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Juan Pablo Gianatiempo: “La incidencia de los granos sobre los bienes finales es relativamente baja”

En el programa ‘INTA en la Radio’, Juan Pablo Gianatiempo, analista del Mercado de Granos del Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires se expresó con respecto al informe sobre el impacto del precio de los granos en los alimentos denominado ‘del campo a la góndola’.

En principio, Gianatiempo manifestó: “Con el aumento de precios que se vio en los últimos meses tanto a nivel internacional como su impacto en los precios domésticos se revivieron las cuestiones en relación a cuál es el efecto que tienen estos aumentos en los precios de los granos sobre el bienestar del consumidor”.

“A partir de este aumento de precios se empezó a vislumbrar nuevamente la idea de políticas agrícolas que ya se llevaron a cabo en el país en reiteradas ocasiones”, mencionó, y agregó: “la más reciente de 2002 a 2015 en relación a restricciones de derecho de exportación, tipo de cambio diferencial, entre otras; pero cuando se llevan a la práctica ya está comprobado que los efectos son contrarios a los que se deseaba con respecto a la implementación de esas políticas”.

“Muchos trabajos se hicieron con respecto a cuáles son esos impactos y demostrar que son negativos. Por lo tanto, buscamos ir un poco más allá y ver porqué son negativos”, espetó.

Asimismo, comentó: “A partir de ahí surgió la elaboración de un documento para mostrar la incidencia del precio del maíz y del trigo sobre ciertos productos de consumo final. Una vez que teníamos ese número evaluar el impacto sobre el índice de precios al consumidor (IPC)”.

“La intención es llevar números claros para que la gente tome conciencia del verdadero impacto y no hablar a partir de una idea que hay en la sociedad”, puntualizó.

Seguidamente, señaló: “A partir de los coeficientes técnicos de transformación de lo que es el grano, lo que puede ser la carne o el trigo a lo que es el pan, fuimos encontrando la incidencia del precio del grano sobre los productos”.

“Encontramos que en promedio, el precio del maíz representa un 12 por ciento de todos los productos que seleccionamos para consumo final, lógicamente que dentro de los distintos productos hay ciertas diferencias”, subrayó, y amplió: “Si tomamos el precio del pollo entero de los Precios Cuidados representa un 21 por ciento, pero en pollo trozado encontramos que representa el 12 por ciento, en huevos un 13 por ciento, el pechito de cerdo un 10 por ciento, de la leche un 8 por ciento y del asado un 7 por ciento”.

“Cuando lo aplicamos para trigo en el pan encontramos que representa un 13 por ciento”, acotó.

Acto seguido, esgrimió: “A partir de este estudio encontramos que la incidencia de los granos sobre los bienes finales es relativamente baja”.

“Más de un 80 por ciento del precio final no se encuentra vinculado a los precios de los granos sino otros costos como alquileres, salarios, impuestos”, precisó, y sostuvo: “Cualquier política destinada a reducir el precio final de éstos bienes no tendrá un sustento significativo si es reduciendo el precio doméstico de loa granos”.

“Asimismo, la reducción del precio doméstico de los granos genera una gran pérdida del bienestar del productor”, aseveró.

A este respecto, explicó: “Los efectos más distorsivos que generan esta clase de políticas no se observan en el corto plazo sino en el mediano y largo, ese continuo desincentivo que le genera al productor empieza a observarse a partir de una reducción de área en las siembras futuras o incluso menor inversión con su pérdida relacionada a la producción”.

“El productor argentino es eficiente y se adapta a todos los cambios. No obstante, se necesitan reglas claras para permitir que las inversiones se lleven a cabo”, consignó el especialista.

E indicó: “Todas las campañas se siembra con una política y se cosecha con otra, a la siguiente campaña el área sembrada, asimismo inversión, posiblemente disminuya. De la misma manera, disminuirán las inversiones, el ingreso de divisas, el empleo, tiene sus efectos sobre la economía”.

“El sector agroindustrial en su conjunto es el principal generador de divisas del país, el resto de los sectores son todos importadores netos y requieren de ese ingreso de divisas que genera el sector agroindustrial por eso es tan necesario tener una agenda que promuevan la producción, las exportaciones y la inversión”, remarcó.

Y culminó: “Últimamente se está trabajando en conjunto entre privado y el estado nacional en las mesas de trabajo de las distintas cadenas en el consejo agroexportador, desde ese punto de vista sí se trabaja en políticas de mediano y largo plazo, determinando las más adecuadas para tener una mayor producción, empleo y exportación”.

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