“Siempre me sentí muy cómodo junto a él haciendo lo que sea porque más que un amigo fue un hermano que me dio la vida”, expresó Mario Clavin acerca de su amistad con Pablo Di Renzo
- dlcchivilcoy
- 23 abr
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El escenario del Teatro La Cueva lleva el nombre de Pablo Di Renzo, destacado actor y director del escena local con varios y destacados protagónicos en la sala de la primera cuadra de la calle Rossetti. En un homenaje que el teatro y el arte chivilcoyano le rindieron, merecidamente se le impuso el nombre de Pablo Di Renzo para que viva por y para siempre en una de sus casas en la ciudad.
En tal sentido, dialogamos en Radio del Centro con uno de sus amigos y compañeros de aventuras no solamente en el teatro si no en el deporte (más precisamente el básquet), en las colonias del Club Colón pero principalmente de la vida, nos referimos al actor y profesor, Mario Clavi, que también presidió la CD del Teatro La Cueva.
En principio, Mario Clavin recordó que Pablo Di Renzo fue su compañero en distintos rubros “siempre ligados a la adrenalina como el básquet y la competencia, también trabajamos en las colonias de vacaciones, muchos viajes y partidos como asimismo la cantidad de veces que lo echaban dejándome solo dirigiendo el equipo. No solamente fuimos compañeros en un cuerpo técnico de básquet en el Club Colón, en una colonia u obra de teatro si no que había una amistad que teníamos en común y conformábamos una buena balanza con Pablo como el más temperamental que en mi caso lo contenía. Siempre me sentí muy cómodo junto a él haciendo lo que sea más que un amigo, un hermano que me dio la vida”.
Seguidamente, dijo que, “Definirlo como una persona intensa es poco, si lo comparamos con un auto su acelerador estaba a 0 o 100 no había termino medio en cualquier cosa que hiciera porque si hacía un asado el anfitrión y te atendía a fondo como asimismo también bien de enojarse e incluso hacíamos competencias en relación a quién hacía enojar al otro y por supuesto, siempre ganaba yo porque era muy sencillo de hacer enojar”.
No obstante, enfatizó: “era la persona más honesta que conocí en la vida, la persona que sabíamos no iba a robarse un peso en su vida, se podía depositar en él toda la confianza”.
Pablo Di Renzo como generador de proyectos artísticos
Hace poco se hizo un espectáculo denominado ‘Ensayo sobre la ternura’ dirigido por Carla Tomasini donde éstos personajes que hacían de ellos mismos, expresan algo que escribió Pablo Di Renzo en relación a ‘que comer un asado con mis amigos que como soy hijo único son mis hermanos’. Pablo no participaba en las decisiones de la comisión directiva si no que su tarea se basaba en la faz artística, una fuente inagotable de proyectos y surgió de hacer obras cortas con la inclusión de gente que aún no tenía experiencia. La intención era hacer varias aunque después se complicó porque es muy difícil conseguir obras cortas donde ‘La Bambola’ era un proyecto, ‘Ensayo sobre la ternura’ y Pablo estaba en todas aunque no dirigiera, era el principal ideólogo.
‘La Bambola’ es una obra de teatro convencional que le gusta a la mayoría de las personas y ‘La Cueva’ como institución tiene mucha variedad donde el espectador nunca sabe con aquello que se encontrarán a diferencia de otros teatros que tienen un rango teatral más marcado. Pablo trabajó mucho con actores surgidos de los talleres así llegó diciembre de 2023 y todo indicaba que iba a estrenar en abril de 2024, pero decidió hacer al menos una función para que el elenco no se vaya a las vacaciones sin realizar ni una siquiera, terminó siendo para él porque cuando ‘La Bambola’ regresó él ya no estaba pero al menos tuvo ese premio de dirigir el estreno.
En ‘La Cueva’ si una persona presenta un proyecto para dirigir una obra seguramente lo hará porque no hay restricciones al respecto, es muy horizontal la toma de decisiones como asimismo la realización de las distintas iniciativas y en particular nunca me preocupé por generar proyectos artísticos debido a que estaba Pablo al lado debido a que cuando estuve presidiendo la comisión sabía que las tres obras al año, con su presencia, estaban aseguradas con la compañía de Graciana que también es un motor de la institución.
El camino teatral que recorrieron juntos
Pablo arrancó antes en el teatro, estuvo jugando al básquet en Buenos Aires, estudiando educación física y cuando vino a Chivilcoy, tanto su padre como su tío ya eran grandes actores, participó en una puesta del estilo revista denominada ‘Sexo XX Cambalache’ dirigida por Teo Calderón y después cuando se crea ‘La Cueva’, con personas de 30 años que fundan un teatro en el año 1993, en el año 2000 hace su primera obra donde estuvimos juntos que se denominó ‘Volvió una noche’, una obra hermosa que nos llevó de gira por muchos lugares y de hecho, es la obra Argentina más representada en el Mundo porque estuvo muchos años en Nueva York. Al año siguiente, ya empezó a dirigir porque no teníamos y alguien tenía que animarse a hacerlo, en mi caso no me sentía en condiciones de hacerlo pero él sí porque tenía el coraje de encarar y me dirigió en ‘Salven al cómico’, la verdad que me sentía muy cómodo.
El Homenaje y su nombre en el escenario
La idea fue de Graciana (Saby) y se apoyó en la directoras que tenemos en ‘La Cueva’ como Romina Legnani, Silvana Torres y Carla Tomasini quienes tuvieron la idea de ponerse en los zapatos de Pablo en relación a las obras que más le gustaban a él, la música que le agradaba tenía que estar y algunos fragmentos, cuatro en total, donde compañeros de teatro hicieron una pequeña escena e interpretaron al personaje que hizo en las diferentes obras, acompañados de una pantalla grande con imágenes realmente emocionante por observarlo ahí. Realmente me lloré todo el ensayo del jueves y en la función e incluso de no haberlo conocido me hubiese gustado también la propuesta en relación a la manera de homenajearlo porque fue muy bueno el espectáculo en sí mismo con artistas de primer nivel tanto amigos, conocidos como quienes aportaron su arte para recordarlo. Destaco la humildad de todos los artistas que participaron quienes conocieron más y conocieron menos a Pablo.
El escenario merecidamente lleva el nombre de Pablo Di Renzo, cuya sala lleva el nombre de ‘Negri’ Gregalio y ahora el escenario lleva el nombre de Pablo, la verdad pienso que me pasará a mí en la faz personal cada vez que me suba a actuar. Con Graciana necesitábamos hacer un homenaje, dar una despedida, dejarlo que se vaya porque quizás lo estábamos reteniendo y negando su partida, tal vez ahora después de lo ocurrido el sábado 29 de marzo empecemos a transitar el camino del duelo que debemos recorrer sí o sí, cada uno en forma distinta lógicamente y todo lo que hicimos nos ayudará en tal sentido.
El Teatro ‘La Cueva’ le debía un homenaje a Pablo y se debía un homenaje de tales características”.






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