Oriento más mi trabajo a la atención de niños y niñas pero también a todo el grupo familiar
Este jueves 25 de agosto se celebra de manera mundial el Día del Peluquero en conmemoración al Rey Luis IX, quien fue una figura simbólica para su época al designar a su peluquero como "hombre libre" y al elevar, de esta manera, su jerarquía social.
En Argentina se le agregó una razón por la cual festejar: el peluquero y director de teatro, Domingo Guillén, organizó el festejo en el teatro Coliseo al que fue una gran cantidad de profesionales en 1877.
Dicha organización incentivó a que se creara la Sociedad de Barberos y Peluqueros, más precisamente desde la ciudad bonaerense de Pergamino. En este sentido, el tiempo llevó a que en 1940 se designara de forma oficial al 25 de agosto como el Día del Peluquero durante el Congreso Nacional de Peluqueros, el cual fue convocado por la ex Federación Argentina.
Al celebrarse nuevamente el Día del Peluquero, La Campaña tomó contacto con Iván Cabrera, responsable de PIRO’S Peluquería Familiar, para conocer su historia en la profesión.
22 años de peluquero
Me recibí en el año 2000 y fue un poco por casualidad arrancar con la peluquería porque había dejado una carrera universitaria por inconvenientes económicos. Al no poder continuar cursando en la Universidad, mi papá me sugirió comenzar peluquería e hicimos un acuerdo en relación a que iba a arrancar pero si no me gustaba, abandonaba.
Realmente me gustó, empezó a irme bien y continúe con la peluquería. Me encuentro en el rubro desde hace ya 22 años.
Peluquería Familiar
La peluquería arrancó con una propuesta nueva en el mercado; un nicho nuevo que no estaba siendo atendido como ocurría con los niños. Hace seis años atrás adopté la modalidad para salir un poco también de lo convencional, estar compitiendo siempre en la misma clase de peluquería surgió la alternativa de tener una peluquería familiar, como me gusta decirle, porque oriento más mi trabajo a la atención de niños y niñas pero también a todo el grupo familiar porque terminan cortándose los padres, las madres pero principalmente la atención está puesta en los niños y niñas”.
Nuevas modas
“Los looks y modas fueron cambiando en todo este tiempo que me encuentro trabajando en el rubro. En mi caso, soy un poco de la vieja escuela y en relación a la barbería, como se la conoce actualmente, muchos de esos cortes que se hacen ahora cuando estudié peluquería se consideraba que estaban mal, esas líneas de corte que salen un poco de lo convencional. No obstante, en este tiempo se impuso mucho la moda de los degradé con respecto a lo que es barbería donde el corte clásico a tijera continúa manteniéndose pero no tanto como ocurría antes. Es lo que está más en auge pero estimo que en algún momento tendrá que cambiar la moda porque hace varios años que venimos trabajando sobre prácticamente lo mismo.
Siempre la moda en pelo, ropa va dando la vuelta, en algún momento se producirá un giro donde el corte masculino tendrá un cambio pero hace varios años que venimos con el estilo de barbería”.
La peluquería: trabajo y algo más…
“La peluquería es un trabajo que me da de vivir, después de 22 años ya es mi sustento económico. Un poco de arte hay que hacer, no se si llevarlo a extremo de arte pero se requiere de una cierta delicadeza en cuanto al trato que se le brinda al cliente también se involucra a la psicología, los buenos modales y después está la prolijidad y precisión del corte, el ojo para que sea el adecuado a ese determinado cliente, el asesoramiento.
La peluquería es un conjunto de muchas cosas, tuve el privilegio de trabajar con grandes maestros de peluquería y me enseñaron mucho al respecto.
Recuerdo haber trabajado de forma gratuita para poder aprender porque no era como ahora que merced a Internet se pueden hacer cursos online si no muy diferente el aprendizaje y la enseñanza era muy buena donde se fusionaba varias disciplinas donde aparecía el arte mezclado entre tantas otras”.
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