“Tenemos una Ley de biocombustibles peor que la anterior, con argumentos que son un tanto raros”
El ingeniero Juan José Ascheri se ocupó de diferentes cuestiones actuales como la exportación de carne, la bajante del Río Paraná y la Ley de Biocombustible.
Exportación de Carne
“Pasó lo que nos temíamos que fuera a pasar y que no queríamos que pasara. Está pasando en varios temas lo que no queremos que pase, es el caso del cierre de la limitación en las exportaciones de carne. Hace unos años atrás, Argentina que tiene tanta necesidad de recursos, de dólares genuinos llegó a exportar 175 mil toneladas por año, después de tanto esfuerzo durante varios años llegó a superar las 900 mil toneladas y ahora, le encontramos a la solución un problema. Como dijo alguien alguna vez, el argentino tiene la capacidad de a cada solución encontrarle un problema, no buscarlo, encontrárselo al problema. Encontramos una solución, que era generar dólares genuinos para nuestro país a partir de la carne y le encontramos el problema, cerramos”, señaló Ascheri.
Hidrovía
“También, muy posiblemente nos pase algo similar con el caso de la hidrovía, toda la vida, salvo estos últimos 25 años, el Estado tuvo el río Paraná en sus manos. Teníamos un calado de diez pies, pasamos a treinta y pico de pies y ahora resulta que el problema son los privados que lograron eso. No solo que se dragó y se balizó con parámetros internacionales el río Paraná a cargo de los privados sino que además eso posibilitó el semejante desarrollo de todos los puertos a la vera del Paraná en esa hidrovía tan importante que tantos recursos le genera al país vía exportaciones del sector agroindustrial”, manifestó Ascheri.
Ley de Biocombustibles
“Ahora, pasó también lo que no queríamos que pasara, la Ley de promoción de biocombustibles, que creo que de los últimos 15 años fue una de las leyes que más éxito tuvo en Argentina. La Ley de promoción de los biocombustibles que arrancó allá por el 2006 en el gobierno de Néstor Kirchner generó inversiones por más de tres mil millones de dólares, generó más de 50 mil puestos de trabajo, entre directos e indirectos en derredor de esta actividad que arrancó de cero y pasó a generar exportaciones interesantes para Argentina. O sea, tuvo un éxito grande pero ¿qué sucedió en los últimos días? Primero, la aprobación en Diputados luego, la aprobación en Senado, una nueva Ley de promoción de biocombustibles, peor que la anterior, no superadora. Que hace que los biocombustibles tengan menor incidencia en nuestra economía. Pasó lo que generalmente pasa en la Argentina, a una solución le encontramos un problema.
Hoy tenemos una Ley de biocombustibles peor que la anterior, con argumentos que son un tanto raros, la mesa de los argentinos en el caso de la soja, nadie come soja, o sea que no tiene nada que ver. En el caso del maíz, la mesa de los argentinos tampoco, el 70 por ciento del maíz se exporta como grano así que, tranquilamente no se va afectar con seguridad la mesa de los argentinos porque el 70 por ciento se exporta como grano.
Qué mejor que parte de ese 70 por ciento transformarlo en etanol y exportarlo con valor agregado, con mano de obra, con trabajo argentino. Esta Ley, va en contra de eso, la mesa de los argentinos no tiene nada que ver en esta nueva Ley.
Tampoco tiene nada que ver que los biocombustibles encarecen el precio de los combustibles líquidos, no tiene nada que ver el argumento de la billetera argentina. Si los biocombustibles, con el corte de la Ley de promoción vieja, la anterior, aumentarán al doble, cosa extremadamente improbable, imposible, el aumento de los combustibles líquidos estaría en el orden del 0,8 por ciento. Es decir, si se duplica el precio de los biocombustibles, los combustibles líquidos estarían aumentando menos del 1 por ciento. Durante este gobierno, los combustibles líquidos aumentaron 17 veces, si sumamos esas 17 veces estamos lejísimo del 0,8 por ciento. Los combustibles líquidos valen lo que valen no por culpa de los biocombustibles. Entonces, tampoco el argumento de la billetera argentina tiene nada que ver con esta nueva mala Ley.
Tengamos en cuenta que esto nos lleva a borrar con el codo lo que escribimos con la mano. Argentina, sobre todo el acuerdo de París, que fue el último, sobre los parámetros ambientales, se comprometió a un determinado número de cosas. Estos acuerdos tienen algo importante que es la progresividad, si yo asumo un compromiso y hoy cumplí una partecita de ese compromiso, no puedo volver para atrás en eso, tengo que dar el próximo paso hacia adelante, no un paso para atrás.
En este caso, con esta nueva mala Ley, lo que hicimos fue dar un paso para atrás. En unos días, en Nápoles, se va a realizar una nueva reunión medioambiental, donde seguramente el representante argentino saldrá con algún relato, con alguna mentira, a explicar por qué dimos este paso para atrás. El resto de los integrantes del G20 lo escucharán educadamente pero muy seguramente no le van a creer porque ya saben lo que pasa. En tres meses, en cien días tuvimos la pandemia desparramada en todo el mundo, acá las noticias no las podemos esconder debajo de la alfombra, debajo de la cama, se conoce todo en el mundo, el mundo está extremadamente globalizado. Como tantas veces ha pasado, en esta nueva reunión del G20 haremos algún otro papelón explicando por qué en el caos del medio ambiente damos un paso para atrás, en vez de seguir avanzando. Insisto, esto fue encontrarle un problema a una gran solución, la Ley de promoción había generado cosas extremadamente importantes en Argentina, las empezamos a revertir”, expuso Ascheri.
Opmerkingen