“La puesta en escena diferirá en algunos puntos, así que es otra historia en relación a 2007”

A partir del 1° de septiembre, en el Teatro ‘La Cueva’ estrenará ‘Potestad’ en una nueva etapa con la actuación de Walter Giaccone, la presentación de Carmelina Médice y la dirección de Elena Boggan.

Una obra que Elena Boggan dirigió y Walter Giaccone la interpretó en 2007 aunque fue adaptada a 2024 con la inclusión de una adolescente que realiza talleres de teatro pero tendrá su debut escénica en una obra propiamente dicha. Serán cuatro únicas funciones con opción a 5.

En Radio del Centro, dialogamos con Elena Boggan que nos comentó acerca de la reposición de la obra y la actualización para traerla a los tiempos que corren como asimismo nos respondió el por qué de volver a ponerla en escena.

-¿Se puede hablar de una reposición?

-Sería una suerte de reposición porque Potestad es de Eduardo Pavlovsky que estrenamos en el año 2007 en Teatro El Chasqui con Walter Giaccone, el mismo actor que tendrá el papel protagónico de la obra debido a que es prácticamente un unipersonal, al menos lo tomé desde ese lado. Con respecto al texto es el mismo aunque hicimos unas pequeñas variantes con la puesta en escena, hay algunos aspectos que difieren con respecto a aquello que hicimos en 2007 y en tal sentido, debutará una adolescente de 14 años, Carmelina Médice, que es teatrera de cuna porque sus padres son Romina Legnani y Guillermo Médice. Para mí es un orgullo presentarla por primera vez en una obra debido a que se encuentra haciendo talleres de teatro.

Me surgió la idea de incluirla en la obra porque la vi desenvolverse en los talleres cuando hacían muestras y la observé trabajar, me llamó mucho la atención y principalmente su presencia escénica muy atractiva, cuando la vi dije está chica es porque se planta en el escenario mirando a la gente con sus ojos grandes llenos de expresión, por eso la elegí. No habla pero expresa igual y no lo hace poniéndose en papel si no que ya al aparecer llama la atención.

-¿Las diferencias de la puesta 2007 a la de 2024?

-La puesta en escena diferirá en algunos puntos, así que es otra historia en relación a 2007 y el público que vio la obra en 2007 que ahora concurra al teatro encontrará diferencias en relación a que la actualizamos principalmente, por eso invito a quienes nunca la vieron si no a los espectadores que ya observaron la obra a regresar porque se encontrarán con algunas cosas distintas.

Walter (Giaccone) fue progresando de una manera increíble como actor y lo que está haciendo ahora para mi gusto a nivel técnico – teatral me pone muy satisfecha porque se soltó muchísimo y hace cosas muy buenas; el público se encontrará con esa grata sorpresa porque estará haciendo una tarea similar a la de 2007 pero con algunas variantes.

-¿Por qué una mujer en la obra?

-En realidad siempre hubo una mujer en la obra, en la ocasión anterior fue María Inés Martínez pero el rol de la mujer fue contar una historia paralela a partir de las acciones y el actor, hablaba de otra historia, pero en esta oportunidad la sintetizamos más porque llevamos la puesta en escena a la Argentina actual teniendo en cuenta que en aquella oportunidad, Pavlovsky la escribió en el contexto de la dictadura militar que como ya no está, cambiamos un poco la historia desde las acciones no desde el texto que se respeta.

Cambian algunos aspectos en relación a que el autor tenía la obra hecha con una mujer pero en mi caso le encontré mayor significación contando una historia paralela con acciones que hacía esa mujer, que vuelve a estar ahora en la puesta aunque se trata de una adolescente que también tiene un significado y en función el público tendrá sus conclusiones para saber por qué elegí una adolescente para el papel.

-¿Cuándo surgió la idea de reponer la obra de Pavlovsky?

-Habíamos hecho ‘Príncipe Azul’ en el año 2021, aún encerrados por la pandemia, tanto Walter Giaccone como Gustavo Berro quienes me preguntaron si tenía material para hacer algo de teatro y que en mi caso estaba atravesando una situación muy difícil a nivel anímico, perdí a mi marido y volver a mi casa, les dije que sí y empezamos a trabajar con esa obra, primeramente de forma virtual y luego nos animamos a ir a un lugar abierto, hasta que la estrenamos.

Durante ese proceso, estábamos llegando casi al final y se me ocurrió volver a Potestad con Walter (Giaccone) porque me interesaba mucho como actor a sabiendas que tenía mucho más para dar, él también estaba pensando en volver a reponer la obra, a partir de ahí retomamos la puesta y ya estamos cada vez más cerca de estrenarla en el Teatro La Cueva el 1° de septiembre con 4 únicas funciones.

Consideramos que, no podemos perder la dramaturgia que tiene Eduardo Pavlovsky y tiene que seguir presente porque es un gran autor, amén de haber sido un gran actor también.

-¿Qué es Potestad?

-Potestad está escrita por un psiconalista, entonces toma a las personas que participaron de alguna manera en una represión realmente como seres humanos y no como monstruos porque todos maldecimos a esas personas pero como el autor es psicoanalista, tomó la historia desde ese lugar con todas las contradicciones humanas que tiene esa persona como ocurre con cualquier otra y ahí está la verdadera cuestión; incluso en su momento hubo gente que criticó al autor porque decía que estaba apoyando a la dictadura pero nada más alejado también porque la acción central que dispara la historia es para que la gente reaccione de distintas maneras. La obra es una verdadera obra de arte porque genera preguntas y luego el arte se desarrolla a partir de las respuestas contradictorias, es decir, cada espectador sale pensando cosas diferentes y ahí se concreta la verdadera historia artística. Potestad es clásico en relación a generar reflexiones, distintos pensamientos y debates, por eso es tan atractiva y el público sale con diferentes inquietudes a partir de lo que se cuenta en el escenario.

-¿Hubo que retocar mucho para actualizar la puesta?

-No, se fue dando solo porque ya lo venía pensando de cómo presentar la obra en una época distinta y tan contradictoria que estamos viviendo, fui pensándolo en silencio para mí y cuando tenía la idea un poco armada se lo comuniqué a Walter (Giaccone) que también estaba pensando en retomar ‘Potestad’, aunque él desconocía de mi puesta en escena, al sentirse más preparado en esta oportunidad para abordar un unipersonal.

En mi caso, entre 2007 a 2024 se registra mi paso por Timbre 4 donde hice el curso de teatro y me llamó el director para hacer Emilia donde la adquisición de conocimiento que tuve, las experiencias en los talleres hizo que se modificara la mirada como actriz y como directora.

Ambos coincidimos en reponer la obra sin habernos comunicado porque él ama la obra, le gusta muchísimo y la está trabajando muy bien.

En otro orden, pero siguiendo con el teatro ¿La actualidad de Flores arrancadas a la niebla?

-Este sábado llevaremos la obra a 25 de Mayo cuyas entradas están agotadas, ya habíamos estado en 9 de Julio donde fue muy bien recibida la obra, ahora tenemos que ir a Pehuajó como asimismo a Azul. En Pehuajó, Chivilcoy siempre está presente a través de nuestro colega, compañero y luchador del teatro que es Oscar Pérez, gran actor, quien en su propia casa tenía un espacio y armó un teatro. Mientras que, en Azul conozco a ‘El teatrito’ de Edelmiro Menchaca aunque nuestro director tiene más contacto con otro grupo de teatro que se denomina CRIBA, estamos saliendo en gira y recogiendo repercusiones del público de otras ciudades.