“Todos los fines de semana largo, posteriores a la pandemia, fueron buenos"
El último fin de semana largo en nuestro país abarcó desde el 17 hasta el martes 20 de junio donde viajaron 2,2 millones de turistas y gastaron $106.197 millones, de acuerdo al relevamiento publicado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Los feriados que combinaron la conmemoración de los Paso a la Inmortalidad del Gral. Martín Miguel de Güemes y el Gral. Manuel Belgrano dejaron un buen balance: 2,2 millones de turistas nacionales e internacionales recorrieron la Argentina y gastaron $106.197 millones en alimentos, bebidas, alojamiento, transporte, recreación y compras.
Frente al mismo fin de semana del año pasado, que también tuvo 4 días, viajó 3,3% menos de gente, aunque la estadía media fue 3% superior (subió de 3,3 a 3,4 días).
El gasto total, en tanto, se redujo 2,9% frente a ese fin de semana, medido a precios constantes, es decir, descontando el factor inflación. Los turistas desembolsaron, en promedio, $13.894 diarios.
El programa PreViaje movilizó 140 mil turistas y generó $10.070 millones en gastos el fin de semana largo. Iguazú, Salta, Bariloche, Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Ushuaia, Termas de Río Hondo, Carlos Paz, Merlo y Mar del Plata encabezaron los destinos elegidos por los turistas beneficiados por el programa del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.
Aerolíneas Argentinas transportó 222.000 pasajeros en toda su red de vuelos y destinos, es un 26% más que en la misma fecha del año pasado, cuando se transportaron 176.000 pasajeros.
Un atractivo del fin de semana fue la apertura de los centros de esquí que ya se encontraban con nieve. Mucha gente viajó a las montañas aprovechando las excelentes condiciones para esquiar.
En lo que va del año ya van seis fines de semana largos donde viajaron 11 millones de personas y gastaron $409 mil millones.
A este respecto, Salvador Femenía. Secretario de Prensa de CAME, expresó a Radio del Centro: “Los fines de semana largos también tuvieron su evolución, después de la pandemia se estuvo generando un cambio de hábitos no solamente por la pandemia en sí, si no también por la cantidad de días de encierro que también afecta los fines de semana largo, las vacaciones de invierno y de verano, todo fue un buen motivo para salir. Todos los fines de semana largo, posteriores a la pandemia, fueron buenos cuando surgió la posibilidad del turismo interno y una vez finalizadas todas las restricciones, apareció también el turismo internacional”.
“A la merma de un factor se suma otro y es que somos baratos para la gente que viene de afuera, quedó comprobado el último fin de semana largo donde se recibió a mucha gente de países limítrofes que levantaron el promedio de consumo”, puntualizó Femenia.
Asimismo, expresó: “En esta oportunidad, notamos que hubo un movimiento interesante que se sumó al generado por el Previaje 4, por un factor u otro se viene manteniendo el consumo, en algunos casos récords y otros buenos pero nunca son malos”.
“Notamos que algunos destinos están más caros pero también ocurre que los valores suben en oportunidad de la fecha, sabiendo que está el Previaje un poco se inflan los precios y no digo que es generalizado pero sucede”, consignó Femenia.
E indicó: “Los destinos tradicionales son evidentemente los que más traccionan pero hay mucha difusión en relación a varios que son emergentes, un viaje corto y ciudades que están recibiendo gente aunque sea para pasar el día, una comida, lugares con rasgos culturales y también hay ciudades que preparan eventos para recibir a la gente que en algunos casos se convierte en un elemento, por parte del viajante, de elección en relación a visitarla porque habrá una determinada actividad. Todo suma y se convirtió en un movimiento nuevo que está a disposición del turismo”.
Con respecto a las vacaciones de invierno, el dirigente deslizó: “Seguramente habrá gente que se tomará algunos días en las vacaciones de invierno, la situación es difícil para todos y la cuestión es planificar para poder salir porque necesitamos un poco de respiro puntualmente para un bienestar psicológico, parar un poco porque principalmente en las ciudades hay mucha carga y pensar en alguna salida”.
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