Los beneficios de la equinoterapia son muchísimos partiendo desde el vínculo con el animal

El pasado 16 de julio se produjo la apertura de un espacio de actividades ecuestres y equinoterapia a cargo de Lorena Frisco denominado ‘La Ramona’ que funciona en la localidad de Indacochea, donde reside la instructora.

En una entrevista con Radio del Centro, Lorena Frisco nos contó acerca del nacimiento y concreción del proyecto como asimismo de su inquietud por la equinoterapia.

-¿La relación con los caballos?

-Desde pequeña que ando a caballo y me agrada mucho el estar cerca de los animales aunque 2009 cuando estaba embarazada de mi segundo hijo, mi marido tuvo un accidente justamente relacionado a un caballo y estuvo mal. Decidí alejarme totalmente de los caballos por el episodio traumático. Me costó mucha terapia y años volver a mirar a una persona haciendo un deporte o andando a caballo; en 2013 estando a cargo del Boliche de Indacochea al acercarse gente a comer me empecé a relacionar más con las personas con discapacidad, teniéndolas en la vida cotidiana y surgirme la intención de poder involucrarme en sus vidas particularmente en la de un niño que me demostró todo su afecto.

A partir de 2014 comencé a estudiar y el inicio de un sueño de tener un centro de equinoterapia que me demandó casi 8 años poder hacerlo realidad.

-¿Quién adiestra a los animales y cómo es el proceso?

-A los animales los adiestramos nosotros y mayormente son grandes de edad, que ya están muy cansados y son muy mansos. En nuestro caso, utilizamos doma racional y desde que el potrillo nace, a las 6 horas nos interponemos entre él y la madre, hacemos algunas maniobras únicamente, huele mi respiración, le golpeamos los vasos y una serie de masajes para bajar los latidos del corazón dejándolos relajar. Lo agarramos los primeros 7 días, luego el día 15 y posteriormente a los 6 meses. Ahí empieza todo el proceso de la doma racional y después, según el físico, entre los 3 y 4 años para empezar a domar por el tema de los huesos. Buscamos caballos mansos para dar el adiestramiento y acostumbrar a la terapia. Ahora tenemos dos animales ‘Coca’ y ‘Pampero’ que ya eran caballos mansos y les ensañamos la tarea que realizan con las personas con discapacidad.

-¿El inicio de la terapia?

- La sesión de equinoteraia dura entre 30 y 45 minutos siempre dependiendo de la patología porque si hablamos de un niño o niña puede causarles impresión o temor subirse por la altura y tamaño del caballo. Cuando las personas llegan al centro lo primero que hacen es establecer un vínculo con el animal desde abajo donde se incluyen mimos, la rasqueta, vamos acomodando al caballo colocándole el bozal, la montura.

Me agrada mucho la terapia desde abajo, establecer el vínculo, el contacto con el animal y ver qué sucede al respecto. Es muy linda la parte de los ejercicios, cuando jugamos o cantamos pero fundamental la parte del vínculo.

-¿En qué consiste la terapia?

-Los beneficios de la equinoterapia son muchísimos partiendo desde el vínculo que se establece con el animal que considero como lo más importante. Cuando el caballo, en el ejercicio de relajación, conecta con la persona es una sensación indescriptible. Llamamos conexión cuando en el momento de relajación la mirada se pierde. A veces es difícil en las personas con discapacidad que conecten o tengan vínculos con alguna actividad pero aquello que se logra con el caballo es algo increíble.

En cuanto a los beneficios, el caballo es el único animal que tiene 39º grados de temperatura corporal y provoca que en un día frío sea un placer estar subido arriba. Para las personas que tienen problemas musculares la temperatura es muy favorable para los músculos.

El caballo tiene tres movimientos: el paso, el trote y el galope, cuando mueve al paso el caballo mueve mano y pata, ese movimiento tridimensional que da el lomo al estar sentados arriba produce al cerebro la misma sensación que una persona al estar caminando, por eso es muy beneficio para las personas que están en una silla de ruedas. Cada movimiento y paso del caballo impulsa 107 músculos por minuto a nuestro cuerpo.

-¿Quiénes brindan la terapia?

-En mi caso soy la instructora quien lleva adelante la terapia, después tenemos una persona encargada exclusivamente del caballo y la auxiliar de pista quien acompaña la terapia y ayuda a la instructora o acompaña en algún juego, deporte o lectura, dependiendo de la parte central de la terapia porque si bien es una terapia con animales lo más importante es brindar seguridad a las personas y somos tres dedicadas al alumno.

-¿Qué días funciona el centro?

-Estamos abiertos sábados y domingos porque la terapia se encuentra planificada de esa manera para que los padres puedan venir a compartirla con sus hijos. El propósito es que se acerque toda la familia. La intención es que pasen un día diferente, agradable, convivan con la naturaleza. Después de la terapia hacemos toda la parte de la alimentación a los caballos porque es lo que más les gusta debido a que como damos a probar diferentes alimentos, verdaderamente genera un intercambio muy lindo, es muy esperado ese momento también.

-¿La relación del caballo con los y las pacientes?

-El animal tiene una percepción distinta a los seres humanos. Mi primera muestra de equinoterapia fue en 2016 cuando se inauguró el circuito de turismo de Chivilcoy y estuve en La Filomena, llevé a mi primer caballo adiestrado de nombre Samba. Fue la primera vez que exponía lo que soñaba con el proyecto y también que iba a probar al caballo en público. Recuerdo que una nena que estaba en sillas de ruedas y mi acompañante la arrima al caballo que se encontraba de frente, el animal agachó la cabeza y la puso entre las piernas de la nena.

Puedo asegurar que levanté la vista y la mitad del público presente se encontraba llorando. Ese día entendí la percepción del caballo teniendo en cuenta que estábamos en público, había sonido, murmullo de la gente, todas cosas nuevas pero pudo percibir la necesidad de la nena de su contacto. Pase lo que pase el animal siempre se siente, siempre.

Si monto a ‘Pampero’ reacciona de una manera y si lo monta un niño, reacciona de otra. Sabe quien lo monta, la actividad que haremos y qué se interpondrá. Tienen una percepción superior al ser humano.

-¿A quienes está dirigida la equinoterapia?

-Está dirigida a cualquier discapacidad pero también a personas con dislexia, depresión que no están consideradas como discapacidad pero son es muy importante en ellas la equinoterapia. Asimismo, a cualquier persona le puede interesar la actividad sin que tenga patología alguna para generar un vínculo y pasar una tarde distinta. Los turnos están dados cada 45 minutos sin cortes. En este momento tenemos muy poco tiempo por las condiciones climáticas con el último turno dado a las 16. Son 7 turnos por día, son muy pocos y cuento con 16 alumnos anotados, estando cubiertos. No obstante, se pueden comunicar por redes sociales donde me encuentran como Lorena Frisco equinoterapia La Ramona donde está también mi número de contacto para coordinar día y horario.

-¿Dónde funciona el centro?

-Cuando empecé con el proyecto mi idea original consistía en desarrollarlo en el campo del ferrocarril en Indacochea pero como pretendía tener muy en regla, como obtener un seguro y el lugar habilitado a ni nombre pero fue muy complicado lograrlo. Como no tenía nada seguro decidí no realizarlo en ese sitio e incluso llegué a desistir de llevar a cabo el proyecto hasta que conocí a José Luis Neme que me ayudó a concretarlo debido a que me consiguió una reunión con el presidente del Consejo Escolar para firmar el acta compromiso. Estamos en un pedacito del terreno de la Escuela Nº 26 de Indacochea, que se encuentra sin matricula desde hace 6 años. Así que no deja de servir también para promover el turismo rural y hacer conocer la localidad.