“No solamente se precisará de las cosechas 2023/2024 si no también 2024/2025 para recuperarnos"
La siembra de trigo, el inicio de un nuevo ciclo productivo, la emergencia agropecuaria, las retenciones, el clima fueron algunos de los temas abordados con el productor agropecuario,
Martín Fernández Cagnone en una entrevista que Radio del Centro le realizó.
También con al ex presidente de la Asociación Rural de Chivilcoy le consultamos acerca del tiempo que puede necesitar el sector para recuperarse y la inversión que se plantea poner a los cultivos de fina.
-¿Comenzó a sembrarse en Chivilcoy?
-A partir de las lluvias prodigiosas del mes de mayo que nadie las esperaba y nos proveyeron de 180 milímetros en promedio, llevó a que el suelo tenga entre 35 y 45 centímetros de humedad para asegurar la implantación del cultivo de trigo y cebada. Las lluvias de mayo nos cambió el ánimo y también los planes porque realmente hay que hacer siembra fina para poder llegar a la gruesa del próximo año esperando que se pueda concretar el pronóstico que sea un año ‘Niño’ para que no nos falte el agua e incluso indica que en julio podría empezar a llover y bienvenido sea porque tuvimos tres años de ‘Niña’ afectándonos mucho, principalmente en 2022 a punto tal que en el suelo nos faltan más de 1000 milímetros de agua donde las napas bajaron terriblemente, así que esperando al ‘Niño’ para recomponer la situación hídrica. Se puede empezar a sembrar pero después tiene que llover para poder tener la humedad suficiente para el desarrollo.
Particularmente no tengo miedo a la lluvia porque faltan más de mil milímetros de agua en el suelo y en forma particular prefiero andar entre el agua porque algo se saca pero en la seca no se saca nada, el agua se va pero la sequía se queda.
-¿Cómo arranca la nueva campaña?
-La mayoría arrancamos de cero o en negativo en el caso de los campos alquilados. Se está recurriendo a financiación bancaria donde hay algunos créditos, no blandos porque la realidad económica lo impide, utilizándose las tarjetas agropecuarias como medio de financiación porque es la única manera de poder iniciar la campaña porque no a muchos le quedó resto.
Cuando critican es por desconocimiento y las últimas campañas demuestran por qué el productor agropecuario vende sus granos a medida que lo necesita debido a que precisa tener una previsión para esta clase de situaciones adversas, que nadie la esperaba de tal magnitud, pero hay que disponer de un respaldo si no es imposible volver a reiniciar el ciclo productivo. Debemos agradecer que los bancos dan alguna financiación y quien no pudo obtener una reserva también se encuentre en condiciones de iniciar un nuevo ciclo.
-¿El estado brindó alguna ayuda a los productores?
-El estado nos otorgó la emergencia agropecuaria cuando tenemos un desastre y de haberlo declarado se podía obtener la condonación de impuestos cuando con la emergencia es postergación. La ayuda es ni y resulta más la financiación bancaria que los beneficios otorgados por el estado. Hay que cubrir muchísima deuda, insumos que quedaron sin pagar, créditos tomados, la entrama económica es media complicada y por eso, estábamos pidiendo esa clase de ayuda del estado no que saquen las retenciones ni nada por el estilo si no que den el desastre porque gente mayor expresaba que nunca había observado en su vida el campo como estuvo en 2022, un caso inédito y creemos que el gobierno, así como nos pide y nos saca, tendría que apoyarnos aunque sea una vez.
-¿Se puede sacar las retenciones, qué pasaría de tomarse tal decisión?
-Cuando asumió Mauricio Macri como presidente, sacó las retenciones del trigo y del maíz y como contrapartida obtuvo una producción récord de trigo y maíz. Con ese ejemplo, estaría todo dado para que quien asuma tome medidas con respecto a las retenciones que son retrogradas, solamente dos o tres países en el mundo las implementan únicamente y si los demás países pueden subsistir, como asimismo progresar, sin retenciones también Argentina puede hacerlo. Además, favorecería a la inversión porque en este momento la carga impositiva entre retenciones, ganancias e impuestos al agro le quitan el 80% así que con un 20% hay que producir, invertir y es muy complicado.
Si el estado no quitaría ese porcentaje de las retenciones iría todo a inversión tanto al campo, la producción como asimismo a las ciudades.
Las retenciones fueron impuestas por Lavagna en 2001 para paliar la situación de crisis que vivía el país pero luego no las sacaron si no que año tras año las fueron aumentando cada vez más. Si los gobiernos quieren más dinero deben achicar el estado y así no se necesitarían las retenciones, la ecuación es muy sencilla pero político que asume aumenta la planta de gente, los gastos y la verdad que no pueden ocurrir en un país que está sumido en la miseria como sucede con el nuestro.
-¿Se necesita de un buen ciclo para poder recuperarse?
-No solamente se precisará de las cosechas 2023/2024 si no también 2024/2025 para recuperarnos, si todo anda bien recién la 2025/2026 será para avanzar porque fueron muchas las pérdidas, tres años y 2022 nos remató. En Chivilcoy, la cosecha 2021/2022 fue un año de seca y tuvimos un invierno llovedor que nos sirvió para tener una cosecha gruesa más o menos acorde obteniéndose 1 millón de toneladas entre cosecha fina y gruesa cuando el período 2022/2023 se sacaron 140 toneladas, no hace falta agregar más nada. Algunos productores obtuvieron rendimientos muy bajos y otros directamente ni cosecharon la soja de segunda. En la parte ganadera, notaremos el efecto de la sequía con los porcentajes de preñez en las vacas que disminuyó notablemente.
Además, perdimos muchos mercados por años de desidia y ahora lamentablemente con esta sequía se volvió a liquidación de vientres por una cuestión de necesidad debido a que no hay que darles de comer, otra vez a lucharla para poder recomponer el stock y pensar en un futuro a tratar de recuperar los mercados perdidos. Los mercados se pierden muy fácil pero recuperarlos cuesta mucho.
-¿Será menor la inversión destinada a la siembra?
-Ya está ocurriendo y la mayoría achicaremos un poco la tecnología porque es cara aunque los insumos hayan bajado con respecto a 2022 pero no hay respaldo y entonces, tenemos que jugar con aquello que disponemos. Lógicamente que a menor tecnología, menor rendimiento y ya lo sabemos, es una regla directa pero es la realidad que nos toca vivir. No hay dinero para afrontar los gastos de la nueva campaña y por ese motivo también se reducen los costos.
-¿Los precios cómo se encuentran?
-Están estancados, la tremenda inflación que tiene el país y los precios estancados, hacen cada vez más difícil el poder invertir. Además, no hay cereal y entonces no se entiende por qué los precios se encuentran estancados, algo los está frenando e incluso Argentina en este momento se encuentra importando soja porque no alcanza la que tenemos en el país para las aceiteras, biocombustibles y denota la mala campaña que tuvimos.
-¿El dólar agro cumplió con su cometido?
-El primero quizás tuvo el efecto deseado en relación a aumentar la liquidación pero el segundo o tercero no debido a que no había nada para liquidar y tampoco marcaba una gran diferencia en la faz económica. Entonces, la filosofía del productor es vender lo que hace falta y entonces, no generó aquello que el gobierno quería porque el productor fue vendiendo a medida que lo necesitaba, después si los exportadores hacían otro negocio con el gobierno y liquidaban más, es otro tema, pero a nivel productor no significó nada.
-¿Qué deberían hacer los presidenciables con respecto al campo?
-Lo primero que deben hacer los candidatos a presidente primeramente deben informarse y para eso están las entidades que pueden brindar un panorama real y cierto del sector agropecuario. Si los candidatos se reúnen con las entidades conocerán de primera mano la situación real y pueden tomar las mejores decisiones que nos saquen a todos del contexto que estamos atravesando porque el campo es el motor de la economía Argentina y si logramos que el motor funcione, ocurrirá lo propio con el resto de la economía.
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