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Sebastián García De Luca “Las imágenes y gestión que vemos actualmente con el Presidente, el Goberna

El Diputado Nacional de Juntos por el Cambio, Sebastián García De Luca, fue entrevistado en ‘La Mañana del Centro’ donde expuso el porqué de su oposición, en este momento, para que trate la Reforma Judicial y la abstención para con Ley de Teletrabajo.

Celebró la tarea en conjunto de Nación, Provincia y CABA en torno al COVID-19 esperando que pueda extenderse en el futuro post pandemia.

“Está claro que la convivencia con el virus, aún con la vacuna, estará presente y tendremos que readaptarnos a una cierta normalidad”, mencionó en principio el legislador oriundo de Chivilcoy.

En tal sentido, señaló: “Tenemos una vacuna contra la gripe y sin embargo, en la provincia de Buenos Aires fallecen personas por gripe, no solamente afectando a los adultos mayores sino también muy fuertemente a los chicos”.

“La vacuna no es la solución definitiva pero sí necesitamos que aparezca contra el COVID y así empezar a solucionar esta problemática que se suma a otras que venimos atravesando a partir de este punto de inflexión”, consignó.

Seguidamente, subrayó: “Tenemos que corregir los grandes problemas que venimos padeciendo desde hace mucho tiempo y que lógicamente toman un enorme impacto con esta pandemia”.

-¿Por qué dice qué no es el momento de tratar la Reforma Judicial?…

-Los sectores de poderes en el país no funcionan bien, no solamente el judicial sino el ejecutivo y legislativo. No obstante, de observar la emergencia que estamos atravesando, que no solamente en Argentina sino a nivel Mundial, de acuerdo a las estadísticas que surgen nos indican que hay 400 mil desempleados y se pronostica que 2 de cada 10 personas en el país estarán desocupadas, que el Producto Bruto caerá entre 10 y 15 puntos, que la mitad de Argentina estará en la pobreza con miles de Pymes que están quebrando o cerrando, no se puede estar hablando de Reforma Judic

ial y siento que es una falta de respeto desde la política discutir este tema.

Si queríamos discutir uno de los nervios centrales del poder en el país requería otro proceso de elaboración, de amplitud, dar participación a Consejos Internacionales, Cámaras que están vinculadas y hoy se encuentran planteando inconsistencias en algunos puntos de la Reforma. Cuando se plantean estas cuestiones puntuales debe tener una etapa previa de elaboración más amplia y diversa.

-¿Qué inconsistencias?

-Hay cuestiones técnicas muy objetables que hacen a la subrogancia, cómo se van ocupando los Juzgados hasta definirse, quién los ocupará, la definición de jueces a través del Consejo de la Magistratura.

En el interior tenemos muchos jueces federales ocupándose de muchos fueros, tenemos ese histórico desfasaje que esta Reforma lo consolida.

La Capital Federal tiene decenas de Juzgados que se ocupan de los distintos fueros y en el interior tenemos complejidad de causas de delitos federales donde merece un punto de discusión muy fuerte.

-¿Una Reforma más orientada hacia CABA?

-Sí, esta Reforma Judicial termina siendo porteña porque agrega algo en el interior pero duplica fiscalías y secretarías o triplica juzgados en la Capital Federal, mientras que, en el interior continuamos teniendo un poco más de jueces, que no dan a basto y repercute en nuestra forma de vida porque la justicia termina colapsada.

Con esta Reforma la Capital Federal tendrá 16 juzgados más que todo el conurbano entero; con toda la complejidad de causas que existen vinculadas a distintos delitos como el narcotráfico y otras de cuestiones federales en el conurbano.

Si algo hicimos mal y continúa en este gobierno es un enorme sesgo porteño, ojalá se pueda reformar y la visión del interior, tan Argentino como los capitalinos, pueda ser escuchada.

-¿La pandemia cerró ‘la grieta?

-Venimos de una inercia de grietas muy profundas que arrancó con la 125 y no pudimos nunca más volver a cierta unidad. Las imágenes y gestión que vemos actualmente con el Presidente, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es claramente aquello que el país necesita, no tengo la menor duda y ojalá que hacia delante haya una mesa de reconstrucción nacional, donde esa foto de la urgencia a través de la pandemia pueda extenderse en el tiempo con más discusiones, críticas constructivas que se puedan mantener en el tiempo.

Espero que la unidad nacional, que aparece en los carteles de las conferencias de prensa, sea más frecuente y en otros formatos amén de convocatorias mediáticas.

-¿Cómo viene funcionando la legislatura?

-Tenemos sesiones casi semanales, aportando distintas herramientas que están en nuestro ámbito como la moratoria o suspensión de quiebras para las empresas porque están pasando un difícil momento o la eximición de ganancias para que muchos del personal sanitario o de seguridad pudieran hacer más horas extras y dedicar más tiempo a esta situación de pandemia. Aportamos un granito de arena porque la responsabilidad y poder de acción corresponde a los Ejecutivos.

Fue importante avanzar en muchísimas leyes que fueron votadas por la amplia mayoría.

-¿La Ley de Teletrabajo?

-La ley era una necesidad hacerla, pero como suele ocurrir en Argentina cuando se discuten cuestiones laborales nos pasamos de obstáculos y terminamos votando una ley que complica aún más la contratación, incentivando a que cada vez más personas contraten en negro. Terminó siendo una mala ley cuando tenía que ser una herramienta fundamental para la etapa que sigue en el Mundo y se precisaba dar una legalidad, más proceso administrativo de incorporación a ese formato de trabajo.

-¿Porqué la abstención?

-Me abstuve en esa votación porque si bien tenía cuestiones buenas, terminaba generando muchos obstáculos a la persona que pretende contratar a otra en el formato de teletrabajo se le termina haciendo infinitamente más caro y termina contratando en negro.

Se trata de un error de nuestro sistema laboral, otro de los temas estructurales que debemos resolver ya que no podemos seguir teniendo discusiones sindicales de 1950. Debemos acostumbrarnos a que existe otro formato de vida, de relaciones de trabajo, existe un teletrabajo, la robótica, los programadores, todo un mundo nuevo.

No ocurre en la política porque sigue siendo conducida por personas de 60 o 70 años, pero tiene que darse esa discusión cultural para adaptarnos a un mundo nuevo.

-¿Tu opinión con respecto a las decisiones del gobierno en esta pandemia?

-La sociedad dio la legitimidad a la primera decisión sanitaria tomada por los gobernantes y es válida.

No obstante, hace falta una visión integral de aquello que nos está ocurriendo, hace algunas semanas empezó a observarse pero la sociedad necesita estar tranquila, que haya un camino a seguir y cierta planificación dentro de las posibilidades entendiendo que la dinámica es muy cambiante e incertidumbre que implica este virus nuevo a nivel mundial.

Además de los infectólogos, se necesita escuchar al resto de los profesionales y hacer acuerdos que sustenten las nuevas políticas.

-¿Qué inconvenientes debemos superar?

-Tenemos muchísimos problemas que venimos arrastrando, si consideramos que los problemas son únicamente por culpa de la pandemia, estamos equivocados. Los problemas que tenemos vienen desde hace décadas; con la caída del Producto Bruto que tendremos este año será exactamente igual a 1974 cuando toda la región duplicó el Producto por habitante.

Además triplicamos la pobreza, caímos en la calidad educativa pública y agregamos una enorme cantidad de impuestos, son los temas verdaderamente a discutir pero desde un diagnostico certero.

-¿Qué rol debe ocupar la oposición en este tiempo?

-Desde la oposición debemos tener mucha prudencia, un espíritu colaborativo, marcando las posiciones aunque asimismo una madurez; paciencia y prudencia que amerita esta etapa porque es lo que Argentina se encuentra esperando. Todos los argentinos esperan que la política se ponga de acuerdo y no nuevamente en la dinámica de la confrontación.

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