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Es importante diferenciar el cometer errores a tener un proyecto

Este lunes, el Diputado Nacional por Juntos, Waldo Wolff, estuvo en Chivilcoy, en el local del PRO de la calle Bolívar. Dialogó con distintos dirigentes locales y militantes. También brindó una conferencia de prensa.

El legislador nacional estuvo acompañado en la mesa por Beatriz Sotera, presidenta del PRO local, Gabriel Fagliano vicepresidente del PRO y Mariano Barroso, intendente de 9 de Julio.


-¿Qué opinión le merece el oficialismo nacional y su proceder?

-Noto un oficialismo que se autopercibe oposición y es un gran problema que tenemos casi psicoanalítico donde además lo hacen con un profesionalismo prácticamente patológico porque se los escucha hablar del otro como si no tuviera necesidad u obligación de gobernar al país.

Tenemos un enorme problema y me llama la atención, teniendo que hacer una enorme diferenciación entre el oficialismo actual y el nuestro más la disociación de conducción. Durante 2015 y 2019 fui un vocero bastante presente de nuestro gobierno y cuando me tocaba ir a los medios me hacía cargo de las cosas que no salían; si la inflación no se podía bajar nos hacíamos cargo que no se podía bajar de la misma manera que señalábamos el hecho que no se pudiera bajar la pobreza, si había problema en algún distrito específico o alguna cuestión particular nos hacíamos cargo.

Actualmente encontramos ese profesionalismo del oficialismo actual de disociarse de todos y no tener con quien hablar.


-¿Qué diferencia a Cambiemos con el del Frente de Todos para querer ser gobierno?

-Tenemos que trabajar para mencionar aquello que estamos en condiciones de ofrecer, empezando por hacernos cargo de quienes somos. Fuimos un gobierno y somos un espacio que debe hacerse cargo de lo bueno y de lo malo que hizo pero es una cuestión muy importante para ofrecer a nuestro votante. Por otro lado, hay un 30 por ciento de Argentina que no es fácil de convencer por su fanatismo dogmático, es complicado perforar ese universo de votantes. En tanto que, el resto de los votantes entienden que se cometieron errores porque es imposible gobernar sin cometerlos y situaciones de aprendizaje, pero se puede mirar a la gente a la cara, reconocer que se cometió un error y subsanarlo para establecer una situación de empatía para con el votante.

No obstante, cuando comete delitos el ‘Kirchnerismo’ vuelve a perfeccionarlos, en definitiva lo que vino a hacer este gobierno y de hecho, la agenda de Cristina Fernández de Kirchner solamente está relacionada a lo jurídico, ahora empezó a hablar de inseguridad vaya a saber por qué motivo pero estuvo disociada la Vice Presidenta de la Nación de la pandemia, de la crisis económica, de la inflación, de la pobreza, del éxodo de los jóvenes. Es importante diferenciar el cometer errores a tener un proyecto donde se hace tanto hincapié en cuestiones vinculadas principalmente a lo jurídico.


-¿Los principales errores que cometió Cambiemos cuando fue gobierno desde su perspectiva?

-Hay errores y aprendizajes. Se que cuesta y duele pero para hacer un análisis político hay que elevarse un poco del momento que le toca vivir para realizar un análisis macro temporal. No entiendo que el gobierno de Mauricio (Macri) debe ser comparado en distintos planos pero especialmente en los gobiernos no peronistas. Ya se dijo mucho ser el primer gobierno no peronista en terminar un mandato. Vargas Llosa en la presentación del libro de Macri dijo una frase que sintetiza muy bien la realidad que nos tocó vivir en relación a que ‘el gobierno de Mauricio cometió errores como todos y aciertos como ninguno’. Argentina al problema de la inflación no lo pude resolver nadie y Cambiemos tampoco, el problema de la pobreza creciente desde el año ‘83 no lo pudo resolver nadie y Cambiemos tampoco.

Uno de los errores fue subestimar cuestiones que requieren más tiempo por mandato, el esfuerzo de la gente y sobrestimado el marketing en relación a los procesos que tienen tiempos ineludibles.


-¿Qué se le dice a la gente en el territorio?

-Lo primero a decir a la gente en campaña es que no podremos resolver nada en un mandato y quien estima se puede resolver fácil que le crea a quien volverá a venderle espejitos de colores. Si tengo que hacer una crítica pasa por el hecho de subestimar los procesos y la función del marketing por encima de la verdad aunque duela.


-¿La interna de Juntos?

-Estamos ante una interna que es lógica, entiendo que a muchos no les gusta y 8 de cada 10 personas que se me acercan me dicen no se peleen, pero es parte de la política. No hay que temer a la pelea si tenemos una responsabilidad de hacerlo con reglas claras, con reglas nobles y no pegar por debajo del cinturón. Siempre llamé a la unidad y tenemos una responsabilidad enorme que es interpretar aquello que tenemos enfrente.

En mi partido ideal tendría premisas o condicionamientos con respecto a muchos de quienes serán mis aliados circunstanciales dentro de este espacio tengan misiones distintas. Un político tiene que estar a la altura del momento que le toca vivir.

Es una etapa para hablar con la militancia de todos lados y discutir pero en el entendimiento que debe estar con la pertenencia del espacio sobre la mesa, no en romper y demás si no el ‘Kirchnerismo’ no se va más con las consecuencias que puede tener el hecho que permanezca esta clase de gobierno que después no se van más como sucede en Cuba, Venezuela, Nicaragua y sin salir del país lo que pasa en Formosa donde hay un 70 por ciento de empleados públicos, una provincia con coparticipación sin ninguna clase de producción con valor agregado, eso es el populismo.

Se viene una interna que a mi entender necesita ordenarse y desde mi lugar, viviré llamando a cuidar las formas, el espacio de unidad no solamente porque quede bien y suene lindo porque si no nos volverán a ganar.


-¿Enfrente qué adversario tienen?

-Enfrente no tenemos un partido convencional, no es como Uruguay que si ganan Colorados o Blancos seguirá funcionando igual la democracia o como ocurre en Estados Unidos en relación a si triunfan los Demócratas o Republicanos porque en nuestro caso tenemos enfrente a un Kirchnerismo que es depredador, que necesita destruir y demonizar al otro como partido político. Un espacio que empeoró el stock de carne, el stock energético, de dólares, de hijos que se macharon del país, es un partido que te regala el presente y roba el futuro a base de repartir, repartir y repartir que de no tener consecuencias nefastas sería hermoso y el proyecto sería únicamente emitir y generar más derechos. Nadie se puede oponer a una vivienda digna, a un trabajo digno, todos lo queremos pero se necesita de una contrapartida.


-¿Cómo se sale de los planes y se pasa al trabajo genuino?

-Volumen político, en relación a una masa crítica de votantes, para lograr la mayoría en ambos congresos y conseguir rápidamente una reforma laboral e impositiva. No hay que entrar en la psicopatía de los movimientos más conservadores a decir la palabra reforma. Tenemos un 40 por ciento de la población fuera del sistema laboral. En Argentina nadie quiere tomar empleados, a excepción que le explote la producción de una manera que no pueda sostenerla, si no se toma gente en negro, trabajan sus familiares y ni hablar de la presión impositiva que es una de las más altas del mundo. La manera de bajar los planes es ir hacia una reforma laboral donde tener un empleado sea sencillo y damos beneficios para que pueda incorporarse mano de obra, como asimismo permitimos al empresario ganar dinero lo invertirá en el país, tomará más gente y gradualmente se podrán ir bajando la cantidad de planes porque se empieza a recuperar el trabajo. Hace una década que no hay recuperación del trabajo privado.






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