No se discute la unidad del radicalismo porque el radicalismo está unido en Chivilcoy
La ex concejal y referente de Evolución Radical en Chivilcoy, Lourdes Zaccardi encabeza una de las listas (en este caso la opositora) que competirá en las elecciones internas del próximo 13 de noviembre donde estará en juego la conducción del comité radical por los próximos dos años.
Zaccardi fue entrevistada por Radio del Centro donde explicó por qué no se llegó a un acuerdo con el oficialismo para la lista única y decidieron presentar la propia llevando a los afiliados a las urnas.
-¿Qué puede decir sobre las acusaciones de ‘romper con la unidad’?
-Cuando me acusan de romper con la unidad, aclaro que detrás mío hay un grupo de personas y soy una parte más del equipo al que pertenezco con el que venimos trabajando desde hace muchos años. Cuando lo personalizan está mal porque soy únicamente la cara visible pero me acompaña un grupo de gente con muchas ganas de trabajar, de participar en política y las decisiones se toman en conjunto como asimismo de forma horizontal sin que nadie nos baje línea de lo que debemos hacer, es lo que nos hace más fuertes. En ocasiones, sabemos que los candidatos vienen digitados a dedo y después para poder pertenecer a un partido hay que aguantarse muchas cosas. No obstante, hay que tener paciencia, perseverancia para poder seguir.
-¿El radicalismo está o no está unido?
-No se discute la unidad del radicalismo porque el radicalismo está unido en Chivilcoy de la misma manera que sucede en el resto del país, lo que se discute es la metodología y forma de llevar adelante un partido a nivel local, pero ya dimos claras muestras que el radicalismo está unido y nadie se va del partido, reflejado en años y años de militancia. Si está en juego qué radicalismo pretendemos tener de ahora en adelante, cómo pretendemos que el radicalismo de Chivilcoy se lleve con los socios de Juntos, cómo hacemos para fortalecer esos vínculos y para que tenga un mayor protagonismo, cuente con más presencia, cómo llenamos el comité de gente y no las expulsamos, cómo hacemos que el comité sea abierto para todos.
-¿Por qué decidió trabajar con el actual grupo que ahora encabeza?
-Decidimos armar un grupo nuevo de trabajo dentro del radicalismo, distinto a los históricos. Tengo 40 años, desde muy joven me encuentro militando y cuento con un recorrido dentro del partido, bancando al partido a lo largo de mi vida. En 2007 cuando empecé a militar activamente teníamos que negociar la conducción del partido y de las listas con el grupo de Alvaro García o con el grupo de Blanco, mientras que, 20 años después seguimos con lo mismo. Hay generaciones que se perdieron y no estuvieron en el comité y se necesita de una nueva conducción para que puedan retornar al partido, así fortalecerlo y luego pararlo de igual a igual dentro de Juntos.
-¿La decisión de ir a internas?
-Tomamos una decisión y conscientes que no es la más cómoda porque tendremos que trabajar mucho para ganar la elección, estamos seguros que la ganaremos y cuando suceda, convocaremos a los distintos sectores del radicalismo con la intención que podamos llevarnos bien e integrar la mesa de Juntos, es la única forma. Si creemos que el radicalismo tendrá un intendente el próximo año, de la forma que se encuentra ahora, estamos observando una visión muy acotada de la realidad.
El radicalismo es uno de los partidos que más defiende el ejercicio de la democracia partidaria, ni hablar del ejercicio de la democracia a nivel general nadie puede asustarse de una interna.
-Desde el oficialismo aducen que no era el momento de ir una interna...
-No se si es oportuno, o no, ir a una interna si no determinar cuál es el objetivo que tienen ambos espacios para el radicalismo. Todos nos decían que era el momento de la unidad, pero la unidad para qué ¿para la foto únicamente?.
Cuando se quiere digitar todo, no se puede aceptar la unidad a cualquier precio. Respeto mucho a los integrantes de la otra lista y compartiremos luego un montón de momentos, pero en esta elección se plantea la forma que tenemos de plantarnos frente a la sociedad y tener un radicalismo que vuelva a ser cuando tenía 10 años en relación a tener que estar afuera en algún acto porque adentro no había lugar, es mi único sueño y lo comparto con un grupo de 30 militantes activos cuyo propósito es el mismo.
-¿El ofrecimiento no les satisfizo?
-Nos ofrecían 6 lugares de 18, ¿eso es unidad?, no íbamos a poder decir nada y pretendíamos, además de la alternancia que nos dijeron directamente que no en cuanto al cambio de presidente, acercarnos a la equidad y no buscábamos cargos si no números para poder forzar a los debates, comprometernos con el radicalismo. No estábamos solicitando los principales lugares de la lista si no que queríamos estar como vocales porque queríamos tener número. No faltamos a ninguna reunión del radicalismo, respetamos mucho el trabajo de la concejal Daiana Raulier, de la misma que el consejero escolar. Sin embargo, nuestra postura u opinión siempre iba en desventaja y como no nos gustan las escribanías, las mayorías automáticas, pretendemos mayor cantidad en número porque quien termina tomando las decisiones es el plenario del comité. No estuvo contemplado el llegar a la equidad.
-¿Por dónde pasan las mayores disidencias con la conducción actual del partido?
-Las disidencias pasan por la metodología, la manera de llevar adelante al radicalismo, en hacer un comunicado, en aspectos que son simples. Está en discusión la metodología, la forma de llevar adelante el comité y no los principios. No estamos poniendo palos en la rueda porque la militancia en el radicalismo es nuestra pasión. A mi me hubiese resultado mucho más fácil irme del partido e incluso tener mejor suerte en la política, pero es una convicción tan firme la que tengo de militar por el partido que es la oportunidad y el momento de presentar al afiliado aquello que verdaderamente queremos cambiar del comité.
De hecho, me llegaron a decir que no era radical y hasta incluso solicitaron mi desafiliación, mientras que, nuestro grupo lo que quiere es justamente no expulsar más a nadie porque se fueron generaciones completas que nos cuesta mucho ahora poder recuperarlas.
No es sano irse del partido para la democracia porque se divide el voto y terminamos perdiendo cantidad de concejales, senadores y diputados provinciales.
En 2007 nadie quería ser radical y un grupo de personas salimos a defender al partido e incluso ni el presidente del Comité de ese entonces nos acompañó a sabiendas que haríamos un papelón en las elecciones pero los lugares, en las buenas y en las malas, hay que ocuparlos. Sin embargo, la única forma de sostener un partido es estando, militando.
-¿Qué harían en caso de ganar el Comité?
-Dentro de la propuesta que tenemos como espacio es mejorarlo ediliciamente desde lo estético, es una de las metas y para afuera, estar más cerca de la gente, que el radicalismo tenga ese rol de recorrer los barrios, permanencia en el territorio con la vocación de servicio de cada integrante, que se haga más visible, fijar posturas y decisiones para que pueda estar a la altura de las circunstancias. Pueda reunirse con los espacios que son nuestros socios y aliados en Juntos, empezar a recuperar esas generaciones que se fueron. Tenemos que recuperar la esencia del radicalismo y todos sentirnos parte porque el comité no tiene dueño, que nadie nos mire mal cuando ingresamos y se pregunte qué hacemos dentro porque esos comentarios expulsan a la gente, más en una época donde las personas están sensibles debido a que la están pasando mal y si encima te tratan mal, te vas a tu casa.
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