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La buena respuesta de la comunidad nos da las ganas y fuerzas de seguir mejorando día a día

El presidente de la Comisión Directiva del Taller Protegido Dignidad, Daniel Tarantino, se refirió al subsidio de $1.500.000 que recibió la institución y les permitirá equiparse con productos de panadería.

Entrevistado en Radio del Centro, también se expresó con respecto al avance de obra de la planta alta de la sede en calle Saavedra y resaltó la importancia de la jubilación para los operarios.


-¿Cómo llega el subsidio?

-Es un subsidio importante que llegó para el crecimiento del Taller y principalmente la panadería. Cuando la Diputada Provincial, Nora Salbitano, inició su gestión tuvimos una entrevista con ella y a partir de ahí iniciamos las gestiones, luego nos agarró la pandemia que nos demoró la entrega pero llegó y nos da la posibilidad de crecer, armarnos de infraestructura que con recursos propios se hace muy pesado el poder llegar a la adquisición de los elementos necesarios. De la misma manera que llegó el subsidio ya salió porque lo invertimos en equipamiento para la panadería. Supimos tener la paciencia para poder esperar, lo bueno es que el monto se fue actualizando.

Compramos un pozo de frío, una cámara de frío y carro la cocción.

La producción está en continúo aumento y siempre falta para algo para continuar progresando después de poder abrir, ponernos en funcionamiento y llevar adelante los proyectos que teníamos pensado a partir de contar con la casa propia.


-¿Los elementos adquiridos qué les permitirá en materia productiva?

-Siempre nos falta pero tenemos alrededor de 20 productos en el mercado y no es fácil de lograrlo. El nuevo equipamiento nos da la posibilidad stockear mercadería y poder trabajar en la comodidad. Actualmente teníamos que elaborar y cocinar en el día, ahora podremos stockearnos para amasar hoy y cocinar mañana, dejando al personal trabajar con tranquilidad e incluso si falta mercadería en el día, brinda la posibilidad de hornear en cualquier momento del día.


-¿Qué cantidad de operarios tienen trabajando?

-Tenemos trabajando a 25 operarios en la panadería y se darán nuevas altas próximamente también ante los operarios que se jubilaron. La jubilación no les impide seguir trabajando en el taller pero dos personas ya no volverán y nos abriría dos cupos nuevos para tener nuevamente un plantel de 28 operarios. Hasta que no tengamos la planta superior terminada no podemos superar más operarios pese a que la demanda es enorme.


-¿La planta superior en qué etapa se encuentra?

-No nos falta mucho para terminarla, estamos esperando un subsidio de la ANDIS, que ya lo tenemos aprobado, estimando que antes de fin de año nos llegará. Pretendemos que se nos haga realidad el sueño de tener el dinero depositado antes que termine el año. Con ese subsidio estaríamos prácticamente terminando la parte superior, no falta mucho pero tenemos un costo elevado que obedece a poner el ascensor y demanda mucho dinero. Somos optimistas y creemos que el año anterior la tendremos terminada. La planta superior estaría dividida en dos en relación a tener por un lado todos los consultorios terminados, el salón de reuniones, los baños y cocina ya están listos. Mientras que, también para el funcionamiento de una suerte de Centro de Día en la otra mitad del salón.

Actualmente contamos con un equipo de profesionales bastante amplio.


-¿La tarea cotidiana en el Taller?

-Es un proceso donde como comisión vamos aprendiendo todos los días y a partir de ahí nos sentimos en una gestión continua de poder hacer las cosas para mejorar el funcionamiento del taller. Contamos con un equipo de trabajo que se desenvuelve muy bien, desde los operarios hasta el personal, la gente que nos asesora, logramos conformar un grupo muy bueno y los resultados están a la vista porque estamos obteniendo productos de una calidad tremenda y quien pasa por la panadería o compra un producto a los operarios que venden en la vía pública, lo vuelve a hacer pero no solamente para colaborar con el Taller si no por la calidad que tiene.

La buena respuesta de la comunidad nos da las ganas y fuerzas de seguir mejorando día a día. Cuando abrimos la panadería pusimos muchísimo esfuerzo sin saber lo que nos iba a pasar porque, si bien cuando se emprende con mucho optimismo, insertarse en el mercado no es nada fácil pero nos fue bien y la comunidad nos responde por la calidad de los productos no solamente porque seamos Dignidad. La gente que consume regresa a la institución a comprar nuevamente.

Cuando llegamos a la institución el principal problema era no tener la casa propia, una vez instaladas nuestra sede ya las cosas cambian debido a que nos da la posibilidad de crecer. Todas las personas que integraron las distintas comisiones en los últimos años fueron dejando su grano de arena para el crecimiento de la institución.


-¿Los productos de Dignidad se pueden encontrar en otros comercios de la ciudad?

-También personas de distintos comercios están vendiendo nuestros productos a manera de reventa. Un comercio muy importante de la ciudad como Carnes Mom nos hizo poner una sucursal a beneficio de nuestra institución. El precio que se venden los productos en nuestra panadería se vende en Carnes Mom y la ganancia es toda para el taller, un gesto muy valioso porque es un lugar donde concurre mucha gente y estamos tremendamente agradecidos porque los propietarios saben del esfuerzo que realizamos para llevar adelante nuestro emprendimiento.



-¿Cómo vivieron la entrega de jubilaciones?

-Fue un hecho muy emotivo porque detrás existe una lucha de años. Es una inclusión y derecho de reconocer la labor que realizan los operarios. Son trabajadores y trabajadoras que no estaban reconocidos. La lucha de muchas instituciones, principalmente la FETAP, que fue aportando su granito de arena para que se haga realidad. Cuando llegó Fernando Raverta a entregar las primeras jubilaciones del país a los doce operarios de Atiadim y del Taller Dignidad fue tan emotivo que no hubo una persona presente que no estuviera llorando. Fue tanta la felicidad de los operarios de lograr el objetivo que tiene cualquier persona que trabaja durante muchos años de su vida y poder contar con la jubilación.

A partir de ahora, tendrán el reconocimiento que se merece y afortunadamente, la política de inclusión que está llevando a cabo el estado es muy buena logrando un objetivo primordial.

Cuando surgió la posibilidad que los operarios pudieran jubilarse, se cargaron las certificaciones de trabajo a través del Ministerio y cuando nos las entregaron expresando que el mes próximo ya estarían percibiendo sus haberes no podíamos creerlo y así pasó.


-¿Hay más operarios en condiciones de jubilarse?

-La persona que alcanza la cantidad de años de servicio dentro de la institución, mayor a 45 años de edad ya tiene el derecho a jubilarse. De hecho, la semana anterior ya presentamos dos certificaciones para un par de operarios que podrán jubilarse en el corto plazo. Es un hecho histórico y una lucha tremenda que se pudo ganar como asimismo un nuevo generar de energía para poder continuar trabajando en la necesidad que tiene la discapacidad. Lo bueno es que la jubilación no les quita el derecho de seguir percibiendo el peculio, tampoco una pensión e incluso pueden continuar trabajando, todo es para sumar. Como asimismo, poder contar con una obra social que pasa a ser fundamental.






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