“Mi eslogan es que con el tango vivo y con la cumbia como”
- dlcchivilcoy
- 24 jun 2022
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Juan Franchisconi tiene 65 años de trayectoria musical, haciendo ‘cantar’ al bandoneón. Está más identificado con el tango y la música tropical en cuanto a estilos musicales pero con su instrumento puede interpretar cualquier género como asimismo acompañar al cantante de ocasión.
Tuvo la posibilidad de tocar en el extranjero y ser embajador de la música nacional. En una entrevista con Radio del Centro, Juan Franchisconi habló de todo eso y mucho más.
En principio, hizo mención al reconocimiento brindado por el Conservatorio ‘Alberto Williams’: “Sorpresivamente optaron por poner mi nombre al aula número 10 del Conservatorio ‘Alberto Williams’, un lindo reconocimiento y agradecido a las autoridades de la institución. El agradecimiento principalmente es por el reconocimiento y en vida, porque muchas veces se hace cuando la persona no está físicamente. Fue una reunión olvidable”.
-¿Hay jóvenes estudiando bandoneón?
-Sí, desconocía que hay 5 o 6 alumnos aprendiendo bandoneón, creía que era el único bandoneonista que quedaba en Chivilcoy y persona que le agradaba el instrumento pero parece que hay más, contento por ello para que el bandoneón pueda seguir sonando.
-Hay legado entonces…
-Sí, y también mi hijo (Martín) ahora se entusiasmó y me dijo que el mes próximo empieza a estudiar bandoneón. Martín es tecladista, canta y ahora tiene ganas de aprender a tocar el bandoneón, me agradaría mucho que aprenda a hacerlo.
-¿Qué significado el bandoneón para usted?
-El bandoneón fue mi vida y lo que me da vida en este momento, además no hay muchos músicos que estén en actividad superando el 8 adelante como en mi caso. Tampoco es sencillo encontrar jóvenes que quieran aprender a tocar el bandoneón, sería un motivo de alegría que mi hijo tome el legado.
El bandoneón es un instrumento que requiere dedicarle mucho tiempo, es difícil el aprendizaje principalmente hasta que adquiere la distribución de teclado e interviene la mente que se divide en dos: una comanda la mano derecha y la otra parte la mano izquierda, sin ser muy sencillo coordinar los movimientos.
-¿Y cómo llegó el instrumento a sus manos?
-Hace algunos días perdí a una de mis hermanas que fue la gestora para que aprenda a tocar el bandoneón. Mi familia, muy numerosa compuesta por 10 hermanos, vivíamos en la zona rural. Nos visitaba un señor que vendía galletitas y a su vez enseñaba a tocar instrumentos como acordeón, bandoneón. Una de mis hermanas fue la que nos animó para que aprendamos a tocar el bandoneón.
Por diferentes motivos, mi hermano está un poco alejado debido a que en mi caso opté por incorporar otros ritmos con el bandoneón y no solamente el tango, pero mi hermano toca tango nada más. Mayormente la gente quiere diversión, quiere bailar y por eso hace 32 años que estoy con el ‘Cuartetazo de Juan’ con el que hacemos ritmos tropicales además del tango y me abre caminos laborales que afortunadamente es mucho. Estamos haciendo 10 a 12 shows mensuales.
-¿Actualmente se puede subsistir solamente con el tango?
-Es complicado porque hay muy poco espectáculo tanguero. En Chivilcoy, solamente ‘La Perla’ realiza espectáculos de tango o alguna cena show donde pueden llegar a pedir que toque tango, pero mayormente la gente quiere bailar, participar, hacer palmas, divertirse.
No es fácil convocar gente a un espectáculo de tango únicamente, económicamente no es lo más frecuente para un organizador porque no hay tanta gente que guste del tango y cuando hay que cubrir costos de músicos, de sonido, se hace difícil.
La mayoría de las grandes orquestas fueron desapareciendo, que tenían 8, 10, 12 integrantes por los costos. En Buenos Aires mismo, a excepción de dos o tres lugares puntuales, no hay sitios donde haya grandes agrupaciones de tango, se manejan con trío, cuarteto.
-¿Hay trabajo para los músicos que tocan en vivo?
-Actualmente hay mucho karaoke, el cantante se lleva su música grabada, que sale de una computadora y con una persona sola amenizan la velada. El trabajo para el músico en vivo fue mermando en éstos últimos años aunque no es comparable con quien toca en vivo, donde se puede mostrar la virtuosidad, la predisposición y además en vivo no sale siempre igual una canción.
-¿A qué destacados cantantes acompañó?
-En el año 1975 empecé a acompañar a cantores, creadores del tango como Floreal Ruiz, ‘Polaco’ Goyeneche, Rubén Juárez, casi todos los cantores profesionales que venían a la provincia nos convocaban para que los acompañáramos cuando los costos les impedían salir de Buenos Aires con una orquesta conformada. Me tocó acompañar a los grandes del tango nacional.
-¿Cómo fue llevar nuestra música al exterior?
-Hice algunas incursiones fuera del país, estuve dos veces en Dudai, en Italia, en Cuba cuando fui con Lucci Lozzy. Gusta mucho el tango fuera del país y cuando estuve en Arabia, de tango no conocen mucho pero a Piazzola sí y en el fútbol a Maradona, son figuras que abren puertas y así referencian a Argentina.
Fui dos temporadas a Dubai donde había que tocar tango, folclore y melódico teniendo que improvisarlos. Conocí a Nelson Mandela en Dubai, en el hotel donde tocaba porque fue un día de visita y lo vi a cinco metros, también conocí a Michael Schumacher, toque en la suite de la princesa de Malasia que deseaba conocer el show de tango argentino, para un sequito de 5 o 6 personas. Fue una vivienda inolvidable.
Estuve en Cuba junto a Lucci Lozzy y tocando temas de Gardel acompañando a Mario Farías. Fuera del país son muy pedidos los tangos de Gardel y de Piazzola también porque es conocido mundialmente.
-¿El acompañamiento surge espontáneamente en ocasiones?
-El acompañamiento es en el tono porque varía la tonalidad para cada intérprete y tengo esa virtud de poner acompañarlos en cualquiera de ellas. Dios me dio la ductilidad porque el cantor me dice que interpretará un determinado tema en Do, Si o La y me adopto en el momento.
Me pide tal canción en La y arranco, que no es fácil de conseguir de no tener una partitura. Anteriormente los cantantes venían con sus arreglos musicales, ahora con la lista de temas que van interpretar aunque también el público pide que cante una determinada canción, que me piden en un tono específico y arranco.
-¿Los tangos ya salen de memoria?
-En cuanto al tango es muy difícil que no conozca alguno porque empecé a tocar a los 13 años, tengo más de 60 años de acompañar cantores, así que tengo muchos incorporados. Cuando agarro el bandoneón salen algunos tangos porque me gustan y los clásicos de siempre porque no hay lugar donde no te pidan La Cumparsita o los tangos de Gardel.
-¿Qué otros estilos interpreta?
-Cumpliendo con los ritmos que gustan a la gente, trabajo siempre sale. No solamente tocamos cumbia si no también el baion de los años ’30 o ’40, a personas de determinada edad les produce nostalgia y otros lo conocen ahí mismo. También hacemos paso dobles, rancheras, valses, chamamés y demás estilos, todo en vivo que ya no es muy habitual porque la mayoría lleva la base musical para tocar arriba o directamente hacen play back. Hay personas que reconocen la virtuosidad del músico y a otros no les interesa si es o no en vivo, hecho que nos juega en contra.
-El bandoneón es su medio de vida…
-Concurro a lugares donde hace años no se escuchaba un bandoneón y la gente se para delante del escenario a mirarme las manos porque se sorprenden debido a la complejidad del instrumento.
Con el bandoneón se pueden hacer muchos estilos musicales no solamente tango, se fue incorporando a varios géneros. Me gusta toda la música aunque esencialmente el tango, mi eslogan es que con el tango vivo y con la cumbia como.
-¿Participó en grabaciones discográficas?
-Participé en la grabación de muchos cantores profesionales inclusive con Diego Solís, Fernando Rodas, Echagüe, ahora es muy difícil grabar y más difícil comercializarlo. Es muy poca la gente que compra actualmente un CD teniendo en cuenta las diferentes plataformas existentes donde pueden bajar la música o escuchar con el teléfono celular.





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