Fue un año de mucho trabajo pero pocos resultados.
El saldo legislativo 2022, el Código de Zonificación aprobado por mayoría en el Concejo Deliberante, la Ley de Alcohol Cero, los proyectos presentados por el Bloque del Frente De Todos, fueron algunos de los temas tratados con el Dr. Gustavo Bruno, concejal del Frente Renovador.
También, entrevistado en Radio del Centro, el edil habló acerca de la tarea interna de su bloque y destacó el trabajo en común pese a representar a distintas agrupaciones.
-¿Balance de la tarea legislativa 2022?
-Fue un trabajo mancomunado con todos los concejales. El Bloque del Frente De Todos está integrado por concejales que pertenecemos a distintas agrupaciones que lo conforman aunque con objetivos en común y trabajamos principalmente en pos de la comunidad, tratando de acercar al Concejo Deliberante las necesidades de la población. En tal sentido, se trabajó mucho con la necesidad de la gente en los barrios que más están olvidados por la administración municipal, aquellos barrios que sufren problemas de inundaciones cuando llueve.
La falta de mantenimiento y de presencia de la gestión municipal en cuanto a la recolección de residuos, a la reposición de luminarias, al mantenimiento de los espacios verdes y al respecto se trabajó desde el Concejo Deliberante intentando trasladar esas demandas.
-¿Qué propuestas elevaron?
-También con algunas propuestas relacionadas a la vida cotidiana porque en ocasiones hay personas que al no conocer el funcionamiento del Concejo y creen que pasa más por una cuestión política en lugar de gestionar la demanda de la sociedad y necesidades que tiene la gente.
Proponemos que el municipio devuelva aquello que se cobra en concepto de tasas e impuestos en mantenimiento de la cinta asfáltica, las columnas de alumbrado, los espacios verdes, la pintura de las bicisendas.
Todo se fue reclamando durante el año 2022 pero nos encontramos en gran parte del año con la resistencia del oficialismo a pedidos de informe sobre el estado del Cementerio cuando se creó la tasa, de los barrios que están prácticamente olvidados por la administración municipal y también en relación a por qué no se repara la cinta asfáltica de gran parte de las calles de Chivilcoy que actualmente son intransitables. Un asfalto nuevo que se rompió y no se reparó o en su defecto, no hay mantenimiento ni tampoco de las columnas.
-¿Los proyectos se concretan o no?
-Por una obstrucción que permanentemente hace el bloque de concejales oficialistas no se pueden lograr concretar los proyectos. Fue un año difícil en tal sentido al entender que se puede vivir mejor y hay muchas cosas para hacer en la ciudad. En este momento, se están cerrando las puertas al diálogo y aquello que expresan los vecinos que hace el Ejecutivo en un montón de aspectos como sucede con los servicios básicos y de hecho, la cuestión sanitarias nunca se resolvió.
-¿Qué destino tuvieron las iniciativas relacionadas a la salud?
-Salimos de la primera pandemia con la idea de ordenarnos en el sistema sanitario e íbamos a tener uno que pueda contener a la ciudad desde lo público y lo privado, pero seguimos con el mismo déficit de tener un Hospital Municipal que acapara el 95 por ciento de las consultas, las clínicas privadas no pudieron todavía resolver la cuestión asistencial con los profesionales de guardia. Los médicos, enfermeros y demás personal de salud que trabajan en el Hospital se encuentran agotados debido a que la demanda es creciente. El modelo de Atención Primaria está desmantelado y la gente no puede recurrir a que la atiendan porque no hay profesionales.
Pedimos la conformación de una mesa de emergencia sanitaria con participantes de todos los bloques, las clínicas privadas, los funcionarios de salud y nunca se concretó porque el oficialismo no estuvo dispuesto a dar esa discusión que afecta a la vida cotidiana de cada uno como sucede con el Tránsito, con la Seguridad. Hay discutir éstas cuestiones de frente con el oficialismo sin pensar en cuestiones partidarias y políticas si no buscando la manera de resolver la vida a la gente. Fue un año de mucho trabajo pero pocos resultados porque con la actual administración se puede dialogar poco.
-¿Por qué se opusieron al nuevo Código de Zonificación?
-El Código de Zonificación es un tema muy puntual que determina cómo se ordenará y planificará la ciudad hacia 20 o 30 años. El Código que se venía trabajando desde el municipio fue rechazado por todos los colegios de profesionales debido a que carecía de elementos fundamentales para establecer el crecimiento de la ciudad, cuáles serán los sectores que se desarrollarán más que otros, hacia dónde irán los servicios como agua, gas, cloacas. Fue rechazado por los colegios profesionales ante todo porque no fueron consultados y además cuando lo analizan, entienden que el presentado hace terminar a la ciudad en la Ruta Provincial Nº 30 y rumbo al Centro Tradicionalista El Fogón no tiene indicadores para seguir desarrollando la ciudad. Nos reunimos con los Colegios de Arquitectos, de Agrimensores, de Ingenieros, con las personas que tienen escribanías, con abogados, con personas entendidas en la materia y vienen trabajando al respecto, encontrando todos muchas falencias al Código. Igualmente, por una cuestión de mayoría, el oficialismo aprueba el Código de Zonificación al que va cambiando el nombre para poder sacarlo con el voto mayoritario y acompañamiento de algunos bloques que habitualmente respaldan al oficialismo. Desde mi formación profesional entiendo que deberían tener la palabra los que saben del tema y los que saben del tema, encontraron múltiples falencias y solicitaron más tiempo para analizar el Código. Sin embargo, fue aprobado y nos condena a una ciudad que no sabemos cómo crecerá. Entre todos tenemos que pensar una ciudad no solamente para nosotros si no para las generaciones venideras y tener un Chivilcoy desarrollada, atractiva para vivir y no como sucede ahora que no tiene perspectivas de crecimiento, que en los últimos diez años no se desarrolló.
-Salió la ley de Alcohol Cero, ¿Qué opinión le merece?
-Propusimos la adhesión a la Ley antes que ésta salga, ahora se promulgó y está vigente a partir del 1° de enero. Se trata de un cambio de conducta tanto de los adultos como de los jóvenes. A partir de ahora, debemos cambiar la actitud y atraviesa a todos los estratos de la sociedad, como asimismo franjas etarias, de no consumir alcohol si se va a conducir un vehículo. Se termina con la especulación en relación al alcohol a consumir, ahora la tolerancia es cero y quien conduce no debe tomar.
No es una cuestión caprichosa si no que desde hace años se viene trabajando y demostrado que gran parte de los accidentes relacionados a la conducción están vinculados con el alcohol y la mayoría afecta a los jóvenes. Entonces, si el alcohol es un factor determinante para generar accidentes y afecta más a los jóvenes que a los mayores hay que trabajar sobre ese factor para generar un cambio de conducta.
Es una buena medida porque cuando observamos los índices de siniestralidad existentes principalmente en las rutas pero también en los centros urbanos porque mucha accidentología ocurre dentro de las ciudades vinculadas con el consumo de alcohol. Sin dudas que esta medida genera un cambio de conducta también de paradigma en relación a empezar a mirar el tránsito desde otra perspectiva y una enorme responsabilidad no solamente porque debemos cumplir la ley si no difundirla, comunicarla.
No se puede conducir luego de consumir alcohol y estamos muy animados con este tema porque presentamos la adhesión a la ley a mitad de año, estamos convencidos de ella y en cualquier momento será una medida a nivel nacional. Ojalá el ejecutivo puede utilizar la herramienta para bajar el índice de siniestralidad como una cuestión educativa y no como una cuestión punitiva.

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