualmente observamos que la gente utiliza para tomar sol en una pileta, el río los fue metiendo cada vez más adentro y cuando quisieron acordar se les dio vuelta, uno de los dos pudo salir mientras que el otro quedó adentro”.

“Ingresamos a buscar al joven el sábado a las 15 hasta las 20, sus familiares decían que nos habíamos ido a las 18, a las 20.15 retiramos la lancha del lugar y al otro día a las 5.30 estábamos en el arroyo donde permanecimos hasta las 18 o 18.30 que encontramos el cuerpo”, recordó, y agregó: “Movilizamos a personal de Bomberos de otras localidades, Defensa Civil de Chivilcoy, San Antonio de Areco, nuestra Federación y los buzos tácticos. Realizamos el protocolo tal como sucede cuando tuvimos que buscar a otras personas en las aguas del Río Salado”.

“Del lugar donde el joven se ahogó lo encontramos tres mil metros más adelante. Eran dos los jóvenes que estaban en ‘el colchón’, uno salió y el otro se ahogó. El joven que pudo salir del Río contó lo sucedido y a partir de todas las declaraciones del amigo nos basamos para ubicarnos dónde se cayó, qué hizo”, señaló.

Asimismo, acotó: “Tenemos experiencia en buscar personas ahogadas así que comenzamos a buscar en el lugar que el joven desapareció porque cuando cae queda ahí en un radio de cuatro, cinco o cuánto mucho diez metros”.

“Sus familiares se enojaron mucho, nos decían que el joven estaba vivo y teníamos que buscarlo río arriba porque estaba agarrado de algún palo, pero no fue así”, remarcó.

E indicó: “Después cuando pasa algo la culpa es de las autoridades municipales, a la policía, a los bomberos como sucedió este fin de semana teniendo que bajar con una unidad rescate terrestre pero era imposible, lo hicimos un poco más para que los familiares del joven observen había una presencia de bomberos pero no podíamos hacer nada y como jefe de bomberos en ningún momento se me cruzó poner una lancha en el río a altas horas de la noche. Cortaron la ruta, pero no puedo arriesgar mi personal ni a nadie”.

El Jefe de Bomberos de Roque Pérez contó que, “Estuve hablando con concejales e incluso con el intendente de la ciudad para llevar acciones adelante como marcar o señalizar la zona, asimismo colocar carteles para explicar los inconvenientes que generan las aguas del Río Salado, los pozos existentes, informar a la gente que se ahogaron varias personas”.

“Pero el gran problema que tenemos es que las personas no entran en razón, no toman en serio al Río Salado y nuestras advertencias, después tenemos estos trágicos desenlaces como el ocurrido hace algunas horas nada más”, subrayó.

Y acotó: “Hablé con los concejales y los carteles hay que hacerlos grandes con una imagen de una persona ahogada a ver si así toman conciencia porque de otra forma es imposible, poner imágenes fuertes como sucede en los atados de cigarrillos o campañas de prevención de siniestros viales”.

Preguntado si es habitual observar personas dentro de las aguas del Río Salado, Pierini afirmó: “Los fines de semana en cualquier arroyo del Río Salado o Saladillo se meten dentro del río para bañarse sin tener un control al respecto”.

“El año anterior había más de veinte personas pescando arriba del puente y envíe la policía para que los retirara. La Policía estuvo una hora para retirarlos y cuando los efectivos se fueron volvieron a pescar arriba del puente, es muy difícil. Nos falta mucho crecer como personas, tomar conciencia. En algunos casos no son accidentes, que pueden ocurrir, sino que parecería que se vienen a buscar la muerte”, consignó.

Pierini reflexionó: “No es necesario meterse río, a mí me gusta pescar pero no me meto al río y asimismo muchas personas tampoco lo hacen e incluso de otras ciudades, no entiendo cómo hay personas que sí lo hacen desconociendo la zona, las aguas. Si se tira un equipo al agua y la correntada se lo lleva, ya es una advertencia más que suficiente que no deben introducirse a las aguas”.

“El Río Salado está muy crecido igualmente que el Saladillo también teniendo en cuenta que fue una zona donde precipitó mucho en estos últimos meses y además pasan por ambos las aguas de Santa Fe, entre otras provincias”, expresó.

El Jefe puntualizó: “En esas aguas ni sabiendo nadar te podés salvar. De hecho hablé con uno de los buzos y me manifestó que el río estaba imposible, se colocó 120 kilos de lastre y no se podía quedar quieto con la correntada existente. Por lo tanto, si te tirás al río o te caés, te agarra una correntada de esas características por empezar no hay pie, luego te cansás sin poder bracear ni nada. Si te tranquilizás hacés la plancha y salís en algún lado salís, pero en la desesperación te terminás ahogando”.

“Lo único que pido es que cuando vengan a pescar lo hagan desde la orilla en lugar seguro, disfrutar de la actividad y no meterse al río, que el divertimento no se convierta después en una tragedia”, concluyó.

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