“Tenemos que empezar a mover las ideas para animarnos a tener un gobernador radical aunque para lograrlo se deben también contar con muchos intendentes radicales”
El candidato a presidir el comité provincia de la Unión Cívica Radical, Miguel Fernández, en su paso por Chivilcoy con las mejores expectativas de cara a las elecciones internas del 6 de octubre donde espera tener un resultado favorable que le permita conducir los destinos del radicalismo bonaerense durante los próximos dos años.
Asimismo, el dirigente oriundo de Trenque Lauquen dejó su parecer de la actualidad bonaerense y nacional de su partido con una clara intención que el radicalismo vuelva a liderar propuestas en el orden provincial como asimismo ocurra lo propio a nivel país.
En principio, Fernández consideró que su partido tiene que someterse a un debate porque “el radicalismo tiene una enorme potencia vinculada a la gestión con la gente, con el cara a cara, con los intendentes, entender cuáles son las necesidades del vecino y tratar de llevar el concepto de territorio con un radicalismo que tenga una fuerte identidad bonaerense, es lo que transmitimos en cada una de las recorridas por rutas asfaltadas, caminos de tierra pero muy satisfechos porque estamos ante una enorme oportunidad de poder revitalizar el partido con una propuesta que de alguna manera vuelva a alinear toda la potencia que tiene nuestro partido”.
-¿Por qué no lograron conformar una lista única en la provincia de Buenos Aires?
-El futuro para el radicalismo no llegará solo y estamos dialogando con dirigentes como asimismo personas afiliadas para ponerse a trabajar a partir del 7 de octubre. Lamentablemente no pudimos lograr una lista de unidad en la provincia que era el objetivo prioritario porque un pequeño sector prefirió dirimir la conducción en una interna, que no está mal y de hecho si algo tiene el radicalismo es vida institucional, organicidad y cuando no se pueden lograr los acuerdos necesarios lo resolvemos en las urnas que es parte de la responsabilidad de los afiliados.
-¿Qué votarán los radicales el 6 de octubre?
-El domingo votamos qué modelo de radicalismo se pretende en relación a si tendrá un fuerte arraigo con identidad o una dependencia muy fuerte del radicalismo porteño principalmente del comité nacional encabezado por Martín Lousteau.
Consideramos que la construcción es diferente, desde los territorios hacia arriba con una dedicación exclusiva debido a que por los desafíos que enfrentamos no da para hacerlo en tiempo parcial o combinando con otras ocupaciones simultáneamente. Surge la posibilidad de dar un servicio más a mi partido y es dedicarme exclusivamente en los próximos dos años a recorrer toda la provincia desde Carmen de Patagones hasta San Nicolás para construir el radicalismo que necesita no solamente la provincia si no generar una alternativa al Kirchnerismo debido a que la provincia necesita un gobernador radical en 2027 pero también amplificar aquello que representa el radicalismo bonaerense en el resto del país. Precisamos un partido nacional que se vuelva a poner de pie, tenemos 5 gobernadores y más de 400 intendentes en todo el territorio nacional donde tenemos que ir a coser relaciones como asimismo proyectos que nos permitan articular con las 24 provincias para que el proyecto no sea únicamente provincial si no también nacional.
-En caso de conducir el comité provincia...¿La prioridad en materia partidaria?
-El radicalismo tiene organización, institucionalidad y nos pasa que quienes conducen el comité nacional, legítimamente por las formas que se elijen las autoridades de manera indirecta, parecería que no está liderando aquello que el radicalismo del país precisa, no quita méritos a la conducción pero existe un desalineo entre unas necesidades y otras. Luego, aparecen inconvenientes de coordinación, de organicidad en los bloques y llevan a que de pronto tengamos una votación en un sentido, mientras que, a los pocos días algunos diputados voten en contra de aquello que originalmente habían acompañado en una clara muestra de una falta de organización que debe corregirse y también nos puede pasar en la provincia de Buenos Aires donde tenemos un bloque dividido en la legislatura.
La primera tarea que tendremos por delante es la de reunificar los bloques en la provincia de Buenos Aires para que sea único, consistente y trabaje seriamente en aportar soluciones. En el partido está haciendo falta debate interno y si no se entiende el fenómeno que está ocurriendo en el mundo, en el país, las forma que está desafiada la política y no lo discutimos dentro del radicalismo no comprenderá cómo hacer política de aquí en adelante. Tenemos que empezar a mover las ideas para animarnos a tener un gobernador radical aunque para lograrlo se deben también contar con muchos intendentes radicales, por eso la construcción es desde el territorio hacia arriba y no desde una estructura muchas veces lejana que no comprende en ocasiones aquello que le sucede a la gente de a pie y plantean propuestas que después nadie escucha.
-¿La llegada de vuestra propuesta en los diferentes municipios?
-Nuestra propuesta tiene muy buena recepción en la provincia porque representamos aquello que la gente sabe que hacemos bien al contar con 27 intendentes y buenos, más de 50 ex intendentes nos siguen acompañando que se traduce en una enorme representatividad aunque necesitamos también trasladarlo al conurbano. Sin un conurbano que tenga intendentes y territorio radical es difícil poder tener un proyecto provincial y mucho menos contar con un proyecto nacional aunque es cuestión de animarse. En relación a llevar a cabo un proyecto en el conurbano que es distinto al interior hace falta embarrarse, caminar los barrios, dialogar con la gente, ir a los comités y entusiasmar a la gente para que vuelva a creer en un partido que sigue vigente, a quien dieron certificado de defunción muchas veces pero tenemos más de 130 años y seguimos de pie donde en algún momento, más rápido que tarde demandará de un partido que tenga sentido común, respete la república, tenga valores de la buena gestión y eficiencia.
-¿Cómo se hace para que la gente vuelva a confiar en un partido político?
-En la política del mundo y también en nuestro país se está generando el fenómeno Milei que debe entenderse porque en Brasil es Bolsonaro, en Estados Unidos es Trump y en Italia, Melone; un fenómeno en cuanto al descreimiento de la política tradicional para representar las necesidades de la gente pero las modas pasan y quizás éstos modelos que se encuentran desvinculados de la política tradicional como asimismo de los valores que son universidades como el respeto de la división de poderes y de las instituciones también se agotarán. La realidad que el dato del 52,9% de pobreza es alarmante y esperaremos para conocer si éste modelo que se propone es la solución aunque el problema medular de Argentina, a mi parecer, obedece a su desarrollo y cómo se produce ese desarrollo que si no es genuino para tener inversiones, radicación de empresas, generación de empleo hace falta tener institucionalidad y quien descrea que la institucionalidad no sirve hay que preguntar a Petrogas que iba a invertir cifras millonarias al país, pero ahora parece que se va a otro lado por tal motivo. El radicalismo planteará el debate serio y profundo, lo mismo debe ocurrir con la sociedad argentina si queremos salir de una bánquina del estado omnipresente, fofo, que no da respuestas que administra mal al estado mínimo y ausente que tenemos actualmente. Existe un estado razonable, que existe en las democracias modernas de países desarrollados que dan respuesta a su gente y en ese equilibrio debe estar el radicalismo trabajando con sentido común, razonabilidad y colaborando en aportar soluciones.
-¿Su parecer con respecto a la realidad del país?
-Parece que la discusión central del país es el equilibrio fiscal, ninguna novedad y si alguien conoce de equilibrio fiscal son los intendentes que no pueden gastar un solo peso más del que tienen, además si no les alcanza el dinero y quieren aumentar las tasas municipales, el vecino a la próxima elección no los vota más. La eficiencia administrativa, el equilibrio fiscal, la razonabilidad, la priorización del gasto en función de las necesidades de los vecinos es el ABC del radicalismo un modelo territorial que debemos llevar a la provincia y al país.
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