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Eduardo De Lillo: "Todas las personas en su legitimo derecho demandan servicios cada vez mejores"



El Secretario de Hacienda de la Municipalidad de Chivilcoy, Eduardo De Lillo, se expresó con respecto a la tasa de conservación del cementerio y el aumento de las tasas en general en relación a diferentes planteos vertidos en los municipios que se expresan en contra de las mismas.

En diálogo con Radio del Centro, De Lillo manifestó: “Me entero que se terminaba el período de los 10 años que se le había dado a ambas empresas. Recorrí el Cementerio para interiorizarme de su estado, porque si bien tengo a mis padres, pretendía generalizar. Recibimos quejas constantemente de las condiciones de infraestructura en los sectores que manejan ambas empresas privadas.

Solicité que realicen las reparaciones correspondientes de techo y paredes teniendo en cuenta que están cobrando por el servicio, mientras que, el municipio no puede continuar recibiendo quejas sin tener la culpa debido a que ni cobramos tampoco. Un tema complejo y personalmente siento que en estas condiciones no se puede seguir con la concesión”.

En cuanto al planteo y relación con las empresas, el funcionario señaló: “Hablé con representantes de las empresas y les dije que si necesitaban más tiempo no había ningún problema pero que presentaran un plan para arreglar el deterioro existente que de nuestra parte no iban a tener inconveniente alguno. Lamentablemente, no tuve respuestas.

Tenemos que hacernos cargo de instalaciones que ahora pasan a pertenecer a la Municipalidad. No tenemos ninguna animosidad con las empresas y demostramos fehacientemente todo lo contrario pero si estamos facturando por una conservación y no se hace, no solamente pueden decir que la Municipalidad realiza las cosas mal”.

En cuanto a la recaudación y las reparaciones, De Lillo consignó: “Consulté a empresas constructoras las cifras que se necesitan para llevar a cabo los arreglos correspondientes y por concepto de cementerio la Municipalidad el año anterior no recaudó más de $ 3 millones y ni siquiera nos alcanza para pagar los sueldos a los empleados.

La única forma de poder resolver la situación era cobrar una tasa de cementerio.

Para hacer arreglos necesitamos recursos no solamente con el valor de la tasa porque es muy baja, ayudará pero no cubrirá la totalidad de la inversión que es necesaria realizar. En muchos sectores hay responsabilidad del municipio desde hace años y otros que son de las empresas privadas.

En diciembre estuve en contacto con una persona que tiene una empresa constructora y me manifestaba que hacer un sobre techo sería mucho más rápido que andar demoliendo pero no se resuelve con $ 2. Hay que poner un ascensor, no puede ser que se siga subiendo con un féretro por las escaleras”.

Con respecto a los conceptos de renovación, De Lillo espetó: “El otro de los problemas serios era que a los 10 años cesan los derechos de la gente que está ocupando un nicho, en relación a que de no pagarse el uso la ordenanza establece que se faculta a la reducción a un osario común a quien ocupa el nicho.

Nuestra sociedad no tiene aún pautas sociales ni culturales para que concurra un funcionario a sacar cajones y enviar a un osario común, se armaría un escándalo bárbaro. Si dentro de unos años, la sociedad tiene otra aceptación se tomarán las medidas correspondientes pero hoy sería una cuestión de muy mal gusto y sino alguno de los que están en contra que salgan a decir públicamente, con nombre y apellido, que está de acuerdo se tiren los cajones de quienes no pagan.

Si recibimos quejas por instalaciones que no están a cargo nuestro no me quiero imaginar si llegamos a sacar un cajón.

Además, sacamos el concepto de la renovación un aspecto que preocupaba a muchos vecinos y el término de descanse en paz es para mí muy amplio, amén de la cuestión religiosa que cada uno pueda llegar a tener o no, con la posibilidad que la persona no tenga herederos por qué va a tener menos derechos que quien tiene dinero y no tener el nicho a perpetuidad.

Hasta que la sociedad cambie de pautas el nicho municipal es a perpetuidad y se elimina este concepto que cada 5 años es un dolor de cabeza para las familias la renovación de los derechos de cementerio porque se acuerdan muy pocos, en otros casos gente que ni sabe.

Todo lo relacionado a nichos que pasen a la Municipalidad no pagan más los derechos de cementerio, cada uno tendrá que resolver con la empresa prestataria del servicio pero al municipio no tienen que pagar más”.

Acerca del costo de las tasas en servicios públicos, De Lillo precisó: “El costo es insignificante, estamos hablando del valor de un café. En servicios públicos se arranca de $ 100 las propiedades que tienen valuación fiscal hasta de $ 100 mil y no se le cobra a los terrenos baldíos solamente a las propiedades. Quien tenga una propiedad superior a los $ 5 millones de valuación fiscal, paga $ 270 menos de lo que cuesta un maple de huevo. No estamos hablando de cifras que le quiten el sueño a alguien.

El aumento será en dos partes: en la tasa de servicios públicos la mayoría de los municipios están aumentando el 50, 55 o 60%, pero nos pareció que incrementarlo en ese porcentaje de golpe iba a resultar muy fuerte para la gente y optamos por 35% que se hizo ahora y un 15% en julio. El año anterior se facturó un aumento inferior al 40% y la inflación fue superior al 50%, por lo tanto tenemos un atraso en la mayoría de los valores pero no hicimos uso.

En la ordenanza del año anterior está la posibilidad de hacer un nuevo aumento de las tasas si la inflación superaba el valor de lo proyectado pero terminó absorbiéndolo el municipio. Ahora aumentamos el 35% no el 50 o 60% sino que recién el incremento superior al 50% será en julio donde la inflación se calcula estará en ese orden”.

A continuación, expuso sobre el quite de coparticipación: “Todas las personas en su legitimo derecho demandan servicios cada vez mejores y que sean de primera calidad tienen un costo distinto a los de segunda. Tenemos una tasa asistencial que no supera el valor de una tableta de aspirina para mantener el hospital y centros de salud e incluso tuvimos un 11 por ciento de disminución en la coparticipación porque el año anterior nos abocados a resolver el tema del Covid, utilizar la instalación que estaba prevista como hogar de ancianos en la ex Clínica del Carmen, invertimos en un sistema de oxigeno centralizado y no influye en la coparticipación, al contrario. Al tener menos camas ocupadas nos penalizaron por culpa de un sistema armado de esta manera para épocas normales. Pese a ser el único centro de salud que atendió Covid y cuenta con guardias nocturnas, guardias pediátricas los fines de semana, nos quitan coparticipación”.

De Lillo también opinó acerca de las distintas publicaciones y posteos en redes sociales, “No cabe ninguna duda que se está haciendo un uso político de la tasa. No todos están contentos porque siempre hay gente que pretende gobierne otra persona sin importar como lo haga. En más de una ocasión expresé al intendente, cuando lo felicitaban por el tema de la transparencia, que no se ilusione porque algunos saludan por compromiso pero a más de uno pretende que se vaya lo antes posible porque con las gestiones podrían hacer buenos negocios.

A todas las personas que están opinando al respecto me gustaría expresen cómo se resuelve el problema”.

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