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“Para continuar funcionando se van sacrificando diferentes aspectos aunque lo último que vamos a sacrificar son las clases, tenemos que brindar la oportunidad al estudiante que desea superarse"

En vísperas de una marcha convocada por las universidades públicas de todo el país para reclamar por la situación crítica que atraviesan ante la escasez de presupuesto, bajo el lema “En defensa de la educación pública”, entrevistamos en Radio del Centro al docente universitario e investigador del CONICET, Mauricio De Marzi, para interiorizarnos acerca de la realidad que atraviesan las casas de estudio. En Chivilcoy, la marcha está anunciada para las 18 horas con movilización en la Plaza 25 de Mayo.

El presupuesto, las condiciones laborales, los gastos de financiamiento, la importancia de la Universidad Pública fueron algunos de los aspectos que tocó el docente e investigador de nuestra ciudad que se desempeña laboralmente en la Universidad Nacional de Luján. 

 

-¿La actualidad educativa de las Universidades?

-Estamos trabajando y peleando por aquello que creemos corresponde. La realidad educativa y particularmente universitaria está complicada, es una lástima llegar a esta situación pero es compleja tanto desde el punto de vista presupuestario que actualmente atraviesa la discusión y una de las causas principales que llevará a gran parte de la comunidad universitaria a marchar este martes.

Particularmente considero que la situación va un poco más allá que el problema presupuestario únicamente porque escuchamos muchas opiniones, infundadas la mayoría o por falta de conocimiento sobre cuestiones que intentan desprestigiar a uno de los organismos públicos con mayor prestigio como es la Universidad y también al CONICET.

Escuchamos muchas cosas relacionadas al adoctrinamiento, disciplinamiento en la Universidad pero solamente pueden provenir de personas que no conocen como es el funcionamiento, los claustros, las discusiones existentes en cuanto a los objetivos al rumbo de la Universidad, cuando se discuten carreras nuevas y políticas científicas son varias las corrientes de pensamiento y diferentes visiones así que el disciplinar sería prácticamente imposible.

 

-¿Cómo está la situación presupuestaria?

-El tema es bastante complejo aunque al simplificarse termina confundiendo e incluso leí algunas publicaciones haciendo mención a las transferencias que fueron mayores en relación al mismo trimestre que el año anterior y es así porque hubo paritarias cuyas transferencias están relacionadas a sueldos que no es el mismo en relación a 2022 si no que durante 2023 tuvimos aumento.

Si se compara el último trimestre del año anterior con el primero de 2024 existe un incremento en la transferencia de fondos que corresponde a sueldos aunque por debajo del proceso inflacionario como sucede en gran parte de la sociedad argentina.

En relación a los gastos de funcionamiento que si bien por presupuesto prorrogado serían los mismos mensualmente que a enero de 2023, la realidad es que el año anterior se recibieron partidas extras que, caso contrario, no podían cubrirse de otra manera. Actualmente contamos con un proceso inflacionario haciendo que los gastos sean mayores pero nos están dando lo mismo que a enero de 2023, menos de los que nos dieron en los últimos meses del año pasado porque una cosa es el presupuesto y otra aquello que se ejecuta o transfiere.

La Universidad Nacional de Luján tenía presupuestado unos $ 76 o 77 millones de pesos mensuales para gastos de funcionamiento pero en los últimos meses del año anterior recibimos más debido a que ese dinero no alcanzaba para solventarlos pero en los últimos meses volvimos a los $ 76 millones. En marzo sí se recibió un aumento del 70% sobre gastos de funcionamiento.  

Hay otro 70% prometido e incluso se dijo que existía un acuerdo pero es mentira.

 

-¿Qué abarcan los gastos de funcionamiento?

-Los gastos de funcionamiento en el mejor de los casos cubre el 10% del presupuesto de toda la Universidad y en algunos casos es el 5%.

El Consejo Interuniversitario Nacional solicitó un incremento en gastos de funcionamiento acorde al proceso inflacionario pero todavía no se obtuvo, aducen que habrá un incremento en el mes de mayo y ojalá así sea aunque seguiría por debajo y inconvenientes para seguir cumpliendo con todos los gastos que tiene una Universidad.

Los gastos de funcionamiento de la Universidad no es para pagar la luz, el gas, seguridad o algún otro servicio si no que con ese dinero deben hacerse unas cuantas cosas más como abonar los insumos que se precisan consumir durante el mes que van desde material de limpieza hasta los de laboratorio para los trabajos prácticos de los estudiantes o los repuestos debido a que tenemos la carrera de ingeniería agronómica contando con un campus que contiene maquinarias en funcionamiento para la parte práctica.

 

-¿En qué se invierten también los fondos?

-En el laboratorio hay equipamiento, se nos rompió un equipo el mes pasado y el repuesto cuesta 1600 dólares y sucede constantemente porque es parte del mantenimiento del funcionamiento pero también está la parte de infraestructura porque se llueve un techo y hay que arreglarlo, hay que cambiar tubos fluorescentes, realizar tareas de mantenimiento.

Asimismo, del gasto de funcionamiento se pagan las becas de investigación con graduados que están haciendo proyectos de investigación que harán su doctorado donde las becas de investigación de la misma manera que ocurre con las becas de estudiantes. La Universidad de Luján tiene un sistema de becas muy avanzados que se otorgan para apuntes, fotocopias que muchos estudiantes no pueden afrontar debido a que pagan el transporte para asistir o pagan las fotocopias.

Existe un rol social de la Universidad que no se está teniendo en cuenta y no es solamente un lugar donde estudiantes vienen a estudiar para obtener un título si no que se hace investigación, se hace extensión, desarrollo tecnológico, transferencia y ocurre en todas las universidades nacionales en mayor o menor medida.

 

-¿Tienen auditorías las Universidades?

-Cuando se habla de una auditoría a las Universidades pueden hacerlas tranquilamente pero no hay que mentir con respeto a que no lo hay porque cuentan con auditorías internas que responden a la Auditoría General de la Nación que depende del Congreso Nacional donde todas las fuerzas políticas tienen representatividad. Nadie niega que puede haber cosas buenas y malas como sucede con las distintas instituciones porque Argentina se encuentra atravesada por constantes crisis con un gasto que no corresponda, de hecho ocurre en distintos ámbitos, pero no pueden venir a ensuciar y decir que las Universidades no quieren auditarse y hacen lo que quieren con el dinero porque no es así.

 

-¿Cómo se manejan con un presupuesto menor al que deberían recibir?

-Hacemos mucho más de lo que cualquiera pueda imaginar con el presupuesto que tenemos porque en ocasiones se consigue dinero externo que proviene de la parte privada ya que se brindan servicios con grupos de investigación que se asocian a empresas pero actualmente éstas se encuentran buscando la manera de sobrevivir y difícilmente puedan estar pensando en invertir en investigación científica cuando el aprovechamiento económico que podrían dar a tales resultados son a largo plazo. Es muy difícil proyectar en un país con los vaivenes que tiene Argentina. El sector privado necesita tener ganancias, entonces ¿quién va a investigar una enfermedad rara o afecta a las clases menos pudientes?, ahora en los países del primer mundo los estados nacionales invierten mucho en investigación y no únicamente la parte privada.

Para continuar funcionando se van sacrificando diferentes aspectos aunque lo último que vamos a sacrificar son las clases, tenemos que brindar la oportunidad al estudiante que desea superarse, que quiere crecer.

 

-¿La importancia de la Universidad pública?

-La gran mayoría de nuestros estudiantes, alrededor del 70%, cuando se gradúen serán el primero de sus familias aún estamos en esa instancia en nuestro país. La Universidad Pública brinda oportunidades de estudiar a personas que nunca podrían haberlo hecho en un sistema privado pagando una cuota de $ 200 o $300 mil mensuales. Un estudiante universitario para una familia es una posibilidad de ascenso social y económico aunque para la sociedad también debido a que es formar más masa crítica pensante basada en el razonamiento a partir del desarrollo del conocimiento que se le brinda porque la mayoría de los investigadores del CONICET son docentes universitarios.

El sistema universitario argentino generó graduados de muy alta calidad que ocupan lugares importantísimos no solamente en empresas o instituciones argentinas si no en el mundo debido a que Argentina cuenta con un desarrollo tecnológico que no está acorde con su presupuesto si no que está muy encima. En caso de hacer una relación del dinero invertido por la producción científica y tecnológica que tiene el país, estamos en los primeros puestos del mundo.



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