Natalia Gattinoni:“Preferimos considerar el panorama que pueda ser ‘Niña’ aunque sin todavía tener una certeza en cuanto a la intensidad”

Las perspectivas indican que en el área central del país, Patagonia y norte argentino, se transitaría con condiciones térmicas normales, a excepción del este de Buenos Aires y Entre Ríos donde prevalecerían condiciones más frías. Especialistas del INTA analizan el impacto que podría tener en las plagas y enfermedades.

Si bien en otoño suele ser normal la entrada de masas de aire frío, este año a diferencia del año pasado el descenso de las temperaturas fue marcado y poco común para mayo. En esta misma línea, los pronósticos climáticos anticipan que el final del otoño e inicios del invierno podría ser más frío que los que suele ocurrir, en especial, en el este de Buenos Aires y Entre Ríos. Frente a este escenario, especialistas del INTA analizan los pronósticos y anticipan el impacto que podría tener en las plagas y enfermedades.

En esta misma línea, Natalia Gattinoni, especialista del Instituto de Clima y Agua del INTA, explicó entrevistada en Radio del Centro: “Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el INTA, el mes de abril finalizó con 1 a 3 días con temperaturas por debajo de los 3°C, comenzando a mostrar los primeros indicios de ocurrencia de heladas agrometeorológicas”.

De acuerdo con la meteoróloga, “el pronóstico climático trimestral elaborado desde el SMN indica que, para el área central del país, Patagonia y norte argentino, existen mayores chances de transitar un trimestre en condiciones térmicas normales para la época, excluyendo el este de Buenos Aires y Entre Ríos donde prevalecerían las condiciones medias más frías”. Además, destacó que “los pronósticos de temperaturas mínimas extremas están indicando una mayor frecuencia de temperaturas bajas, especialmente sobre el centro y sur del país”.

-Teniendo en cuenta las temperaturas de mayo, ¿se puede decir que ‘comenzó el invierno’?

-Comenzó el invierno climático con todos los estudios que hacemos en junio, julio y agosto, mientras que, tenemos el invierno gastronómico que definimos alrededor del 21 de junio. Mayo nos dio esa entrada al frío y terminó como uno de los más fríos aunque los primeros días de junio nos encuentra con días un poco más templados, que ya empezamos a sentir e igualmente nos estamos iniciando en esta nueva temporada donde el invierno comienza a dar sus señales.

Estamos siguiendo todas las situaciones, los pronósticos son justamente pronósticos teniendo detrás una probabilidad e incluso con alguna lluvia que no puede detectar en ocasiones por cuestiones de la atmósfera pero lo primordial es que pueda llegar la información al productor y tomador de decisiones.

-¿Se le está prestando cada vez más atención al clima?

-Siempre los productores están muy expectantes en relación a aquello que puede llegar a ocurrir con el clima, hicimos algunas encuestas donde muchas personas expresaron que hace algunos años atrás no estaban tan pendientes pero ahora lo siguen de cerca, dándose cuenta de la variabilidad y buscan estar más informados. Son muchas más ricas las charlas cuando en la parte de clima, los ingenieros agrónomos brindan sugerencias en cuanto al manejo y las condiciones a considerar en la parte agropecuaria. La información está en la web pero el intercambio con el especialista que la brinda delante de una audiencia es muy necesaria porque el productor tiene a quien consultar de primera mano de manera directa.

-¿Qué puede ocurrir con el clima en el próximo trimestre?, ¿Ingresamos a un nuevo año ‘Niña’?

-Tenemos que hablar de ‘Niño’ oscilación del sur porque es el principal actor en cuanto a que puede ocurrir en relación a chances de precipitación, especialmente en la región pampeana y este del territorio. Pasamos un ‘Niño’ que nos dejó lluvias como sucedió en el mes de abril que fue la última que tuvimos en el otoño y estamos transitando este evento con su neutralidad en este momento, no es ni ‘Niño’ ni tampoco ‘Niña’, debido a que el océano y la atmósfera se encuentran en condiciones normales. Como el fenómeno se puede producir internacionalmente porque existen muchos modelos que nos dejan ver lo que puede pasar más adelante, en la segunda parte del año, los pronósticos están coincidiendo con más del 70% de probabilidad de transitar hacia un fenómeno ‘La Niña’. El panorama podría ser distinto en relación al año anterior pero hay que ser cautos, tenemos que ir informándonos mes a mes porque debemos conocer cuándo da inicio, cuándo comienzan a darse las señales e ir preparándonos en consecuencia. Las chances que sea ‘Niño’ son prácticamente nulas y las posibilidades de neutralidad está por debajo del promedio, es el panorama que por ahora tenemos.

-¿Se puede esperar una ‘Niña’ no tan intensa?

-La última ‘Niña’ que tuvimos fue un fenómeno extraordinario con condiciones que se venían arrastrando porque ya se partía de un déficit de las campañas anteriores. En este caso, el punto de partida es diferente debido a que si bien tuvimos un mes de mayo con muy poca lluvia pero la situación es diferente por las precipitaciones que se dieron hasta abril aunque dependiendo también de cada lote y cada registro importante de medir a campo. En cuanto a la intensidad de la ‘Niña’, el inicio del fenómeno es clave porque después hay que esperar la señal de la atmósfera a nosotros, por eso el comienzo e intensidad que se pueda tener lo estamos tomando con cautela, se va siguiendo porque existen diferencias entre los modelos y por eso, preferimos considerar el panorama que pueda ser ‘Niña’ aunque sin todavía tener una certeza en cuanto a la intensidad.

Cuando hacemos mención a la intensidad nos referimos a que esa región del océano se encuentra más frío al referirnos a una ‘Niña’ intensa y está más frío obedece que está más activo, la atmósfera se da cuenta de esa temperatura y la señal es más importante.

En un escenario ‘Niña’ las lluvias tienden a ser más deficitarias, no significa que no llueva si no que hay más días sin lluvia, entonces hay que plantarse ante este escenario.

-¿Podríamos tener lluvias y temperaturas por debajo de lo normal?

-Según la información que elabora el Servicio Meteorológico Nacional como asimismo observando todos los pronósticos estacionales climáticos o trimestrales en cuanto a lluvias o temperaturas gran parte del territorio, principalmente región pampeana e incluso haciendo foco en Buenos Aires, están las chances de un invierno con lluvias más deficitarias es lo más probable debido a que es una época donde las precipitaciones escasean y acompañado de condiciones, en promedio, más frías. No significa que tengamos períodos más templados pero en promedio se espera que las temperaturas sean más frías.

-¿Existe una mayor predisposición a tener mayor frecuencia de heladas?

-Si bien no tenemos información en cuanto a cómo se da el fenómeno, teniendo en cuenta que los pronósticos son a corto plazo, cuando se piensa que podemos tener un trimestre en promedio más frío, a diferencia del año anterior, las condiciones podrían darse para tener una mayor cantidad de helada aunque se recomienda seguir de cerca los pronósticos. En mayo se produjeron 14 heladas: 7 climáticas y 7 meteorológicas en Chivilcoy, mientras que, en el Sur de Buenos Aires lógicamente durante el mes de mayo tuvimos presencia de heladas de la misma manera que áreas de Córdoba y Santa Fe con registros cercanos a la misma cantidad de heladas. Habitualmente en el mes de mayo tienden a darse las primeras heladas aunque nos habíamos desacostumbrado un poco en los últimos años aunque en esta oportunidad tuvimos varios días con temperaturas por debajo de los 3° y por debajo de los 0°.

“la ocurrencia de heladas puede anticiparse teniendo en cuenta factores meteorológicos como la temperatura del aire, la humedad relativa y la velocidad del viento”. Generalmente, las heladas son más probables durante las noches despejadas y con poco viento, situación que permite que la tierra pierda calor y se enfríe más rápido.

-¿La nueva campaña de trigo y cebada arranca con buena disponibilidad de agua en el suelo?

-Con estimaciones a partir de la información satelital, siguiendo los datos no solamente se encuentra disponibilidad de agua en los primeros centímetros del suelo si no también fundamentalmente en la profundidad con hasta 2 metros.