Una vez que empecé la carrera nunca dudé en querer convertirme en abogado
El próximo 20 de diciembre, el Dr. Luis María Mariano, cumplirá 40 años de ejercicio profesional en la abogacía merced a que se recibió como letrado con la llegada de la democracia en el año 1983. Actualmente, tiene la dicha de poder compartir el estudio junto a dos de sus hijos.
Entrevistamos al Dr. Luis María Mariano con el propósito de repasar sus 4 décadas de trayectoria en la abogacía y asimismo pedirle su parecer a la importancia de la profesión, el rol actual del abogado en la sociedad y de la justicia.
“Son unos cuantos años”, dijo Mariano en relación a sus 40 años y recordó que “toda mi vida quise ser abogado. Desde niño siempre fue la actividad que tuve muy presente y nunca pensé en otra que no fuera la abogacía. Cada vez que me preguntaban qué quería ser cuando fuera grande o qué carrera deseaba estudiar, mi respuesta era abogado. Desconozco de dónde nació pero siempre estuvo en mi ser íntimo el anhelo de ser abogado”.
Seguidamente, se refirió al proceso de estudio en época de la dictadura: “Una vez que empecé la carrera nunca dudé en querer convertirme en abogado, consciente que debía cumplir etapas. Tuve una formación profesional en la Universidad de Morón, una institución que presenta la carrera de abogado como una serie de materias tendientes a conocer la filosofía del derecho y además, con orientación política. Tuve una formación con más de 40 materias en aquella oportunidad debido a que ingresé en el año 1977 a la Universidad, fueron 6 años de estudio y me recibí en el año 1983.
Tuve que estudiar toda la carrera en la época del proceso, era muy duro lo ocurrido en ese momento pero se fue sorteando. La Universidad estaba alrededor de 20 o 25 cuadras de la Mansión Seré, un centro de detención clandestino, pero no teníamos ni idea de todo lo que sucedía en el país teniendo en cuenta mi juventud y el hecho de estar abocados plenamente al estudio. Sí notaba que había un silencio que flotaba y además, muchos compañeros que iban desapareciendo de la Universidad. Me acuerdo que iban pasando lista, nombraban a 4 o 5 que eran retirado del aula y no los volvíamos a ver, sucedió cuando estaba cursando en el primer o segundo año de la carrera”.
Por lo tanto, subrayó acerca de la democracia: “debemos cuidar la democracia que es el mejor sistema que conocemos debido a que todo aquello que no sea democracia, aunque imperfecta, tiende al autoritarismo. Por donde se lo mire, los defectos de la democracia son corregibles dentro de la democracia, es el único sistema que se puede corregir a sí mismo aunque el autoritarismo no se puede corregir a sí mismo, al contrario, se acentúa. No importa el extremo del autoritarismo, sea de izquierda o de derecha, tiene defectos y esos defectos el mismo sistema no lo corrige, en cambio, la democracia nos permite corregir todos los defectos que ésta tiene”.
Consultado con respecto al campo de acción donde desenvuelve su profesión, consignó: “Estuve mucho tiempo trabajando sobre el derecho penal, una disciplina que me gustó mucho ejercer hasta tener un problema con el Código de Procedimiento en la época de Ruckauf donde se limitó absolutamente el derecho de defensa en juicio y era contrario, y continúa siendo, a los intereses propios de la Constitución que necesita ser defendida. No tiene nada que ver con el garantismo, sí se dio una serie de facultades al Fiscal y se la disminuyeron al propio abogado defensor que lesiona fuertemente el derecho de defensa en juicio, llevando a que me aleje a esta clase de actividad muy a pesar mío porque realmente me agrada y sigo leyendo. No obstante, de no existir un equilibrio entre las partes en un proceso no sirve de nada y el derecho se aleja.
Las sociedades se complejizaron muchísimo y devienen en una serie de normas que no se cumplen”.
En cuanto al derecho, Mariano señaló: “está muy vinculado a la ética y la moral pero la actividad del abogado no se la debe asociar a la ética y moral de los clientes si no que debe existir una separación importante en tal sentido porque el abogado es un profesional, una persona que sabe perfectamente de la técnica para llevar adelante una cuestión, un pleito, la resolución de un conflicto. Vulgarmente se asocia tal circunstancia a la ética del cliente a la ética del abogado pero es una función esencial la abogacía derivada del derecho de defensa en juicio por la Constitución Nacional. De no estar garantizado el derecho de defensa en juicio en la Constitución Nacional cualquier arbitrariedad sería posible que de no existir del derecho de defensa en juicio se estaría convirtiendo la cuestión en una suerte de monarquía donde se tiene la posibilidad de la vida o de la muerte de los súbditos. La democracia y la república trae aparejado un sistema que es el derecho de defensa en juicio que es muy importante porque la quita a aquel gobernante la posibilidad de decidir sobre los bienes y personas.
Esencialmente la función del abogado es cumplir con el rol de la defensa en juicio y en definitiva, una justicia independiente y autónoma pueda decidir en cada uno de los conflictos porque es quien tiene la última palabra.
Hay ciertos parámetros que actualmente no se cumplen muy a pesar mío; ya lo decía el maestro Couture, un doctrinario uruguayo, que el derecho se debe estudiar y ejercer razonando, actualmente hay una falta grande en el tema del estudio y de la lógica a aplicar con respecto a las normas, en tal sentido se cambió bastante porque anteriormente el derecho era mucho más previsible en todas sus resoluciones. Hoy, si bien existe el apego a la lógica, notamos que más de una sentencia o resoluciones judiciales, especialmente las administrativas también, se alejan y distancian de la lógica”.
Nuevamente, el letrado puso énfasis en la justicia independiente: “Siempre estuvimos en esa senda, consideramos que el único resguardo y posibilidades que existencia de una república democrática consiste en tener una justicia independiente y desde siempre vengo combatiendo a una justicia adicta, aquellos que se corrompen con el poder de turno y por eso, creemos que es sumamente importante una justicia independiente y autónoma como asimismo lógica, que también agregaría en este momento”.
Dos de sus hijos son abogados y están trabajando en su estudio: “Tengo un abogado y una abogada más en la familia, trabajando en el estudio, esperando que puedan continuar desempeñando la profesión y en lo personal me dan margen para dedicarme a la política. Jamás les dije ni insinúe que debían estudiar la carrera para convertirse en abogados si no que lo decidieron por sí mismos y me alegro mucho. Una de las cosas que los padres no debemos hacer es decir a sus hijos qué deben estudiar porque no corresponde ya que es una decisión personal de cada persona, pero cuando deciden seguir la carrera que en mi caso escogí como profesión de alguna manera me reconforta porque siento que abrí un camino y asimismo también se encuentran dando sus primeros pasos en la política, también me satisface porque fui sembrando en la vida y esa siembra termina no siendo en vano”.
Comentarios