Marcelo Beccaría: “En Chivilcoy estamos creciendo día a día, cada vez somos más los coleccionistas”
Con Marcelo Beccaría nos adentramos en el mundo del coleccionista. El secretario de la Asociación Civil de Coleccionistas de Chivilcoy descubrió su pasión cuando niño y actualmente busca piezas relacionadas a la historia de Chivilcoy para agrandar su colección.
En diálogo con Radio del Centro, Beccaría comentó acerca de sus comienzos, lo importante para una colección y el anhelo de retornar las muestras presenciales.
En principio, contó acerca del nacimiento de su pasión: “Mi inquietud por el coleccionismo arrancó a los 7 u 8 años cuando nos llevaron de la escuela primaria a visitar el Museo, quedé maravillado con las monedas y medallas que había porque realmente en ese momento estaba muy completo en relación a la exhibición de piezas. Esas dos horas que fuimos a visitarlo con la escuela no me alcanzaron para ver todo aquello que pretendía. Posteriormente, un día que estaba libre y no iba a la escuela me fui para el Museo, muy gentilmente Castagnino, que era en ese momento el director, me atendió y no tuvo mejor idea que regalarme una moneda como asimismo una medalla y desde ahí arrancó todo con mucho entusiasmo.
La medalla que me dio Castagnino la guardo hasta el día de hoy porque si bien no tiene mucha importancia para el coleccionismo sí es en la faz personal la más importante porque fue la primera”.
Con respecto empezar a exhibir sus piezas de colección, rememoró: “Durante muchos años estuve coleccionando de una manera muy individual, no conocía a otros coleccionistas ni tampoco los buscaba hasta que un día Osvaldo Benítez hizo una exposición de fotos antiguas en el Museo (hace 30 años), convocó a quienes tenían fotografías de esas características y quisieran participar, me presenté y a partir de ahí, los coleccionistas empezamos a agruparnos cada vez más, hacer muestras hasta llegar a la actualidad que nos encuentra como Asociación que la conforman más de 30 coleccionistas”.
Seguidamente diferenció la colección de juntar objetos: “En cada muestra que se hace o en cada exposición que participamos, se nos acerca gente para comentarnos que juntan algo o que la madre guardaba tal cosa. Somos más de 30 los que estamos en la Asociación pero son más las personas que juntan o coleccionan algo. En Chivilcoy estamos creciendo día a día, cada vez somos más los coleccionistas.
No obstante, la palabra colección es muy amplia, una persona puede juntar una determinada cosa pero ya cuando hablamos de coleccionistas, la colección de un objeto conlleva una determinada cantidad, un determinado estudio”.
En relación a qué debe tener una pieza para ser coleccionable, planteó: “Lo primero que tiene en cuenta un coleccionista es que el objeto atrae desde la primera vez que se mira, si es extraño más llama la atención. Las fotos me agradan todas desde una que tengo de 1850 hasta una actual y siempre tienen algún atractivo o interés, cuanto menos sabés de la pieza más atrapa para conocerla, entrar en ella y pensar quién la pudo haber tenido, por qué la guardó, por qué se cuidó o sale una edición limitada y ya se guarda porque en el futuro será una pieza de colección.
Cuando empecé a juntar postales tenían 20 o 30 años y lógicamente en ese entonces no eran muy viejas pero las guardaba porque en algún momento se convertirían, con el paso de los años, en piezas de colección. Actualmente tienen 70, 80, 90 años y ya no se consiguen y no formarían parte de la colección de no haberlas guardado.
Soy de los que me gusta lo que es antiguo principalmente y coleccionable pero después no se puede abarcar todo. El coleccionismo tiene tres cosas importantes: la pasión, el tiempo a dedicar y la tercera es un dinero porque siempre alguna pieza hay que conseguir, algún viaje debe hacerse para encontrar alguna pieza. Son aspectos importantes y precisamos, teniendo en ocasiones que sacrificar otras cosas para conseguirlas pero se hace”.
Acerca de Chivilcoy y el coleccionismo, Beccaría consignó: “Por una cuestión de espacio también evaluamos que ir coleccionado y que no. Particularmente me agrada todo lo relacionado a Chivilcoy porque fue lo primero que impactó cuando llegué al Museo y me gusta la ciudad porque es muy rica en cuanto a historia, coleccionismo.
Tenemos la suerte de contar con entre 5 y 10 asociaciones mutuales, que implican papelería, fotografías, es una de las ciudades con más cuños de medallas ya desde 1860 cuando se hace una en conmemoración a la declaración de la Constitución Nacional, en 1866 otra medalla por la llegada del ferrocarril y está entre las 20 mejores, es muy búsqueda. Chivilcoy nos provee mucho y lo importante es que por suerte se guardó bastante, una temática que podemos juntar.
En los últimos años me aboqué a conseguir cosas de Chivilcoy, objetos que pueden ir desde la publicidad de un comercio como un cartel hasta la factura de un negocio que desapareció, fotos y aportando la historia que tiene el lugar”.
Sobre el objetivo a cumplir por los coleccionistas, Beccaría remarcó: “Como coleccionistas nos interesa principalmente dar el valor a la pieza y rescatarla, es el orgullo que tenemos cada uno de ponerla en valor cuando estaba en especie de extinción porque se encontraba rota o en desuso. Asimismo, sirve esa puesta en valor para las nuevas generaciones debido a que muchos objetos son sorprendentes para los niños y niñas como un teléfono a disco sin ir más lejos. Llevamos a las exposiciones las primeras calculadoras que existieron, piezas para nosotros relativamente nuevas porque datan de 40 o 50 años, quedando impresionados los chicos al no poder entender cómo se sumaba y se restaba con esa clase de objeto.
Obviamente, mucho más asombrados con una máquina de escribir de una sola tecla, que a nosotros también nos sorprendió cuando la descubrimos, una pieza increíble porque tiene en esa tecla todo el abecedario así que se tardaba un rato en escribir y quien la acercó a una muestra que hicimos nos contó que su abuelo hacía trabajos para afuera con esa máquina”.
En cuanto al rescate de piezas históricas, Beccaría esgrimió: “Una gran parte de las piezas importantes que se tiene en una colección son de la basura. Para el rescate de piezas hoy es mucho más difícil abrir un contenedor y buscar dentro. Es un trabajo que ya no hacemos, antes como era más visible y observábamos una bolsita que contenía papeles o algún sobre viejo, de color amarillento, las rescatábamos porque podíamos encontrar algo. Ahora si esas bolsas van a un contenedor es difícil rescatarlas. De una foto muchas veces se puede sacar mucha información no solamente para el coleccionismo sino para muchas otras cosas como conocer Chivilcoy de otra época, la vestimenta que se usaba”.
Por último, el coleccionista hizo referencia a las muestras: “Si bien las muestras virtuales nos sirvieron para descubrir algo nuevo, llegamos a mucha más gente a través de las redes pero nos gusta lo presencial por el contacto con la gente, mostrar las piezas, puedan tenerlas cerca y es para aquello que también coleccionamos en relación a que conozcan parte de nuestra historia”.
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