El horizonte es bueno, estamos llegando al número de personas que teníamos al momento del cierre
El CEO de Bicontinentar, Juan Recce hizo un repaso de la radicación hasta la actualidad de la empresa ubicada en el Parque Industrial de Chivilcoy que se encuentra a punto de abrir la duodécima línea de producción y finalizarían 2022 con 550 trabajadores. También se refirió a lo específico del rubro.
A este respecto, Juan Recce expresó: "arrancamos hace poco más de un año y medio con una línea de producción. Ya estamos por iniciar la línea 12 de producción, por lo cual hemos crecido 12 veces. Ha sido un proceso largo de reconstrucción, porque la empresa cerró sus operaciones en diciembre de 2018. Tuvimos que volver a recuperar, estaban las maquinarias y las instalaciones, en un lazo de solidaridad la comunidad de Chivilcoy nos presta la nave para operar allí. Pero, hubo que recuperar nuestros vínculos con clientes, nuestros equipos de trabajo. En el retiro voluntario de diciembre de 2018 se fueron 640 trabajadores, poco más de 200 decidieron volver con nosotros y postularse para distintas posiciones”.
“Luego, tuvimos que abrirle las puertas a personas que aprendieron el oficio. Eso es una alegría porque es gente que se suma, que aprende el oficio, también tiene un proceso de maduración y estamos transitando ese proceso, con buenos resultados y con buenas perspectivas pero con mucho esfuerzo”, señaló el CEO, y agregó: “En ese sentido, la colaboración de las personas es para nosotros fundamental. Desde los operarios, el gremio que a puesto su aporte”.
“Estaríamos terminando con unas 550 personas trabajando. Así que, el horizonte es bueno, estamos casi llegando al número de personas que teníamos al momento del cierre. Mucha gente joven, la mitad de la dotación es gente joven, con lo cual allí no solo está el valor del trabajo como organizador social, como accedo al crédito, a la movilidad social sino también toda una transferencia de conocimientos que desarrollan oficios no sólo en el calzado, que serían los conocimientos prácticos”, consignó Recce, e indicó: “En el calzado hay dos grandes mundos, un mundo que es el calzado tradicional, donde están los talleres, donde la gente trabaja el cuero y desarrolla los productos de punta a punta. Después, está el calzado deportivo que es un poco más moderno en cuanto a implementación de tecnología”.
“Los jóvenes que se suman se sumergen en ese mundo, con productos que son los mismos que se comercializan en el mundo, con maquinarias que son las mismas que se utilizan en otros países.
Eso es un primer valor, para una persona que inicia su trayectoria laboral aquí, que se sumerge en el mundo industrial”, esbozó el empresario.
A continuación, remarcó: “La segunda cuestión tiene que ver con todo el aprendizaje de la vida industrial, seguridad e higiene, toma de decisiones, el manejo sistemático de determinados equipamientos. Habilidades que trascienden la frontera del calzado. Estar un par de años trabajando, manejando equipamientos complejos, semirobotizados, programaciones que no necesariamente son manuales. Ese conocimiento genera una habilidad que es transferible a otro tipo de procedimiento. No solo somos un empleador sino también una escuela. En ese sentido, estamos contentos de generar ese rol".
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