“Recemos por todas las necesidades, para que San Cayetano nos acerque el trabajo, el pan y la paz”
Encabezado por el Obispo, Jorge Eduardo y el Padre Lucas junto a toda la comunidad religiosa se llevó a cabo la procesión en honor a San Cayetano como parte de las Fiestas Patronales del Patrono del pan, techo y trabajo.
Un lunes 7 de agosto, Día del Santo Patrono con diferentes actividades litúrgicas para celebrarlo y venerarlo a partir de diferentes misas, más la característica procesión en horas de la tarde.
El templo abrió sus puertas durante las 24 horas, comenzando con la misa de las 0, para que las personas pudieran acercarse en cualquier momento del día para saludar, agradecer o pedir a San Cayetano.
La procesión y misa vespertina también fue acompañada por el intendente municipal, Dr. Guillermo Britos.
Durante el desarrollo de la fiestas patronales, dialogamos con el Arzobispo Jorge Eduardo Scheinig, quien al respecto manifestó: “queridas, queridos hermanos nos hemos reunido para hacer una oración sentida de Dios por intercesión de San Cayetano. Son tantas las necesidades, tantas las que tenemos nosotros pero también como el santo, seamos intercesores”.
“No nos quedemos en nosotros, pensemos en tantas necesidades del mundo, de la patria, de Chivilcoy, de la diócesis. Recemos por todas las necesidades, para que San Cayetano nos acerque el trabajo, el pan y la paz”, consignó.
E indicó: “Con los sacerdotes con los que celebramos la misa, les deseo que todo el amor de Dios esté con ustedes. Le pedimos al Señor perdón por los propios pecados pero también por los pecados del mundo, los pecados de nuestra patria, que hacen que personas, hermanas y hermanos nuestros sufran. Cosas que se podrían evitar y no lo hacemos, pidamos perdón por los pecados sociales que marginan, descartan, por la injusticia”.
“Pidamos a Dios, que es un Dios bueno, que cuide nuestras vidas, que cuide la vida de nuestra pueblo”, puntualizó el Arzobispo.
Además, subrayó: “No es que el pan se va a multiplicar en cantidad, como nos decía el evangelio, pero va a ser otro pan. Lo que hay aquí es pan, harina y agua, y vino pero va a cambiar, se hace Dios con nosotros. Cómo no confiar en un Dios que quiere alimentarnos la vida. Ojalá que podamos sentir su presencia que nos hace tanto bien”.
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