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Efemérides del mes de noviembre: 8 de noviembre Día Nacional de los/as afroargentinos/as y de la cul

Captura y fuga

Desde el campo de prisioneros ayudó a huir a varios oficiales criollos. Como medida ejemplificadora, fue sometida a nueve días de azotes públicos que le dejarían cicatrices de por vida. Pudo escapar y reintegrarse al ejército argentino donde continuó sirviendo a la Patria, poniéndose a las órdenes de Martín Miguel de Güemes y Juan Antonio Álvarez de Arenales, empuñando las armas y ayudando a los heridos en los hospitales de campaña.

Víctima de la Ingratitud

Finalizada la guerra y ya anciana, del Valle regresó a la ciudad de Buenos Aires, donde se encontró reducida a la mendicidad. Vivía en un rancho en la zona de quintas, en las afueras de la ciudad, y frecuentaba los atrios de las iglesias de San Francisco, Santo Domingo y San Ignacio, así como la Plaza de la Victoria (actual Plaza de Mayo) ofreciendo pasteles y tortas fritas, o mendigando, lo que junto a las sobras que recibía de los conventos le permitía sobrevivir. Se hacía llamar “la Capitana” y solía mostrar las cicatrices de los brazos y relatar que las había recibido en la Guerra de la Independencia, consiguiendo sólo que quienes la oían pensaran que estaba loca o senil.

La lucha por su dignidad

No se resignó a tener ese destino, y el 23 de octubre de 1826 inició una gestión solicitando que se le abonasen 6.000 pesos “para acabar su vida cansada” en compensación de sus servicios a la patria y por la pérdida de su esposo y sus hijos. (El sueldo máximo en el país era el del gobernador, de 7.992 pesos al año). El expediente, firmado en su nombre por su representante, Manuel Rico contenía una certificación de servicios del 17 de enero de 1827 firmada por el coronel Hipólito Videla.

El 24 de marzo de 1827 el ministro de Guerra de la Nación, general Francisco Fernández de la Cruz, rechazó el pedido recomendando dirigirse a la legislatura provincial ya que no estaba “en las facultades del Gobierno el conceder gracia alguna que importe erogación al Erario”.

En agosto de 1827, mientras del Valle -de 60 años- mendigaba en la plaza de la Recova, el general Juan José Viamonte -entonces diputado en la Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires en representación de los pagos de Ensenada, Quilmes y Magdalena- la reconoció. Tras preguntarle el nombre, exclamó: “¡Usted es la Capitana, la que nos acompañó al Alto Perú, es una heroína!”. Del Valle le contó entonces cuántas veces había golpeado a la puerta de su casa en busca de ayuda, pero que su personal siempre la había echado al ver que era una pordiosera.

Viamonte se preocupó por ella y el 25 de septiembre de ese mismo año presentó ante la Junta un proyecto para otorgarle una pensión que reconociera los servicios prestados a la Patria. El 11 de octubre la Comisión de Peticiones de la Junta de Representantes dijo haber “examinado la solicitud de doña María Remedios del Valle por los importantes servicios rendidos a la Patria, pues no tiene absolutamente de que subsistir” y recomendó adoptar la decisión de que “Por ahora y desde esta fecha la suplicante gozará del sueldo de capitán de Infantería, y devuélvase el expediente para que ocurriendo al Poder Ejecutivo, tenga esta resolución su debido cumplimiento”. Pero la presidencia de la Junta decidió que tenían que ocuparse de resolver los asuntos atinentes a la guerra con Brasil, por lo que el expediente quedó en comisión. El 9 de junio de 1828, Viamonte fue elegido vicepresidente primero de la renovada legislatura y decidió insistir con su propuesta. El proyecto recién se trataría en la sesión del 18 de julio de 1828.

Escaso reconocimiento

Luego de un intenso debate se decidió otorgarle “el sueldo correspondiente al grado de capitán de infantería, que se le abonará desde el 15 de marzo de 1827 en que inició su solicitud ante el Gobierno”. A pedido del diputado por la ciudad Ceferino Lagos, se votó crear una comisión que “componga una biografía de esta mujer y se mande a imprimir y publicar en los periódicos, que se haga un monumento y que la comisión presente el diseño de él y el presupuesto”. Estos dos últimos puntos no se cumplieron. No hubo biografía ni monumento. Ni siquiera llegó a formarse la Comisión que debía ocuparse de esos temas por la inestabilidad política del país en esos años. Sublevación de Lavalle y fusilamiento de Dorrego. Recién con la llegada de Rosas al gobierno, el 8 de diciembre de 1829, cuando comenzó su primer mandato, hubo estabilidad, al menos en la provincia de Buenos Aires.

Los diputados votaron el otorgamiento de una pensión de 30 pesos, desde el mismo día que María Remedios del Valle la había pedido (sin pagarle retroactivos por todos los meses en que no había cobrado nada). Para tener una idea de la mezquindad con que procedieron basta señalar que una lavandera ganaba 20 pesos al mes, mientras que el gobernador cobraba 666 pesos. La libra de aceite rondaba 1,45 pesos, la libra de carne 2 pesos y la libra de yerba 0,70 pesos. A María Remedios le otorgaron 1 peso al día.

Por fin se hace justicia

El 28 de julio de 1828 el expediente fue pasado a la Contaduría General y el 21 de noviembre de 1829, del Valle fue ascendida a sargenta mayor de caballería. El 29 de enero de 1830 fue incluida en la Plana Mayor del Cuerpo de Inválidos con el sueldo íntegro de su clase. Entre enero y abril de 1832 y entre el 16 de abril de 1833 y el 16 de abril de 1835, figuró en listas con sueldo doble. El 16 de abril de 1835 fue destinada por decreto de Juan Manuel de Rosas (que el 13 de abril de 1835 había asumido su segundo mandato como gobernador de Buenos Aires) a la plana mayor inactiva con su jerarquía de sargento mayor. Le aumentó su pensión de 30 pesos en un 720 %. En la lista de pensiones de noviembre de 1836 María Remedios del Valle figura con el nombre de Remedios Rosas (quizá por gratitud hacia el gobernador que la sacó de la miseria). En la lista del 28 de octubre de 1847 aparece su último recibo, de una pensión de 216 pesos.

En la lista del 8 de noviembre de 1847, una nota indica que “el mayor de caballería Dña. Remedios Rosas falleció”. Sin indicar cuándo había sucedido. Tampoco ha sido hallada su tumba.

Reconocimientos posteriores

Con posterioridad a su fallecimiento su sacrificio le fue reconocido hasta 1880. Pasaron luego unos cincuenta años en que su figura cayó en el olvido, pero luego a lo largo del siglo XX fue cobrando gradualmente más importancia y comenzaron a publicarse trabajos de investigación sobre su vida y hacerse los merecidos homenajes. Conducta que continúa en el siglo XXI.

Desde 2010 está en el congreso, sin tratamiento, el proyecto de las diputadas Victoria Donda, y Cecilia Merchad que tiene por objeto elevar un monumento a la “La Parda María”.

No obstante, se ha logrado con la sanción por el Congreso de la Nación de la ley 26.852 del 24 de abril de 2013 que se estableciera el 8 de noviembre como “Día Nacional de los/as afroargentinos/as y de la cultura afro” en conmemoración de ella.

4- En la revista “Caras y Caretas”, del 7 de setiembre de l935 hay un artículo titulado “Las Samaritanas de Ayohuma”, de Eros Nicola Siri, quien afirma que el marido fallecido había sido uno de los cabecillas de la rebelión de Cochabamba, quien luego de caer prisionero fue fusilado por orden del general Goyeneche. Allí quedarían María, de aproximadamente cuarenta años, con sus dos hijas: Lucia de veinticinco años y Blanca de veinte. Luego cuando se produce la batalla de Ayohuma, en medio del fragor de la lucha, “La Madre de la Patria”, ayudada por sus hijas llevaron cántaros de agua para socorrer a los patriotas moribundos. En esas circunstancias un soldado realista, la atacó con su lanza, la atropelló con su caballo haciendo que “La Madre de la Patria” rodara bajo las patas del corcel. Otros historiadores dicen que fue herida de bala. Citado por Guzmán, Florencia, ob. cit. Consulta del 30/07/2019.

Según Pacho O´Donnell combatió junto con su madre -conocida como Tía María- y su hermana. 5- La libra equivale a 454 gramos. 6- El 28 de octubre de 1847 cobró su último recibo de pensión, y once días después (el 8 de noviembre de 1847) se dio noticia de su fallecimiento. https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Remedios_del_Valle. Consulta del 25/10/2019. Sobre el no hallazgo de su tumba véase: González, Hilda, “Recordando a la Madre de la Patria” en https://www.primeraedicion.com.ar/nota/100036392/recordando-a-la-madre-de-la-patria/. Consulta del 25/10/2019. 7- Cegarra, Carmen Julia, “Ayer y Hoy”, ob. cit., pág. 95. Dibujo de A. y P. Pollio. “Manual del Alumno Bonaerense. Quinto Grado. Cuarto Grado de la Nomenclatura Anterior”, Buenos Aires, Kapelusz, 1ª ed. 7ª tirada, 1967, pág. 45.

Por Rubén Osvaldo Cané Nóbile (Compilador).

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