La Pose fue mi primer protagónico en cine y lo más destacado es que ya nos conocíamos
Este domingo 28 de agosto se proyectara “La Pose” en el Centro Cultural ‘Néstor Kirchner’en el marco del ciclo de Cine Ficción no Ficción que se viene desarrollando. La proyección será desde las 19 horas en el espacio cultural de la calle Necochea 220.
Sinopsis
Después de años en las luces de la Capital , Blanca regresa a su lugar de origen, para festejar su cumpleaños.
Allí en la casa de la infancia, la recibe su hermana Estela.
Al festejo solo se presenta Victoria, su colega de la compañía de danza, a partir de aquel encuentro, entrarán en conflicto viejos prejuicios.
La pose toma como punto de partida “Un tranvía llamado deseo'' de Tennessee Williams, para reflexionar sobre el lugar de la mujer, las diferencias sociales, la locura, el amor.
Año de producción 2018. Argentina. Género: ficción. Duración: 60 minutos.
ACTUAN
Melina Benítez. Lorena Damonte. Fabián Bril. Candelaria Sesin. Sol Titiunik.
Dirección: Marina Carrasco. Fotografía: Daniel Muchiut - Julian Muchiut. Montaje y Edición: Ignacio Oteiza. Sonido Directo: Agustina Suarez. Productor General: Elías Suárez. Guión: Marina Carrasco - Nadia Sandrone. Asesoramiento De Guión: Mauro Andrizzi. Post Producción de Sonido: Ignacio Viano. Música Original: Mauro Coletti. Música Final: Sara Hebe. Diseño Gráfico: Tato Araoz.
La película fue estrenada en nuestra ciudad, más precisamente en el Festival de Cine Internacional Raíces y proyectada el año anterior en Teatro El Chasqui.
En Radio del Centro, entrevistamos a Melina Benítez, una de las protagonistas de la película para que nos cuente algún detalle más del proceso de la obra de teatro que terminó en el cine.
-¿Qué es ‘La Pose’?
-La Pose antes de ser una película fue una obra de teatro con la misma dirección y elenco. Filmamos con el equipo del Colectivo ‘La Confianza’ que se dedica a hacer documentales.
Surgió la posibilidad a través de un mecenazgo de poder filmar y readaptamos la obra de teatro para llevarla a la pantalla grande.
-¿Es lo mismo hacer una obra de teatro que una película?
-Es muy diferente aunque está muy bueno el proceso. Fueron cuatro días de rodaje, la película se hizo en un fin de semana y nos quedamos con ganas de hacer más. A favor teníamos el hecho de conocernos con la directora, compañeros y compañeras y se hizo más sencilla la tarea.
-¿Las sensaciones de la película terminada?
-Me emocioné mucho porque se estrenó en el festival Raíces de Chivilcoy y no podía parar de llorar. La proyección fue en Teatro El Chasqui, realmente me emocioné muchísimo. Fue muy lindo que el estreno haya sido en Chivilcoy y también que ahora pueda volver a proyectarse en la ciudad.
-¿Se pudo proyectar fuera de Chivilcoy?
-En Buenos Aires tuvimos la posibilidad de presentar la película en un festival denominado ‘El cine y la mujer’ y en otro festival de mecenazgos, estamos sacándola a pasear y mostrarla en diferentes lugares. Es muy importante que el cine también rompa sus estructuras y pueda proyectarse en distintos sitios.
Está la posibilidad de poder presentarla en algún que otro festival porque las películas tienen un recorrido bastante extraño. Por lo que tengo entendido, de concretarse a través de un subsidio del INCAA, que en nuestro caso no lo tenemos, no se puede estrenar en salas que sean del INCAA. Marina y Elías se están moviendo mucho para llevar la película a la mayor cantidad de lugares posibles e incluso hasta la posibilidad de acercarla a Ecuador, a un festival muy interesante.
-¿El papel en la película?
-Está basada en ‘Un tranvía llamado deseo’, que también fue una obra de teatro, la historia de dos hermanas, una se va a la gran ciudad y la otra se queda a vivir en la zona rural. La película se filmó en Gorostiaga. La hermana que se quedó en el pueblo es víctima de violencia de género con todos los condimentos que conlleva vivir en una localidad, teniendo que bancarse que el hombre la maltrate y es una historia que pega desde ese lado porque es un hecho que continúa repitiéndose teniendo la mujer que soportarlo porque están los hijos, la situación económica no le permite salir de ese lugar, no tiene posibilidades, nadie la apoya ni acompaña.
Por otro lado, la hermana que estaba en Capital quiere ser bailarina, actriz pero la ve muy mal y retorna al pueblo justo en el día de su cumpleaños, concurren sus amigas de Buenos Aires.
El drama es alrededor de esos personajes.
-¿Cómo fue la filmación?
-Fue un fin de semana muy intenso de filmación y para mí después de la experiencia que atravesé realmente puedo decir que el cine independiente es más difícil de sobrellevar que el teatro independiente.
-¿Habías actuando anteriormente en cine antes de La Pose?
-Sí, pero en personajes más pequeños, con menos recorrido y sin tanta tensión, participaciones más periféricas, había tenido experiencias cinematográficas pero La Pose fue mi primer protagónico en cine y lo más destacado es que ya nos conocíamos, éramos un equipo de trabajo y la tranquilidad que todos estábamos trabajando en pos de la película y buscando el mejor resultado final posible. Realmente confiábamos mucho en la dirección, en la fotografía.
-¿Proyectos actuales?
-Estoy ensayando una obra de teatro que sería también muy linda poder estrenarla en Chivilcoy. Se trata de una reversión de Juan Moreyra e investigando un material de Aurora Venturini que se trata de una escritora Argentina, empezando a introducirme en ese mundo.
Mi trabajo como actriz pasa más por el teatro o publicidad, más alguna participación en cine y muchos ‘kioscos’.
También hago vestuario, tengo una tienda de ropa vintage que me mantiene más en vilo que en cierta forma convive con la actividad artística.
Del teatro al cine
Blanca es una mujer que emprende la travesía social de salir de un pueblo chico, de una familia humilde, y llega hasta la capital a querer cumplir su anhelo de pertenencia, de esplendor. Regresa derrotada a la casa familiar, después de una temporada inmersa en las luces y oscuridades del centro. Con motivo de festejar su cumpleaños Allí la recibe su hermana Estela, su esposo Eduardo y su prima. Estela es una mujer simple, con aspiraciones simples; que acepta sin objeciones la brutalidad de su esposo, pero también coopera en su fuero mas intimo para que nada altere la “normalidad” que ella, pasivamente ha sabido construir. Eduardo es un hombre en la patética celebración de su hombría. En esa brutalidad se somete y somete a todo lo que lo rodea. Y su prima, viene a narrar la voz arquetípica de ese vecindario atento a la vida ajena y rutinaria. En ese contexto y teniendo como única invitada a su compañera de la compañía Victoria quien desde su juventud y su condición de visitante porteña, trae la mirada inocente y también el modelo de los viejos prejuicios de la “ciudad” respecto del “campo”. A través de la acción de su personaje las contradicciones de Blanca llegan a su máximo nivel de tensión. La pose toma como plataforma los vínculos de “Un tranvía llamado deseo, para realizar una versión libre recontextualizandola en la crisis del 2001 y reflexionando sobre los vínculos familiares, los lugares de la mujer, las diferencias sociales, los condicionantes económicos, la territorialidad, el amor, la locura.
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