En todas partes del mundo, en los lugares menos imaginables está el espacio de tango, la milonga
El cantante de tango, Mario Farías nos contó como nuestra música ciudadana trasciende las fronteras, se escucha y se baila hasta en los países menos pensados.
En los continentes que Mario Farías visitó, se encontró al tango en diferentes lugares e incluso estuvo cantando en ellos.
Entrevistado en Radio del Centro, el interprete nos contó sus experiencias en el extranjero llevando nuestra música, qué compositores se quieren escuchar en otros países, qué tangos le agrada cantar, entre otras cosas.
-¿Cómo fue ir a cantar tangos a Japón?
-Es muy loco pensarlo o cuando me lo comentaban de ir a cantar tango a Japón pero realmente hay una movida de tango impresionante y pude deducir que la música japonesa tiene mucho que ver con el origen del tango, con la melancolía. Tomaron un amor por el tango pero principalmente un respeto importante porque lo estudian mucho más que nosotros, conocen más que nosotros y en uno los viajes me encontré realizando una gira con un japonés (Roberto Sugiura) que viajó por todo el mundo, estuvo mucho tiempo en Argentina, recorrió centroamérica y habla correctamente el español. Cuando me encontré con él en el camarín me comentó acerca de diferentes cuestiones relacionadas al tango que no tenía tan presente.
La respuesta del público impresionante, los teatros llenos y a los japoneses les interesa y agrada mucho el tango. Muchos músicos y gente vinculada al tango, especialmente bailarines, que viajan mucho a Japón.
-¿El tango está en gran parte del mundo?
-En todas partes del mundo, en los lugares menos imaginables está el espacio de tango, la milonga, el espectáculo de tango. En 2011 estuve en Roma (Italia) por un intercambio cultural, que se realizaba con motivo de festejar los 150 años de la República, al ser contratado para hacer un show en la parte de Roma Vintage donde había una mega discoteca y una de las pistas era de tango, una glorieta gigante. Cuando llego estaba la pista repleta bailando y escuchando tango; no había músicos pero me pusieron la pista de tango y canté entre los bailarines. Son aspectos que no dejan de sorprenderme.
En 2005 tuve la posibilidad de estar en La Habana (Cuba) con un espectáculo como integrante del grupo de Lucy Lozzi, una obra teatral – musical donde cantaba boleros pero hacíamos un intervalo con el maestro Juan Franchisconi de tangos. Realmente era increíble lo que sucedía con el público cubano y el tango, fascinados con los acordes del tango e incluso excelentes músicos de ese país. Gracias al tango y a la vida tuve la suerte de poder disfrutar de todos esos momentos.
-¿Qué interpretes o compositores más gusta a los japoneses?
-Los japoneses son muy organizados y con mucho tiempo de anticipación envían la lista de los tangos que entrarán dentro de nuestro show que de alguna manera deben estar dentro del repertorio. De todas maneras con el director de Tango Emotion, Enrique Cuttini, grabamos nuestro último disco en 2017 y lo presentamos en Japón. En los shows principalmente los clásicos no pueden faltar como ‘por una cabeza’, ‘volver’ ‘caminito’, mucho Gardel pero también Piazzola que en el mundo hizo una revolución a partir de su revelación musical de la mano del tango porque creo un estilo propio y rompió modelos que en su momento fue muy recibido y criticado pero tuvo una recepción muy buena a nivel internacional porque tiene mucho de jazz. Libertango no puede faltar aunque el repertorio es bastante amplio porque también involucra a Troilo debido a que conocen mucho de tango. Tuve la posibilidad de incluir en el repertorio ‘el amor desolado’ la canción de Alberto Cortés hecha en tiempo de tango como asimismo cantar entre el público ‘Besame mucho’ que es un bolero y escucharlos corear el estribillo. Nos puede parecer un público frío por la cultura oriental pero son muy pasionales y me sorprendió gratamente.
-¿Los tangos qué más disfruta de cantar?
-La gran poesía que tiene cada uno de los tangos requiere de la interpretación y poder transmitir aquella que el autor volcó en una determinada canción. Me gusta mucho el repertorio recio donde me siento identificado pero todo parte de poder sentir cada uno de los tangos y transmitirlo como asimismo llegar al público de esa manera. Tengo 46 años de escuchar, vivir y cantar el tango, ayudándome muchísimo primeramente escuchando a mi papá debajo del escenario, mirándolo, compartiendo ensayos y noches de espectáculos, vivenciando muchísimo el tango porque en mi casa se escuchaba y así lo fui incorporando. Cuando me toca interpretar cualquier canción de tango, de alguna manera rememoro un montón de momentos que me hacen llegar al fondo de la canción para poder transmitir al público. El cantante tiene que ser interprete y poder llegar a la gente.
-¿Por qué incluye un tango en su repertorio?
-Hay muchos tangos que elijo en mi repertorio muy influenciado por mi padre pero también porque me di cuenta en todo este tiempo que estoy arriba del escenario que ese tango llega a la gente y realmente lo siente, forma parte de la búsqueda de mi repertorio.
Si bien tengo ciertas preferencias y en lo más contemporáneo me gusta mucho Rubén Juárez como un referente, puedo mencionar varios cantantes como el mismísimo ‘Polaco’ Goyeneche o Argentino Ledesma pero escucho a todos para sacar un poco de cada uno e ir aprendiendo.
-¿El público de Chivilcoy con Mario Farías?
-Soy un agradecido del público chivilcoyano y pese a que mis orígenes no son de la ciudad porque nací en Alberti donde viví toda mi adolescencia ya hace 20 años que me encuentro radicado en Chivilcoy. El público chivilcoyano me ayudó muchísimo porque llegué en un momento complicado de mi vida cuando estaba en Buenos Aires, mi familia decide empezar a vivir en Chivilcoy y fallece mi padre. Consideré que no iba a volver a cantar pero tuve la suerte de contar con mucho apoyo de la gente de Chivilcoy que siento, de la misma manera que el respeto y reconocimiento, en cada una de mis presentaciones.
-¿El tango tiene su espacio?
-El tango estuvo, está y estará porque es parte de nuestra idiosincrasia siendo muy difícil que desaparezca, de todas maneras los lugares son mucho más reducidos, el público es más selecto. Se acerca gente joven a través del baile pero en ocasiones son momentos y no perduran en el tiempo. Los lugares no abundan porque la cuestión económica y comercial se imponen en relación a que un boliche organiza un espectáculo de tango y concurren 100 personas en el mejor de los casos, pero hacen un espectáculo de rock o música tropical concurriendo 400. Como el tango dejó de ser comercial en cuanto a la grabación de discos y espectáculos, actualmente hay mucha producción propia en relación a producir y armar un show. Los lugares no son muchos pero se van generando espacios.
-¿El tango con músicos?
-En cualquier parte del mundo es mala palabra ir a cantar con karaoke, con pistas. Tengo pistas, canté con ellas pero cada vez quiero hacerlo menos y algunas convocatorias las rechazo porque me cuesta cantar sin músicos. Estar con músicos y presentar un contexto en el espectáculo para el público principalmente, como asimismo es un respeto para el artista, son aspectos que deben mantenerse.
-¿Proyectos para 2023?
-Mi cuenta pendiente es volver a producir un espectáculo en Chivilcoy principalmente. Tuve la posibilidad de presentar dos discos en teatro con acompañamiento de la gente. Cada año me propongo organizar un espectáculo de tango integral que concurra a compartir conmigo y ofrecer algo distinto. También está latente la posibilidad de viajar al exterior.
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