Siento que Ana (Zabaloy) me eligió para que cuente su historia

Juan Cruz Caricati, joven cineasta chivilcoyano presentó su corto “Tierra Perdida”, en homenaje a Ana Zabaloy, maestra rural que falleció de cáncer tras haber sido fumigada en una escuela de San Antonio de Areco, en un festival realizado en París (Francia). Ultimamente también se exhibió en el Bafici.

Realizado íntegramente en Chivilcoy, “Tierra Perdida”, es un cortometraje que narra la historia real de Ana Zabaloy, una maestra rural que fue fumigada en una escuela de San Antonio de Areco.

Entrevistado en Radio del Centro, Caricati recordó que, el corto viene de participar del Mobile Film Festival, el festival internacional realizado en Francia, que sostiene desde 2005 un formato único: un móvil, un minuto, una película, bajo el lema “Hagamos las paces con la Naturaleza”, basado en el cambio climático, está apoyado por la ONU, y concursaron 692 cortos de todo el mundo, quedando sólo 50.

Con actuaciones de Candela Speranza y Franchesca Marugo, el equipo técnico estuvo compuesto por: Sofía Casullo, Verónica Quiroga, María Luz Morera, Juan Bernardo Garmendia y Andrés Peppe.

-¿La experiencia en Francia?

-Muy buena, estuve recorriendo París durante dos meses conociendo productores, directores, periodistas, gente de los medios. El trabajo fue muy bien reconocido y de hecho, al otro día de arribado a Francia estuve en RFI transmitiendo en vivo a 15 países de forma simultánea, hablando acerca de la temática, sobre Ana (Zabaloy) y vi su foto en las pantallas, un momento de mi vida muy emotivo. Hablé a corazón abierto y fui yo mismo.

-¿La recepción del corto?

-El corto fue muy bien recibido aunque muy fuerte para la ONU, eligieron trabajos que hablaban más sobre plásticos y temáticas socialmente aceptadas. Por lo tanto, siento que llegó hasta ese lugar por la fuerza del mensaje y se ganó solo ese espacio. Es un corto que no tiene palabras solamente una acción muy fuerte. El mensaje llega, despierta y genera emoción.

El corto fue elegido para toda Latinoamérica para ser el abanderado del festival, está viajando por todo el mundo, lleva 200 mil reproducciones únicamente en las redes sociales porque la gente lo comparte, los medios quieren censurarlo y no pueden porque se encuentra en Internet, asimismo la gente lo comparte.

-¿Cómo surgió el corto?

-Fue un momento de mucha lucidez y no es un trabajo que pensé demasiado sino que sentí desde el principio. Cuando leí la historia de Ana (Zabaloy) lloré mucho, hice un pequeño cambio en relación a que ella fue fumigada con un mosquito pero en el corto introduje una avioneta porque su sonido me llevaba a la Guerra Mundial debido a que ella fue fumigada con 2,4D, un veneno inventado para la Guerra de Vietnam.

Mostré el corto a personas de distintos países en el Aeropuerto y no entendían cómo en Argentina fumigan si hace mal, pero pasa en nuestro país y la gente se muere. Ocurre que, al que denuncia le dicen loco, caminan por la calle y le pegan, es una temática muy fuerte.

Me pasó de visitar Santa Fe y Entre Ríos, conociendo gente fumigada y abrirme las puertas cuando me presentaba porque habían observado el corto.

-¿Qué representa la historia de Ana Zabaloy?

-Se cumplieron tres años de la muerte de Ana Zabaloy, una maestra fumigada. Es una historia tan fuerte, tan real y que simboliza tantas otras en el país, de miles de personas fumigadas en Argentina, da tanta voz a un tema tan silenciado que explotó y no se puede detener.

Maestras como Ana que denuncian y llevan el tema a los medios, incluso con su cuerpo, hacen historia. Estoy en este lugar por ella no estoy por mí, Ana es una persona inolvidable e imborrable y en poco tiempo cuando realice la película su historia estará en todo el mundo.

-¿Está trabajando en la película acerca de lo ocurrido con Ana Zabaloy?

-Me encuentro escribiendo guiones para hacer una serie que significará una introducción a la película de Ana porque siento que tampoco estamos listos como sociedad para ver la película, falta mucha conciencia todavía para realizar el film y que la gente pueda comprenderla.

-¿La repercusión del corto tras su paso por el Bafici?

-Estuve en el Bafici donde proyecté el corto y brindé una charla, una mujer lo observó y me llamó. Viajé a El Marquesado hace unos días, a una asamblea de vecinos que hace un mes se está moviendo porque encontraron en su agua veneno. Me llaman, viajo, cuento la experiencia de haber estado en Santa Fe y Entre Ríos, de aquello que vi en ciudades de ambas provincias donde la gente empieza a notar que estaban enfermos pero no se daban cuenta que era por las fumigaciones.

Hay mucha ignorancia buscada en la temática, nadie sabe lo que pasa, estamos todos envenenados y se desconoce. Ocurre que mucha gente al no observarlo en los medios masivos de comunicación cree que no es importante, pero no está en los medios justamente porque es muy importante. Fui censurado en algunos medios por querer exponer acerca de la temática y es un orgullo para mí.

-¿La relación personal con la historia de la maestra?

-Me pasó algo increíble, Ana (Zabaloy) fue fumigada un 5 de octubre hace 5 años, me enteré de su historia un 5 de octubre 5 años después de una manera muy aleatoria, entonces siento que Ana me eligió para que cuente su historia. Son cosas que van sucediendo de una forma muy mágica.

Conocí a su hija Luz que es parte de Ana, estuve en la casa de Ana. Luz observó el corto y me dijo que todo el tiempo veía a la madre, se emocionó mucho, la conocí y estuve en su casa, me mostró las fotografías de su madre. Prontamente volveré a visitarla y juntos haremos la película de Ana porque es la obra de su madre. El arte es un registro que queda para la historia y hay que realizarlo con mucha conciencia histórica para su trascendencia.

-¿Qué puede adelantar de la serie o la película?

-Primero que, es tan cruda la realidad que no hace falta introducir ficción a la temática, estamos en un territorio bombardeado todo el tiempo con el agua, el aire, la megaminería, las historias están ahí, solamente hay que chocárselas y narrarlas de la mejor manera posible.

Tengo el deseo de hacer la serie donde estaré actuando, algo que nunca hice, y también dirigiéndola, relacionada con la historia de Ana (Zabaloy) y en el verano pretendo salir de gira a recorrer localidades para proyectar el corto, conversar con la gente en una búsqueda de amor y esperanza porque si nos quedamos con la tristeza nos siguen matando.

-¿Cómo se hace para que trasciendan las problemáticas que plantea?

-Comprendí que la unión de los vecinos es fundamental, cuando se juntan barrialmente o a nivel ciudad los dejan de fumigar por lo menos al lado de sus casas y ya cambia su estilo de vida. No se puede cambiar el modelo pero si se puede entregar el tiempo y voz para que dejen de fumigar al lado de las escuelas y de sus casas porque las personas se mueren, conocí muchas historias y de hecho, entrevistamos a una mujer de San Justo que estaba realizando una colecta para dos chicos de 10 años que estaban con Leucemia en el Garrahan -luego uno de ellos falleció lamentablemente-. Cuando la estaba entrevistando pasó un avión arriba de la casa fumigando. Al estar en territorio se pueden comprobar las cosas, es la realidad, si después los medios lo ocultan es otra cuestión pero ocurre todo el tiempo.