“Tu parte maldita’ me sedujo desde que compré el libro de Santiago Lozza”
Sábado 25 y domingo 26 de febrero últimas dos funciones ‘extraordinarias’ de ‘Tu parte maldita’. En Teatro El Chasqui. El sábado la función será 21.30, mientras que, el domingo se realizará a partir de las 21.
Actúan: Ornella Martinez Marcelo, Germán Sinatra, María Inés Martinez y Diego Roizarena. Dirige: Pablo Ancinas. Es una obra solo apta para mayores de 16 años.
Una obra que la definen como ‘abismal, que con la mística propia que Santiago Loza sabe imprimir en sus escritos, logra representar el lado más cariñoso y a la vez más animal y salvaje del ser humano.
Las dos mitades bailan en conjunto, como motores que nos llevan inevitablemente a un destino ya escrito.
Una historia contada en presente y en pasado, una nostalgia de lo que ya pasó, y de lo que aún no vimos, un presentimiento que se acerca a oscuras para tomarnos de la mano y llevarnos a vivir una historia de amor, odio, vida y muerte’.
Entrevistamos en Radio del Centro a Pablo Ancinas, director de la puesta, en relación al por qué de la elección de la obra, al por qué de estrenarla en febrero, de una posible continuidad y el significado para el teatro chivilcoyano.
-¿Cuándo arrancó el proceso de ‘Tu parte maldita’?
-Fue muy positivo todo el proceso, valió la pena transitar tanto tiempo porque pedí los derechos en 2019 para estrenarla en 2020 pero llegó el aislamiento, nos quedamos quietos y ‘tu parte maldita’ se fue al cajón porque si bien la leía, me alimentaba, necesitaba estar con los actores al tratarse de una obra de alta complejidad, la versión de un clásico de Cervantes ‘El celoso extremeño’. Necesitaba el cuerpo del actor, la acción del actor, el vínculo de los cuerpos.
-¿Por qué la elección de ésta pieza teatral?
-‘Tu parte maldita’ me sedujo desde que compré el libro de Santiago Lozza, a quien ya conocía desde el cine pero no su dramaturgia. Cuando leí un libro con todas sus obras, automáticamente volví a ‘Tu parte maldita’, la releía y me llegaban imágenes, escenas, silencios, emociones, ganas de decir cosas con esta obra. Me atrapó desde el vamos y tenía cuatro actores, más a mi favor porque quería trabajar con pocas personas.
Es una obra altamente poética, altamente narrativa. Todo se fue entrelazando para que ‘Tu parte maldita’ se pueda llevar a cabo. Me gusta mucho la inteligencia que Santiago Lozza tiene para decir las cosas, para insinuar, esa sutileza para las acciones que luego las hace el actor aunque derivadas de un texto de una mente brillante aunque por mi cabeza pasen un montón de cosas.
-¿El elenco?
-Soy un director que generalmente trabaja con gente de Teatro El Chasqui, me encasillé porque quiero dar oportunidades a esa gente que concurre al teatro a tomar talleres conjuntamente con actores de experiencia de la casa. En mis últimas obras estoy trabajando con gente de Teatro El Chasqui que se está formando y me agrada esa comunión que se genera entre nuevos actores y los más experimentados, por ahí va mi teatro y mirada en El Chasqui.
-¿La elección de los actores y actrices por dónde pasó?
-A mi me emociona y me seduce mucho lo que genera un actor, por eso siempre voy tirando la consigna, un sentimiento, una imagen y que la pasen por el cuerpo desde la emoción, desde el aquí y ahora, desde la simpleza poder actuar sin forzar nada. María Inés Martínez no iba a estar en esta obra, aunque siempre trabajo con ella y para mí es la cara del Teatro El Chasqui y parte de esa generación que ya no está, por eso tenerla en escena para mí es un privilegio. Por motivos personales, se bajaron los actores con los que estuvimos ensayando durante prácticamente un año pero llegó Daniel Sinastra que es un alumno de Ornella (Martínez Marcelo) con quien deseaba trabajar porque es belleza pura en el escenario, es emoción pura, hace de lo mínimo una imagen potente y cuando se encuentra una actriz con semejantes herramientas realmente es sorprendente porque potencia todo y construye ‘Tu parte maldita’ haciendo su propia versión a través del personaje y a mi me eleva.
Ornella tiene swing y no son muchos los actores que lo tienen.
-¿A qué obedece el estreno en febrero?
-No tenía opción, era hacer la obra en febrero o dejarla porque se me vencieron los contaros y prórrogas con Argentores, caso contrario, tenía que volver a pedir los derechos aunque tengo ganas de volver a solicitarlos porque hay mucho trabajo y cinco funciones para mí son pocas. Les digo que son funciones extraordinarias porque están hechos en una temporada de verano y muchas personas se fueron de vacaciones. No obstante, la gente viene acompañándonos muy bien y es maravilloso tener un promedio de 100 personas en la sala es bastante. Además, nos sirvió para abrir la temporada.
-¿Qué significa esta obra para el teatro de Chivilcoy?
-Es una apuesta completamente diferente, muy dinámica, gente amiga dice que tiene mi sello, pero hay imágenes, poesía, está la musicalidad de un idioma que me seduce mucho. Quizás me repita siempre pero es parte de mi sello, de mi impronta y cuando me repito lo hago de una forma diferente. Soy de las personas que no le interesa gustar a todo el mundo, además imposible porque nadie es perfecto si no con muchos errores que forman parte de un crecimiento diario en la medida que el arte me brinda la posibilidad de mostrar algo.
-¿Qué busca con la obra?
-Quiero provocar, por eso me seduce la obra debido a que quiero molestar al que está frente al actor, de eso se trata. Me siento un provocador todo el tiempo, voy provocando en la vida porque si me quedo quieto me aburro muchísimo. Comentaba a los actores que me metí en el cuerpo de Santiago Lozza, en su mente, él me comió o me bebió para estar dentro de su cuerpo navegando porque descubrir a una persona que escribió un universo, porque la obra es un universo, pero quiero salir no de una forma desechable si no para reproducir y poder representar la obra.
A partir de ahí voy trabajando, es mi delirio pero sano y que alimenta a un proyecto de gestación, así me manejo.
Me gusta generar confianza, tengo sutilezas como todo el mundo pero en cuatro paredes y en un taller porque para mí el teatro es un ritual fuerte hay que ser sinceros para trabajar sin caretas, dirigir con el corazón, con el sexo, con la palabra, con la mirada, con el corazón y todo lo que tenemos a disposición.
-¿Conforme con aquello que está observando en el escenario?
-Estoy conforme porque conozco el proceso de cada actor, el proceso que se vino haciendo, una obra respira, te pide más, te exige. Recuerdo que Javier Dolte, uno de mis primeros maestros me decía hay que faltar el respeto a los grandes autores para poder abordarlos así después elevarlo nuevamente. En la cocina cuando se está elaborando un proyecto artístico, hay que estar codo a codo con su esencia y traerla a éstos tiempos, así trabajo.
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