Ferraguti: “Es un cultivo que exige al productor estar técnicamente preparado para realizarlo"
- dlcchivilcoy
- 3 nov 2020
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El ingeniero agrónomo, Facundo Ferraguti de la Estación Experimental Agropecuaria Oliveros del INTA, fue entrevistado por Radio del Centro y brindó un panorama de la siembra de maíz que acaba de comenzar.
“Es una campaña atípica, además del contexto del Covid, en relación a que veníamos manejando que tendríamos un año ‘Niña’ que se caracteriza por una merma en las precipitaciones totales, también por heladas tardías y temperaturas por encima de lo normal, teniendo que tomar medidas consideradas defensivas para la implantación del cultivo”, comentó el especialista.
Además, agregó: “veníamos de un invierno bastante seco con mucha frecuencia de heladas, poca recarga del perfil del otoño, pero sin embargo la mayoría de quienes sembramos maíz de primera esperábamos que sea una ‘Niña corta’ y a finales de diciembre su influencia no sea tan pronunciada para recuperar valores históricos de las precipitaciones”.
“De hecho, se pudo sembrar en buenas fechas de primera en la mayoría de la zona Núcleo, con precipitaciones de mediados de septiembre permitiendo una implantación bastante buena en la mayoría de los lotes”, resaltó, y exclamó: “la lluvia de esta última semana fue una bendición porque nos permitieron recuperar el estatus hídrico para aguantar en los últimos días”.
“La mayoría que se asesoró, ante un año ‘Niña’, era consciente que debía tomar algunas precauciones como bajar la densidad, ajustar la fertilización, ser más riguroso con el control de malezas”, puntualizó Ferraguti.
E indicó: “quienes adoptaron esas acciones de entrada y ahora observan que hubo una respuesta desde el punto del ambiente porque las precipitaciones acompañaron en algunos casos con buena cantidad de milímetros, nos da margen para comenzar a principios de este mes un crecimiento rápido del maíz cuando cierra el surco para entrar ya a principios o mediados de diciembre tener los lotes en R1”.
“El período de diciembre será clave como todos los años porque ese mes ingresando en la floración femenina donde se definen todos los componentes de rendimiento”, mencionó, y explicó: “Diciembre es el más crítico que tenemos, podemos venir bien de antes y estar bien después aunque en este mes crítico los quince días previos a la aparición de las barbas del choclo determinan el rendimiento del maíz”.
“Si para ese punto llegamos con buena agua en el perfil o se restablecen las precipitaciones, pese a ser un año ‘Niña’ no tenemos porque tener la expectativa que la merma de rinde sea mucha”, esgrimió.
Además, remarcó: “Hay zonas por la versión a correr riesgos por el año ‘Niña’ se pasaron varios lotes a tardíos, mientras que, otros no están muy a favor de prolongar el barbecho hasta diciembre por una cuestión de complicaciones de malezas y prefirieron sembrar de primera haciendo algunos ajustes, pero sostener la superficie debido a que venían complicados de malezas y observaban aún peor prolongar el período de barbecho hasta diciembre”.
“Actualmente a nivel nacional está bastante repartida la superficie de maíz tardío con maíz de primera, en algunos lugares es 70 a 40”, expresó.
Además, precisó: “En otros sitios, principalmente de alto potencial e influencia de napa, es más rato que se meta mucho el tardío porque hay un excelente potencial de rendimiento de primera y andan en 60 -30, aunque puede hacerse un promedio general del país en la zonas maiceras típicas que está en torno a 50 – 50”.
“Si se estaba decidiendo la siembra a fin de julio o principio de agosto no había expectativa que sea una ‘niña corta’ sino que se iba a prolongar hasta mediados del mes de enero, por lo tanto pensar en un evento donde la sequía se extienda durante diciembre y enero no hay humedad suficiente para sembrar el maíz tardío”, especificó.
En tal sentido, sostuvo: “Son los momentos donde hay que tomar coraje y una decisión fue lo que muchos hicieron a principio de septiembre, pero con esas precipitaciones que permitían la implantación largaron con la de primera, cruzando los dedos y a muchos no le saldrá mal esa apuesta”.
“El maíz por ser un cultivo que tiene muy limitada su capacidad de compensar ante eventualidades exige saber la densidad óptima, elegir bien el híbrido, conocer bien la dosis óptima para fertilizar porque es bastante demandante en insumos y una inversión importante por hectárea”, puntualizó.
“Es un cultivo que exige al productor estar técnicamente preparado para realizarlo y llevar a cabo ajustes”, espetó, y esbozó: “Los productores que no están al día o invierten mal en relación a comprar un buen híbrido pero no fertilizan acompañado o no realizan un adecuado control de malezas después se dan cuenta que no es el camino teniendo que corregirlo o dejar de hacer maíz”.
“Por lo tanto, quien implanta maíz lo hace bastante bien acompañando de toda inversión en genética que realizaron las empresas en los últimos años, un conjunto de herramientas brindadas que permiten al maíz ser actualmente en kilos el grano más fluido de Argentina”, subrayó.
Acto seguido, el técnico expuso: “El maíz como grano tiene la capacidad de trascender muchísimas barreras sin ser únicamente un commoditie sino un insumo transformable en un montón de industrias no solamente desde suplementación animal o incorporar en la dieta de animales sino también jugando muy fuerte en la industria del biocombustible e incluso en la economía circular”.





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