“Fui reuniendo toda la información dispersa para concentrarla en este trabajo donde investigo la parte policial y la batalla judicial posterior”
“El asesinato del poeta Carlos Ortiz” es el título del nuevo libro de Rubén Osvaldo Cané Nóbile. En este libro, de 108 páginas, el lector encontrará el contexto histórico en el que se inserta este hecho, sus antecedentes, el trágico episodio, la posterior lucha por lograr esclarecerlo y hacer que los responsables recibieran el correspondiente castigo.
Entrevistado en Radio del Centro, el autor del ejemplar, en la introducción de la charla comentó: “Se trata de una separata de un libro más grande sobre la historia de Chivilcoy, ocurre que como se estaba haciendo más voluminoso y había profundizado bastante en la investigación del asesinato de Carlos Ortiz decidí hacer un libro aparte. La temática en sí me interesó y atrapó debido a que es un caso que todavía tiene algunas aristas sin resolver que lo convierte en más enigmático”.
-¿Qué aristas sin resolver?
-No pude encontrar el expediente judicial y sería muy importante poder hallarlo, lo busqué en el Archivo Judicial de Chivilcoy, de Mercedes y también pregunté por el expediente en el Archivo Judicial de La Plata; es importante porque la defensa de un grupo de acusados, personas que fueron imputadas en el crimen, recurrió a todos los instrumentos que podían demorar el juicio y dilatarlo e incluso embrollarlo un poco. Había dos instrumentos judiciales en aquella época que permitían la recusación de los jueces sin motivo y también se le podía pedir al abogado que brindara una demostración que tenía recursos económicos suficientes para pagar las costas del juicio si lo perdían. Los dos instrumentos fueron utilizados por los acusados del crimen de uno, a medida que iban siendo sentados en el banquillo apelaban a este recurso y el expediente judicial fue de Mercedes, como asiento judicial, a La Plata e iba cambiando de jueces. Teníamos la versión que los expedientes viejos que ya tenían muchos años, como éste que se trata de un hecho criminal ocurrido en 1910 cuya sentencia judicial data de diciembre de 1912, tendría que estar en el Complejo Histórico de Chivilcoy dentro del Archivo Judicial pero tampoco está.
-¿A qué obedece la importancia del expediente?
-El expediente es importante no solamente por Carlos Ortiz que fue la persona asesinada si no porque toda la acusación cayó sobre Vicente Domingo Loveira como autor intelectual, una persona muy importante para la ciudad en esa época, quien en ese momento era Senador Provincial pero además el hombre fuerte de Chivilcoy. La figura política de Loveira creció a la sombra de un caudillo conservador como Carlos Ceballos y cuando éste fallece en 1895, Loveira pasa a ocupar el primer plano en el Partido Conservador y logró ser intendente merced a su poderío teniendo una primera etapa de 1900 a 1901, después tuvo un período de eclipse por los vaivenes de la política pero consiguió hacerse elegir nuevamente como intendente en el período de 1907 a 1908. Cuando ocurre el asesinato de Carlos Ortiz, quien estaba ejerciendo el cargo de intendente es un ladero de Loveira, un hombre de su confianza: Ernesto Barbagelatta también del Partido Conservador.
No sé si Loveira tenía tanto poder para hacer desaparecer un expediente que no le convenía o se encuentra en algún lugar impensado, pero hasta ahora no puede acceder.
-¿Las fuentes de su investigación?
-La investigación se centró en el libro ‘Sangre Nuestra’ que escribió Alberto Ghiraldo, gran amigo del poeta Carlos Ortiz quien sintió muchísimo su muerte, que es muy voluminoso y cuenta con 512 páginas donde contiene lo ocurrido en ese suceso trágico más poesías, documentos, reproduce diarios de la época, que tampoco están en el Archivo Histórico, así que complementa mucho con otros diarios que sí están como sucede con ‘El Debate’ que pertenecía al señor, Antonio Seara, que en algún momento fue la mano derecha de Loveira, pero luego por motivos que desconocemos terminaron enfrentándose muy fuerte y Seara desde diario ‘El Debate’ comenzó a atacarlo a Loveira con toda la intención de ‘llevarlo puesto’ a punto tal de destruirlo. Seara utilizó el asesinato de Carlos Ortiz como motivo para atacarlo a través de las páginas de su diario. Después hay un trabajo muy interesante realizado por otro investigador chivilcoyano que escribió sobre este crimen y también me sirvió como material de consulta. Fui reuniendo toda la información dispersa para concentrarla en este trabajo donde investigo la parte policial y la batalla judicial posterior.
-¿Hubo alguna condena o quedó impune?
-La orden que tenía el grupo de sicarios, aparentemente era disparar contra el Club Social únicamente para asustar a la gente y provocar un gran revuelo para arruinar el banquete, ocurre que cuando abren fuego quiso el destino y la desgracia que Carlos Ortiz se acercara hacia uno de los balcones para hablar con sus hermanas y otras personas que no habían podido ingresar, cuando se arrima al balcón es cuando los hombres deciden abrir fuego y recibe dos impactos de bala, uno de ellos ingresó por el abdomen afectándole el intestino provocando su muerte porque el otro disparo impactó en la pierna. Hubo otros heridos más aunque de menores consecuencias.
Con respecto al esclarecimiento del crimen, solamente hubo una sentencia judicial y satisfactoria cuando se pronunció la justicia en diciembre de 1912, absolviendo a Loveira por falta de méritos y condenó a Emiliano C. Barrios a 8 años de prisión (uno de los integrantes del grupo de sicarios que abrió fuego contra los asistentes al banquete) como asimismo a Cipriano Cofré (también integrante del grupo atacante) a 6 años de prisión, me pareció poca sentencia tratándose de un crimen peor lógicamente Loveira había movido todo su peso e influencia política para que todos los imputados sean declarados inocentes.
-¿Loveira estuvo implicado en el asesinato de Carlos Ortiz?
-El día que se cometió el crimen, Loveira no estaba en Chivilcoy debido a que una de sus estrategias, que denuncia Seara quien lo conocía muy íntimamente ya que en algún momento fue su compañero de correrías, cuando iba a hacer que sus secuaces cometieran algún atentado se marchaba de la ciudad para no quedar implicado. De hecho, la noche de los disparos hacia el Club Social, Loveira estaba descansando en un chalet que recientemente se había comprado en la ciudad de Mar del Plata y tardó varios días en retornar a Chivilcoy, pero los hombres que abrieron fuego contra los asistentes al banquete gritaron ¡viva Loveira! y fue la primera implicancia. Ahora, suponiendo que eran enemigos de Loveira y gritaron a su favor para hacerlo quedar mal e implicarlo en el hecho, ocurre que cuando la policía fue arrestando uno por uno a todos los integrante de ese grupo que atacó todos tenían algún puesto en la Municipalidad y en esa época no había superposición de cargos como ocurre ahora. Loveira además de ser Diputado Provincial también era Presidente del Honorable Concejo Deliberante de Chivilcoy.
El ataque fue para con otros Conservadores que estaban reunidos en el Club Social producto de una lucha interna muy fuerte y explicaba por qué los enemigos de Loveira logran la intervención del municipio de Chivilcoy. Los otros gobernadores que sucedieron a Marcelino Ugarte también fueron conservadores pero no quisieron quedar pegados a un crimen.
-¿El enfrentamiento entre Mathus y Loveira?
-Una de las personas que se animó a enfrentar a Loveira fue precisamente el profesor Alejandro Mathus, hombre de mucho prestigio social que fue uno de los fundadores de la Escuela Normal, ejercía la dirección del establecimiento educativo y también presidía el Club Social, por eso el banquete se realizó en ésta institución. Una de las armas menos violenta de todas que utilizaba Loveira era conseguir que trasladen a las personas que se ponían en su contra, cuando tenía un cargo movía su influencia y lo sacaba de Chivilcoy debido a que uno de los métodos de Loveira para afianzarse en el poder era la ayuda económica, repartiendo trabajos para ubicar a sus simpatizantes en puestos públicos consiguiéndoles cargos pero cuando alguna persona de la repartición pública no se sometía a su voluntad movía la influencia para conseguir su traslado.
Mathus fue víctima de varios atentados porque en primer lugar efectuaron disparos de arma de fuego contra su vivienda porque el meter miedo era un arma utilizaba por Loveira para que se vayan solos, luego hubo un ataque directo hacia su persona y radicó la denuncia policial aunque la policía no mostró interés en investigar porque el comisario también era hombre de Loveira. Antes que ocurra la tragedia en el Club Social, una comisión de conservadores opositores a Loveira se fue a entrevistar con el Ministro de Gobierno Bonaerense con la intención que se cambie al comisario pero la gestión fracasó a punto tal que en lugar de remover al Comisario terminaron trasladando a Mathus, todo al revés.
El enfrentamiento de Loveira y Mathus era que el entonces Senador quería inmiscuirse en las designaciones y decisiones que se tomaban dentro de la Escuela Normal creyéndose con derecho por la gestión que hizo para la donación del terreno para la construcción del establecimiento.
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