“Si tomamos desde 2008 a la fecha, el consumo de carne cayó en un 30 por ciento”

El consumo de carne vacuna registró una caída promedio anual del 2,7% en marzo de este año, en comparación interanual, comparando el mismo mes del año anterior, según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra).

En términos interanuales se observó una disminución (del consumo de carne vacuna) de 2,7%, que llega a 12% cuando se contrasta con los doce meses finalizados en marzo de 2019, indicó el último informe de la Ciccra.

En este sentido, precisó que durante marzo «el promedio móvil de doce meses señaló un consumo aparente de carne vacuna por habitante de 47,7 kilogramos anuales.

A este respecto, entrevistamos en Radio del Centro a Miguel Schiaritti para profundizar en los por qué de la merma en el consumo.

-¿Sigue decayendo el consumo de carne en el país?

-Continuamos en los mismos valores, el consumo sigue cayendo y en este momento se encuentra en 47,7 Kg. Si tomamos desde 2008 el consumo cayó en un 30 por ciento y desde 2019, cuando asumió el actual Ejecutivo, la caída fue del 15 por ciento que ocurrió en los últimos dos años.

-¿Por qué baja el consumo?

-La baja en el consumo es atribuible concretamente a la pérdida del poder adquisitivo del salario y al aumento del vacuno que fue muy fuerte en los últimos meses producto que el ternero lo tomó el productor ganadero como reserva de valor y que el maíz se fue por las nubes en cuanto precio, teniendo que agregar además una seca en el año 2020 y una seca en el año 2021 provocando que en 2020 tengamos 800 mil terneros menos y en 2021, 1 millón de terneros nuevos.

-¿Cómo impacta en el productor?

-Todo lo expuesto, sumado a la imposibilidad de terminarlos a corral en el feed loot, provocó que el productor tenga que hacer una recría larga de entre 8 y 12 meses en función de la clase de pasturas que tenga disponible para comer y demora la producción para faena de consumo.

Es una producción biológica que a los funcionarios les cuesta o no quieren entender debido a que para recuperar un millón de cabezas necesitamos 5 años. Si analizamos que es una producción biológica y se toma en cuenta como tal, se debe tener presente que el ternero que se está destetando en este momento tiene 6 meses y si decidimos dejar una ternera para producción como madre hay que dejarla otros 12 meses para poder entorarla de un animal muy joven que requiere 18 meses y después 9 meses más para que esa ternera, si quedó preñada, nos de un ternero así que ya nos vamos a 27 meses para que empiece a notarse el aumento de la producción hay que esperar otro ciclo igual y nos vamos a 54 meses. Recién en 5 años empezará a notarse el esfuerzo de un productor que decide dos veces quedarse con una ternera.

-¿La gente se volcó más a la carne de pollo y cerdo?

-Cuando tanto el pollo como el cerdo cambiaron la genética y aumentaron la productividad como asimismo despegaron los precios de la carne vacuna de los otras dos, la diferencia de precios provocó que amén de los cambios de hábitos de consumo que tiene la población empezara a mandar el bolsillo. Si lo observamos a precio actual con un kilo de carne vacuna se pueden comprar 3 kilos de pollo y con 1 kilo de carne vacuna se pueden comprar un poco más de 2 kilos de carne de cerdo. En situaciones donde la pérdida de poder adquisitivo de los últimos dos años fue del 18 por ciento termina mandando el bolsillo y no la preferencia en gusto.

-¿Solamente en carne bajó el consumo?

-Bajó el consumo de muchos productos no solamente de carne y obedece a la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de los argentinos que lleva a una baja en el poder de compra es lo que ocurre realmente.

Los porcentajes de inflación que estamos viviendo actualmente obedecen con el plan platita que hubo entre las PASO y elecciones que se manifiestan 6 o 7 meses después.

-¿Las últimas medidas pueden afectar la cantidad de cabezas?

-Perder la producción, el número de cabezas es mucho más fácil que recuperarlas. Con una política alocada de Guillermo Moreno en el año 2006 ya para 2009 habíamos perdido 12 millones y medio de cabezas.

La restricción de exportaciones no generará una merma en la cantidad de cabezas, la falta de terneros hace que más de la mitad de los productores ganaderos en la última encuesta, que realizó la entidad que nuclea a los productores tecnificados, respondiera que iba a intentar aumentar la producción porque la cría continúa siendo un buen negocio por un lado y por otro lado porque cada uno de los productores tuvo una caída por las sequías de los últimos dos años.

-¿A menor producción es mayor el precio?

-A menor producción termina aumentado el precio y es lo que está ocurriendo con el ternero. El ternero de destete este año cuesta alrededor de $ 420 en este momento contra $ 360 que cuesta el gordo y este desfasaje de precios que resulta muy elevado conlleva a que no se pueda realizar una cría a corral y acelerar la producción de animales gordos.

-¿Argentina había tenido un repunte en ganadería?

-Argentina tenía 60 millones de cabezas y cuando surgió la crisis con liquidación de vientres tan espantosa que tuvimos en 2008/2009 llegamos a tener 47,5 millones de cabezas, recuperamos 5 millones más y quedamos en 53. Habíamos recuperado casi 6 millones pero en los últimos dos años cayó un poco la producción y por lo tanto, nos quedamos en 53,5 millones sin llegar a los 60 millones de cabezas que supimos tener en 2006 cuando Néstor Kirchner autorizó el cierre de las exportaciones.

-¿Cómo se puede mejorar la producción?

-Sin ningún esfuerzo por parte del gobierno no se puede recuperar la ganadería, si los funcionarios no amenazan con el cierre de exportaciones, con el aumento de las retenciones. Cuando los funcionarios amenazan con sanciones económicas a aquellos que producen provoca que ningún productor quiera trabajar al saber que le cerraran la exportación y su producción decaiga o le aumentarán las retenciones. Nadie apunta a aumentar la producción cuando se sabe que su tarea se desvalorizará.

-¿Qué puede ocurrir a futuro?

-Toda la sensación, siguiendo el comportamiento de los países que son grandes consumidores de carne, es que se puede llagar a 35 kilos de carne por año como ocurre en Estados Unidos o en nuestro país. No es muy amplio el consumo en el resto del mundo teniendo en cuenta que en Europa se consumen 20 kilos de carne vacuna por año. Los uruguayos sí consumen mucha carne vacuna.

Argentina lentamente irá bajando su consumo hasta los 35 kilos y en 10 o 15 años podremos estar consumiendo esa cantidad por año y será ya una cifra absolutamente normal.

-¿Pueden perderse clientes por las restricciones de exportación?

-Clientes no se pierden, sí se pierde volumen y ocurre porque Argentina con la restricción de exportaciones se termina enviando menos carne al exterior y sucede porque no nos dejan debido a que están reguladas sin poder exportar 9 cortes. En el año 2020, Argentina exportó 900 mil toneladas, en 2021 fueron 750 mil las toneladas exportadas y en 2022 seguramente exportaremos un 15 o 20 por ciento menos, de seguir en este ritmo terminaremos cayendo un 25 o 30 por ciento en los próximos dos años.