Alrededor de 60 productores chivilcoyanos iniciaron el trámite de la Emergencia Agropecuaria

Así lo expresó, el Presidente de la Asociación Rural de Chivilcoy Pablo Güida a Radio del Centro y además comentó que también solicitaron la prórroga de la emergencia ‘porque la sequía no se corta’.

El máximo titular también hizo mención a la difícil situación que se encuentra atravesando tanto el sector tanto agrícola como ganadero.

“Hasta la semana anterior eran 60 los productores que presentaron el trámite de la emergencia agropecuaria con 30 en proceso de aceptación y había otros 30 con observaciones a corregir”, señaló Güida, y agregó: “Además, con otras instituciones que formamos parte de la firma de la emergencia agropecuaria a fin de octubre fue solicitar una prórroga de lo establecido hasta el 31 de diciembre porque la sequía no se corta y mucho menos en enero que históricamente es un mes seco y en las condiciones actuales, mucho más seco todavía”.

En cuanto a la situación climática, Güida planteó: “Necesitamos que llueva, las precipitaciones de este miércoles no alcanzan, es mejor que nada pero necesitamos de 100 milímetros hacia arriba. El déficit de 2022 fue, dependiendo la zona, de 400 o 500 milímetros que implica la mitad de lo que llueve en un año normal. En Chivilcoy, el promedio equivale a 1000 milímetros por año pero 2022 el déficit fue muy importante”.

“Todos los cultivos se fueron atrasando y tiene la consecuencia de menor producción de granos, menor calidad y también se atrasa la cosecha llevándola más cercana al invierno con las consecuencias que significan el tener menor cantidad de horas de luz de secado de las plantas, que complica lógicamente”, consignó el dirigente.

E indicó: “Estamos expectantes a que llueva porque lo necesitan los cultivos no solamente para la gruesa si no para recuperar carga de agua los suelos. El suelo actúa como caja de ahorro de agua para los cultivos de fina como asimismo las pasturas porque dialogando con los productores ganaderos, desde el mes de mayo, la mayoría no tenemos pastura como ocurre en los años normales”.

“La sequía se acentuó durante el año anterior con los efectos nocivos para la producción, estamos esperando que comiencen a restituirse las lluvias a partir del mes de febrero”, mencionó, y añadió: “En diciembre, precipitó un poco más dentro del marco de la sequía y principalmente en los cuarteles más alejados del Río Salado, que habitualmente son quienes menos agua reciben, con la esperanza que la situación hídrica se empiece a normalizar a partir de febrero”.

Con respecto a la actualidad de los cultivos y ganadería, Güida remarcó: “En el mercado tienen buenos precios los granos pero la hacienda lamentablemente no, hace ya seis o siete meses que el precio está planchado sin que se restituya y el mercado no acompaña al productor ganadero, es como una olla a presión donde no digo que reviente pero si que debe salir el vapor para que descomprima. Tiene que subir el precio para que haya un estimulo orientado a la ganadería para que siga produciendo.

La situación, en mayor o menor medida, está complicada en muchas ciudades. En rendimientos de la cosecha de fina van desde los 400 kilos de trigo pasando por los 800, 1200 y lotes muy puntales de 2000 o 2500 kilos, uno de cada diez. Lo habitual, en relación a los últimos años, son rendimientos de 4000 kilos hacia arriba. El rendimiento más bajo de la cosecha 2021 estaba en los 2000 kilos y ahora es el potencial máximo cuando en una época normal es el mínimo.

Todavía desconocemos cómo jugará en nuestra economía pero sin dudas tendrá un impacto porque si bien hay precios altos de los granos, no está la cantidad para cubrir la demanda. En cuanto a la cosecha de fina se levantó la mitad”.

Seguidamente, solicitó: “La eliminación de las retenciones es fundamental más en un año complicado como el actual, que se eliminen permanentemente es la solución porque estimula la rotación de cultivos, la variación de la matriz económica donde puede alternarse cultivos con ganadería, mejor fertilización de los suelos al tener más dinero para poder adquirir insumos de mayor calidad”.

“El productor agropecuario también invierte en otros rubros como la construcción, turismo, la educación de sus hijos en cuanto a una formación universitaria o técnica; actualmente el campo tiene un nivel de conocimiento producto de la propia experiencia y formación técnica que se encuentra en los primeros lugares a nivel mundial”, culminó.