“En las aplicaciones, los productores tendrán que ser más cuidadosos y hacerlas de manera segura a través de un ingeniero agrónomo pero muchos van por izquierda”
El Presidente de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Chivilcoy y Alberti (AIACA), Roberto Ponsa se refirió a dos aspectos tan importantes para el medioambiente como asimismo controversiales que obedecen a los envases vacíos de fitosanitarios como asimismo también las aplicaciones a campo tanto áreas como terrestres.
En los últimos días del mes de septiembre se llevó a cabo en Chivilcoy una jornada de recepción de envases vacíos y concientización, en el marco de la Ley Nacional 27.279 de gestión de los envases vacíos de fitosanitarios, en conjunto entre el Gobierno de la Provincia Buenos Aires, el programa Campo Limpio y el Municipio.
El encuentro tuvo lugar en el predio ferial de la Asociación Rural de Chivilcoy y contó con el acompañamiento del representante zonal del programa Campo Limpio, Marcos Terranova; el presidente de AIACA, Roberto Ponsa, y la directora de Gobierno, Micaela Román.
Por otro lado, el dirigente y profesional, hizo mención a las aplicaciones y solicitó que al momento de llevarlas a cabo se encuentren avaladas por un ingeniero agrónomo que son los únicos, por ley, en condiciones de hacer la receta agronómica obligatoria.
Consultado acerca del lavado y reciclado de los envases vacíos de fitosanitarios, Ponsa señaló: “Empezamos a mirar al medioambiente de una manera más social, más comprometida donde los fitosanitarios y sus envases no se encuentran exentos, de hecho la provincia de Buenos Aires creó una Ley que ya lleva unos años donde se dicta una trazabilidad de ese plástico que tiene restos de fitosanitarios que en la industria del plástico se recicla, que está muy bien, pero ésta clase de plásticos con impregnaciones de fitosanitarios no pueden ser mezclados con cualquier otra cosa.
En el caso de la industria agropecuaria, los plásticos molidos deben estar destinados a una industria y productos conocidos como varillas para el campo, postes de plástico sin volcarse a otros como puede ser un juguete para un niño. Con esa motivación, la provincia creó una Ley aunque hacemos el llamado al sentido común y cuidado de medioambiente, por eso solicitamos a los productores que utilizan bidones con fitosanitarios éstos regresen a Campo Limpio que los capta en toda la provincia de Buenos Aires no solamente en Chivilcoy aunque es una de las ciudades donde menos se acopia y por eso, la policía ambiental estuvo haciendo allanamientos debido a que el productor agropecuario no tomó la conciencia que esos bidones tienen que ser reciclados de una manera diferenciada con empresas y profesionales que conozcan los restos que contiene sin ir mezclados al bolsón de PET de otra clase de plásticos.
Realmente acercar un camión, llevarlo a un lugar especial, molerlo en forma diferenciada, tiene un costo enorme pero es la única de tener identificado que un bidón con fitosanitarios no vaya a cualquier otro lado que no sea un lugar apto para tal fin. A este respecto, al productor se le pide un triple lavado, algo que el productor ya viene realizando habitualmente, a cuyo envase se le solicita hacer una triple perforación así no se utilice para el destino de un reciclaje”.
En cuanto a la concientización de los productores, el dirigente consignó: “En tal sentido, concurrió un camión de Campo Limpio para recepcionar todos los bidones vacíos de la zona, cada productor que deja sus bidones y es el final de la trazabilidad, lo que busca la provincia de Buenos Aires, que avalamos desde hace algunos años, que sea la manera correcta de dar fin a esa gran cantidad de plásticos con fitosanitarios que andan en los campos o provincia de Buenos Aires, es la metodología más eficiente de encontrarle la vuelta sustentable al uso de una de las herramientas claves para la producción.
A algunos productores les está faltando la conciencia, notamos que los grandes y más tecnológicos que tienen en su haber varios años, varias campañas y más recursos son los que mayor conciencia toman siendo las que empresas que más reciclan, mientras que, los productores más pequeños aún no tienen en su cabeza el reciclaje, esperemos que vaya produciendo un efecto multiplicador para que el residuo del campo sea tratado de forma correcta”.
Por su parte, acerca de las aplicaciones de fitosanitarios, Ponsa sostuvo: “El único profesional que puede prescribir la utilización es el ingeniero agrónomo matriculado y de hecho, desde hace 5 años tenemos un colegio específico de ingenieros agrónomos en la provincia de Buenos Aires que se creó en el año 2018 y actualmente todos pueden estar matriculados en condiciones de generar la receta agronómica obligatoria, la misma que se utiliza para prescribir los medicamentos en la farmacia. No se está cumpliendo en su totalidad la ley en relación a que las aplicaciones se realicen con una receta agronómica avalada por un profesional; todavía se está pudiendo comprar algún fitosanitario sin la receta pero ojalá que en el menor tiempo posible se realice a través de un profesional que sea el responsable de la aplicación porque como ingenieros agrónomos tenemos seguro de mala praxis donde podemos ser juzgados por un tribunal de ética, por un Juez si algo hacemos mal como sucede con cualquier otro profesional que realice mal su tarea”.
En cuanto a la situación de los campos en zona periurbanas, esgrimió: “Igualmente no sentimos temor al estar capacitados para utilizar correctamente los fitosanitarios, ahora si son utilizados por personas que no son idóneas se generan los inconvenientes que últimamente observamos con intervención de la policía ambiental, la Municipalidad y conflictos que tenemos en el periurbano donde recibimos muchas de las denuncias que llegan al área de CAZMA debido a que conocemos a todos los productores y con la finalidad de desentrañar el tejido rural – ciudad. En la totalidad de los casos que se generan conflictos en el periurbano no hay un profesional actuante en las aplicaciones, el problema se soluciona con un profesional que intervenga. El profesional no genera el reclamo porque ya sabe como desempeñarse, entonces no genera conflicto con ningún vecino debido a que sabe el día, el horario, la dirección del viento para fumigar dónde está la dirección del viento, qué fitosanitario utilizará, en qué dosis, quién es el fumigador, como lo hace y los problemas termina minimizándolas al cero por ciento y en caso de ocurrir algún inconveniente es el principal responsable al que se lo llama, por eso velamos que en la aplicación de fitosanitarios esté el ingeniero agrónomo ocurre que no se contrata”.
Cuando le preguntamos por las legislaciones vigentes orientadas a las aplicaciones, planteó: “Existe un bricolaje entre legislaciones nacionales, provinciales y municipales que hacen muy engorroso el entendimiento. Particularmente en el partido de Chivilcoy no hay una ordenanza y tratamos que siempre haya un profesional presente debido que entre Alberti y Chivilcoy son 175 los ingenieros agrónomos somos bastantes pero no están siendo citados para las 205 hectáreas que tiene éste último partido. Al no tener ordenanza apelamos a que en cualquier conflicto que haya, generalmente periurbano porque los problemas no son en medio del campo debido a que la ciudad se fue extendiendo en diferentes avenidas generando un conflicto entre un barrio cerrado nuevo y un campo vecino que hace 50 o 60 años venía trabajando pero ahora sus condiciones cambiaron.
Por lo tanto, las intervenciones tienen que llevarse a cabo de manera correcta y dando la seguridad a los nuevos vecinos, familias que comenzaron a vivir en las avenidas o localidades donde antes era todo zona rural”.
Para finalizar, Ponsa remarcó: “Como ingenieros agrónomos decimos a varios productores que actualmente les cambió la ruralidad, llegó el asfalto, las luces, la ciudad que lo favorece en relación a que su capital actualmente se elevó pero en las intervenciones tendrán que ser más cuidadosos y hacerlas de manera segura a través de un ingeniero agrónomo pero muchos van por izquierda y cuando los detectan tratan de zafar pero si llaman al profesional ya con una denuncia es tarde, no se puede hacer nada.
Las intervenciones en fitosanitarios que tanto miedo provocan, hay muchas cosas que producen cáncer y tenemos terror a esa enfermedad porque lamentablemente aún no está la cura, por eso busco todas las maneras como profesional para que ello no suceda. Los fitosanitarios correctamente aplicados no producen cáncer y favorecen a la producción”.
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