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“El objetivo es que se pueda beber agua con la menor cantidad de arsénico posible”

El pasado 15 de junio, concejales del Frente de Todos Chivilcoy, junto al Subsecretario de Recursos Hídricos provincial Guillermo Jelinski, vecinos del barrio y de la Asamblea por el Agua, recorrieron la obra del colector cloacal de refuerzo.

Por tal motivo, en Radio del Centro dialogamos con Ana Benedetti, integrante de la Asamblea por el Agua, para conocer la importancia de la obra en relación a la potabilización del agua.

En principio, Benedetti comentó: “Desde la Comisión Fiscalizadora continuamos trabajando en diferentes aspectos, por un lado poder avanzar para alcanzar la potabilización del agua como corresponde y por otro lado, estamos trabajando en el tema de agroquímicos y fumigaciones al no tener una ordenanza municipal todavía”.

“Estamos abordando temas ambientales relacionados a la salud y con un empuje prácticamente inusitado porque de repente se avivó el interés por todas estas cuestiones que es muy importante”, resaltó.

Con respecto al tema concreto del agua, señaló: “tengo que relacionarlo con la visita del Subsecretario de Recursos Hídricos, el Ing. Guillermo Jelinski, porque evidentemente es un empujón impresionante principalmente porque desde la Comisión Fiscalizadora estuvimos solicitando con insistencia informes y detalles sobre el estado de las obras que nos permitirán llegar o al menos acercarnos a la potabilización del agua cuando se pongan en funcionamiento los módulos que actualmente lo hacen de manera alternada pero no plena.

Honestamente ABSA siempre nos está debiendo ‘un pan para el kilo’ teniendo en cuenta que no había información directa sobre el estado de las obras. No obstante, fuimos invitados y concurrimos en representación de la ciudadanía a observar la obra que se está realizando y quedamos sorprendidos por la magnitud de los trabajos que se llevan a cabo.

Habíamos concurrido por cuenta propia a conocer un poco cómo era el tema, esta vez fuimos invitados y la obra es muy importante. El ingeniero Jelinski nos confirma que cuando se concrete permitirá poner en funcionamiento los módulos generando que pueda bajarse el nivel de arsénico al máximo posible”.

A continuación, detalló: “Serán 4.200 metros de zanjado muy profundo, 5 metros o más, por donde están pasando los caños que recibirá el agua que viene desde la colectora y es la que se necesita.

Los módulos no pueden funcionar a pleno en este momento porque no tienen la capacidad de recibir el caudal de agua de rechazo, con esta obra los caños tendrán la capacidad de recibir el agua de rechazo, después que se la limpie en los módulos, llegará hasta la depuración y el arsénico se irá degradando por procesos químicos para luego continuar su rumbo por el río”.

En cuanto a la potabilización, consignó: “Es lo que se está realizando y el objetivo es que se pueda beber agua con la menor cantidad de arsénico posible surgida de la planta de ABSA. El agua recorrerá la red domiciliaria con un nivel de arsénico, que no creo llegue al 0,01 que establece el Código Alimentario, pero se acercará todo lo posible y convertirá en potable.

El arsénico continuará con el resto de la masa del agua de rechazo y cuando preguntamos por el impacto ambiental nos respondieron que donde hay plantas de abatimiento de arsénico (por osmosis inversa que es su procedimiento) que éste se irá degradando y pasará por la depuración hasta que haya menos. No sería lo óptimo pero es lo que se está haciendo en todos lados”.

A continuación, hizo énfasis en el cuidado del agua: “Otra cuestión que nos interesa mucho difundir desde la asamblea es que nuestras sociedades no tenemos plena conciencia del significado del agua, un elemento que con el tiempo está disminuyendo su capacidad por el calentamiento global, sequías y poblacional. Cada vez que se construye un edificio de diez pisos es una determinada cantidad de personas utilizando cloacas y consumiendo agua, es un tema que nos interesa mucho.

Estamos preparando una forma de concientizar a través del agua y su relación con el medioambiente, la política, con el arte, con todo lo relacionado a sensibilizar a la población no solamente de cuidar el agua si no de dar la importancia que corresponde”.

Seguidamente, esgrimió: “El gran salto lo dio la justicia en Chivilcoy y no la política; formo parte del grupo de 7 familias que pidió un amparo y nos lo concedió el Juzgado, cuando realizamos una presentación judicial en relación a que el agua no era potable con análisis que lo probaba. El juez nos dio la derecha e intimó a ABSA a construir la planta”.

No obstante, anheló: “el tema del agua tiene que ser una política de estado porque tienden a demorarse las obras cuando la decisión política incluye presupuesto. Nuestra aspiración es que sea una política de estado nacional y provincial para que las obras se continúen amén del color político del gobierno de turno. El agua tiene que ser un tema de militancia ambiental”.



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