“Tuvimos la inquietud de hacer un análisis para conocer si había agroquímicos en nuestra agua"
La problemática del agua en Chivilcoy fue tema de una asamblea que se llevó cabo el sábado en el Centro Cultural “Colgados de la Rama”, en el marco del encuentro de Mercado Popular Saludable y se determinó ponerse en contacto con la Comisión Fiscalizadora del Agua, entidad creada por ordenanza municipal, para conocer el estado de obras en Chivilcoy, si se hicieron análisis una vez puesta en funciones la planta de ABSA y acciones futuras.
A este respecto dialogamos en Radio del Centro con una vecina autoconvocada por el agua como lo es, Carmen Cavallo no solamente ocupada y preocupada por ésta cuestión si no también con todo lo relacionado a agrotóxicos.
La asamblea del sábado fue positiva debido a que había mucha energía joven y con ganas de retomar una lucha que ya tendría que haber culminado aunque continuamos insistiendo para tener una resolución al respecto”.
En cuanto a la asamblea, Cavallo expresó: “La intención era informar a los presentes en el estado que se encuentra el amparo que iniciamos en el año 2017 y también acerca de los resultados que nos acaba de entregar el INTA Balcarce con respecto a la medición de agrotóxicos en el agua”.
Seguidamente, sobre la Comisión Fiscalizadora del Agua señaló: “Tenemos que activar el tema del agua en Chivilcoy porque se encuentra bastante olvidado, contamos con una Comisión Fiscalizadora del Agua por ordenanza, aunque desconocemos si está activa. Se trata de una Comisión que integra un grupo de personas tanto del Ejecutivo, vecinos autoconvocados incluyendo la asamblea por el agua con muchísimos actores involucrados; desconocemos si actualmente tienen información en relación a los últimos análisis de ABSA, si dieron bien y si la planta potabilizadora se encuentra en funcionamiento de manera correspondiente.
Como vecinos preocupados y ocupados de la temática, elevaremos una nota para solicitar información y comunicar los resultados de los análisis”.
En relación a las temáticas planteadas, la vecina consignó: “Estamos abordando dos temas: arsénico por un lado y agroquímicos por otro, parecerían que son diferentes pero nos explican los profesionales que existe una simbiosis entre ellos y se potencian”.
Volviendo a los análisis, esbozó: “El análisis de agua que realizamos en su momento fue a partir de tomas que extrajimos de nuestros domicilios y llevamos al laboratorio de Luján en el año 2017 donde midieron el arsénico que dio muy por encima de los valores normales surgiendo una tirantez en relación a si tomar el código alimentario que permite hasta el 0,05 o la Organización Mundial de la Salud que acepta hasta el 0,01. Lógicamente pretendíamos los menores valores posibles para la población”.
“No tenemos conocimiento si se hizo algún análisis luego que se pusiera en marcha la planta y en caso de realizarse nos gustaría conocer los resultados obtenidos, por eso nos gustaría dialogar con las personas que integran la Comisión Fiscalizadora y sean quienes presionen a ABSA. Nuestros resultados eran alarmantes en 2017 y después se puso en funcionamiento de la planta pero no los tres que la Justicia obligaba a ABSA. Actualmente, no podemos decir si están en funcionamiento los tres o ninguno debido a que desconocemos la situación y es justamente aquello que buscamos nos informen”.
Con respecto a los agrotóxicos, remarcó: “No tenemos ordenanza en este momento para regular las fumigaciones, quedó todo en el olvido. Si se trataron durante un año dos proyectos de ordenanza que pretendían unificarse pero no hubo acuerdo debido a los intereses que estaban de por medio como la Asociación Rural, el Grupo Puente, Ingenieros Agrónomos quienes presionaron mucho para que no salieran los 1000 metros de la zona de exclusión para poder cubrir y proteger al vecino de las fumigaciones.
Tuvimos la inquietud de hacer un análisis para conocer si había agroquímicos en nuestra agua y el análisis del INTA Balcarce nos marca que sí los tenemos. El agua fue extraída de la canilla del Centro Cultural Colgados de la Rama, con todo el protocolo correspondiente y el resultado arrojado es que tenemos residuos de agrotóxicos en esa canilla. Elegimos ese lugar porque nos pareció el más representativo por la cantidad de personas que convoca debido a que hay un barrio, silos que se fumigan, la planta de ABSA, escuelas, el CEF, la plaza.
Si bien los resultados no fueron alarmantes ni excedían los valores normales, sí salieron residuos y fueron más de cinco los elementos que salieron como glifosato, atrazina, 2,4-D. Un ingeniero agrónomo presente en la asamblea se refirió a la peligrosidad que acarrean éstas pequeñas cantidades de dosis de agrotóxicos en aguas de la canilla porque es acumulativo también. Es otra situación a resolver porque tendría que haber salido 0 como resultado”.
Acto seguido, apuntó: “Las personas que consumen agua de la canilla son las que actualmente visitan el Hospital porque son muchas las que tienen tiroides, cáncer de piel, niños con leucemia y es un tema de salud, no de capricho.
Otra de las cuestiones a tener en cuenta obedece al agua que ABSA provee a las escuelas en las cisternas a sabiendas que el plástico se deteriora y muchas de las maestras nos manifiestan que el agua es intomable teniendo un gusto muy feo. Hay muchos aspectos a considerar no es solamente poner en funcionamiento la planta y no es solamente llevar agua envasada si no que debería también analizarse”.
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