Reflexión lunfarda La senda del laburo y la honradez…
- dlcchivilcoy
- 17 ene 2020
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La reflexión, franca y saludable, de la fecha, nos invita a meditar, de un modo sincero y profundo, sobre la fundamental importancia, de recuperar hoy, en la Argentina que vivimos, la tan valiosa e imprescindible senda del trabajo y la honradez, para bien del avance, el crecimiento y el desarrollo progresista del país. La senda del trabajo y la honradez, que nos conduce por un rumbo luminoso, de porvenir y verdadera esperanza, alejándonos de la marginación social, la miseria y el pauperismo. La senda del trabajo y la honradez, que nos convierte en ciudadanos dignos y honestos, contribuyendo así, con nuestro esfuerzo y empeño diarios, al bien común, el bienestar general y la grandeza de la República. La senda del trabajo y la honradez, en medio del contexto, de esta Argentina del siempre lo mismo, donde infortunadamente, las cosas siguen como están, no cambia nada, nunca pasa nada, todo queda en la nada, siempre se habla mucho de lo mismo, todo es igual, todo da lo mismo y, todo termina siendo, en forma inexorable, siempre lo mismo… La Argentina, en la cual, hay gente que, se ha hecho y se hace rica, de un modo ilícito, viviendo de arriba, sin laburar, y contrariamente, siempre pierde, se perjudica, se empobrece y, hasta se funde, en la faz económica, la persona buena, honrada y laboriosa que trabaja, abrumada por los ajustes fiscales, los impuestos, las cargas tributarias, las presiones impositivas y las reiteradas crisis financieras. La senda del trabajo y la honradez, fundamental para recobrar el correcto y seguro destino del país, que sueña con un mejor y más halagüeño futuro. El caracterizado y tan prestigioso abogado, dirigente político, periodista, docente y hombre público chivilcoyano, Dr. Francisco José Falabella, de quien se cumplirá este año, el Centenario de su natalicio (Vio la luz, el 4 de junio de 1920, y falleció el 11 de febrero de 1998), en una entrevista, realizada por la revista porteña “Gente”, a fines del año 1973, con genuinos conocimientos y honda sabiduría, subrayaba: “La prioridad número uno, es que todo el pueblo trabaje; que el trabajo, sea organizado y estimulado por el Estado, y que mediante la multiplicación de los bienes y la riqueza – única fórmula -, se brinde al pueblo, el bienestar general”. Hoy, más que nunca, como puntualizábamos en un comienzo, debemos recuperar los principios éticos, los valores morales, humanos, patrióticos y espirituales, y la mentalidad, la plena conciencia, el hábito y la sagrada cultura del trabajo. Hoy, más que nunca, debemos predicar y sembrar, con el testimonio de nuestra recta y sana conducta y, el buen ejemplo. No podemos aguardar resultados distintos, haciendo siempre lo mismo; para que triunfe el mal, sólo se necesita que los buenos no hagan nada, a fin de impedirlo; en la vida, cosechamos siempre, lo que hemos sembrado; los pueblos que olvidan su pasado, están condenados a repetirlo, y los Hombres, al igual que los árboles, se conocen y aprecian por sus propios frutos. Hoy, más que nunca, debemos recobrar, la muy necesaria y entrañable Patria del Trabajo, porque sólo existen, un rumbo y un camino posibles: La senda del laburo y la honradez. Sin Trabajo, no hay destino ni futuro… Sin Trabajo, jamás lograremos nada…
La senda del laburo y la honradez, por el procurador Carlos Armando Costanzo, fundador y director – organizador del Archivo Literario Municipal y el Salón del Periodismo Chivilvoyano, y miembro correspondiente de la Academia de Folklore de la Provincia de Buenos Aires y la Academia Porteña del Lunfardo.
Mi viejo, me batió – posta enseñanza -, con chamuyo cabal y fiel docencia, la senda bien debute – noble esencia -, del embale polenta y la pujanza. Me batió, con parola de confianza y consejo canchero – gran paciencia -, la senda del buen morfi y la decencia, la lucha forte y guapa, y la esperanza… Mi viejo, me batió – minga de afano -, la senda del aguante cotidiano, yugándola, de frente, y sin doblez… Fue un chamuyo sincero, de gomía, y yo así, voy siguiendo todavía, la senda del laburo y la honradez.

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